Nazaret POV.
Al día siguiente y, tras ir con mi hermana a las cocinas y conseguir algo de comida, nos reunimos con Hermione y Harry. Ambos querían dar un paseo, por lo que no opusimos pegas y salimos del castillo. Nos fuimos al lago negro, donde se encontraba situado el barco de Durmstrang. Hacía tanto frío, que en lugar de sentarnos nos tiramos todo el rato caminando mientras nos tomábamos el desayuno.
No se como podéis conseguir tanta comida. —comentó Harry mientras caminábamos—
Mi hermana y yo nos llevamos muy bien con los elfos que llevan la cocina. —dije, con una sonrisa— Les agradamos mucho.
Bueno.. ¿Qué paso anoche entre tu y Ron? —pregunto Mar, mirando a Harry—Se os escuchaba desde fuera.
Harry nos explico todo lo que había hablado con Ron cuando se vio con él en la habitación de Gryffindor. Tanto mi hermana como yo, aunque mejor mi hermana, conocíamos perfectamente el carácter que tenía Ron, por lo que no dudamos ni un segundo que lo que Harry decía era completamente cierto.
Te creemos, Harry. Solo nos hizo falta ver tu cara para saber que no pusiste el nombre. Pero si no fuiste tu, debió ser otra persona. —comentó Hermione—
¿Has visto a Ron? —le pregunto Harry a Mar—
Estará desayunando o admirando como un estúpido a Fleur. —respondió Mar, llena de celos—
¿Continua creyendo que puse mi nombre en el cáliz? —nos pregunto a las tres—
Bueno, no en realidad. —respondió Hermione—
¿Cómo que no en realidad? —pregunto Harry, confuso—
¿Es que no lo ves? ¡Esta celoso! —exclame, mirando a Harry—
¿Celoso? ¿Es que le gustaría hacer el ridículo delante de todo el colegio? —pregunto Harry, soltando una leve risa—
Tu siempre eres el que acapara la atención. Tu no lo buscas, todos lo sabemos... —explico Mar encogiéndose de hombros— Pero Ron tiene en casa mas hermanos con los que debe competir para poder quedar bien y que su madre lo admire al igual que a todos sus hermanos. Cuando está contigo, tu fama le ciega y eso a él le cansa. Lo ha aguantado por mucho tiempo y supongo que está es la gota que colmo su paciencia.
Pues decidle que me cambió con él cuando quiera, a ver si el aguanta tanto en mi lugar. —dijo Harry soltando un suspiro—
No vamos a decirle nada, no somos tu lechuza. —protesto Hermione cruzándose de brazos— Esto debes arreglarlo tu con él. Así que ya sabes lo que tenemos que hacer cuando lleguemos al castillo.
Si, darle una buena patada a Ron en... —murmuro Harry—
Potter, si le tocas un solo pelo a Ron, te juro que Voldemort te asustara menor que yo. —amenazó Mar con una leve sonrisa—
Además, aparte de lo de Ron, creo que Hermione se refiere a que tienes que escribirle a Sirius. —añadí— Puedes usar mi lechuza o la de mi hermana si quieres.
La lluvia comenzó y nos vimos obligados a volver al castillo, aunque de todas formas íbamos a volver. Aprovechamos nuestro tiempo para ir a la lechuceria, para que Harry le enviara la carta a Sirius. Una vez que la tuvo escrita, uso mi lechuza para poder enviarla.
Los días siguientes fueron una autentica tortura. Los Hufflepuff, que solían llevarse bien con los de Gryffindor, se llevaban ahora como perros y gatos. Los de Ravenclaw, que la mayoría de veces apoyaban a Gryffindor, dejaron de hablarles. Y los de mi casa, como no, aprovecharon la ocasión para hacer todo tipo de comentarios. Draco se limitó a hacer unas champas y a compartirlas. En aquellas chapas se podían leerse ''Apoya a Cedric Diggory el autentico campeón de Hogwarts'' y cuando se tocaban cambiaban y ponían ''Potter Apesta''. Aquellas chapas habían causado que tuviese unas cuantas palabras con Draco. Pero la gota que colmo el vaso llego hoy, cuando me dirigía junto a Harry, Hermione y mi hermana por los pasillos, en dirección hacía el gran comedor.
¡Oye, Potter! —exclamo Draco, llamando nuestra atención— Estoy seguro que nos duras ni un minuto.
Me importa una mierda tu opinión, Malfoy.—le espeto Harry—
¿Te gustan las chapas? —le pregunto Draco, con burla, mientras enseñaba con orgullo la chapa que lucía en su pecho— Nos costo mucho hacerlas, pero.. ¿Qué más da?
La tensión era demasiado palpable en el ambiente. Draco y Harry se miraron durante unos segundos, de forma demasiado desafiante. Su vista solo se desconecto durante escasos segundos cuando ambos sacaron rápidamente sus varitas.
¡Furnunculus! —exclamo Harry, mientras apuntaba hacía Draco—
¡Densauge! —exclamo Draco, apuntando hacía Harry—
Un pequeño destello inundo la sala. Harry y Draco estaban perfectamente, pero otros sin embargo no. El hechizo de Harry le había dado a Goyle, provocando que le salieran unos furúnculos asquerosos alrededor de todo su rostro, mientras que el hechizo de Draco le había dado a Hermione, provocando que sus dientes incisivos crecieran de una manera descomunal. Mi hermana y yo corrimos junto a Hermione. Ron, que estaba cerca, también se acerco rápidamente. Tales eran los gritos entre Draco y Harry que el profesor Snape se presento en el pasillo.
¿Qué pasa aquí? —pregunto el profesor Snape—
Harry ha intentando hechizarme y le ha dado a Goyle. —respondió Draco, señalando a Goyle— Mire lo que le ha hecho.
¡Porque tu me provocaste y también intentaste hechizarme! —exclamo Harry, enfadado—
Además, profesor Snape, el hechizo de Draco revoto en Hermione. Mire lo que le ha hecho en los dientes. —añadió Ron, señalando los dientes de Hermione—
Yo los veo exactamente igual, señor Weasley. —dijo el profesor Snape, observando los dientes de Hermione—
¡No me joda, profesor Snape! ¡Son enormes! ¡Usted no puede estar tan ciego como para no verlo! —exclamo Ron, lleno de furia—
Potter y Weasley, síganme. Ambos están castigados. Potter por hechizar a un compañero y Weasley por falta de respeto. —comento el profesor Snape—
Sin decir ni una palabra más, el profesor Snape se dio la vuelta y desapareció de la escena acompañado de Ron y Harry. Mi hermana me avisó que llevaría a Hermione a la enfermería, a lo que asentí. Antes de ir con ellas iba a aclarar unos cuantos asuntos.
¡No puedes seguir comportándote así! ¡Ellos también son mis amigos! —le grite a Draco, totalmente enfadada—
¡Él también ha sido! ¡No solo ha sido mi culpa! —exclamo Draco, señalando a Goyle como prueba—
¡Porque tu has empezado! ¡Mira lo que le has hecho a la pobre de Hermione! ¡Estoy harta de este comportamiento, Draco! ¡No puedo seguir viendo como tratas de esta forma a mis amigos! —grite aún mas fuerte que antes—
Ya sabes que la rivalidad es mutua, no se ira de un día para otro. —se defendió Draco—
Pues hasta que no dejes de ser tan estúpido con mis amigos y hagas que esta rivalidad desaparezca, tu y yo dejamos de ser amigos desde ya. —le dije seriamente a Draco—
Draco abrió los ojos como platos y abrió la boca para decir algo, pero no quise escucharlo. Sin más, me di la vuelta y camine con paso rápido hacía la enfermería para reunirme con mi hermana y Hermione. Por el camino, notaba como las lagrimas resbalaban por mis mejillas. Me sentía fatal por todo lo sucedido, pero no podía aguantar ese comportamiento. Amaba a Draco con toda mi vida, pero no podía seguir consintiendo el comportamiento que tenía hacía mis amigos. Al llegar a la puerta de la enfermería, seque mis lagrimas y fingí la mejor sonrisa posible, ya que al fin y al cabo, es lo que tendría que continuar haciendo hasta que las cosas fueran a mejor.
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Complicated Love
De TodoMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...