Complicated Love

La casa de los gritos.

Nazaret POV.

Ron había desaparecido a través del pequeño hueco del árbol. Mi hermana, sin pensarlo si quiera dos veces, corrió detrás de él y se introdujo por el agujero. Hermione, Harry y yo tampoco lo dudamos y tras unos escasos segundos ya nos encontrábamos dentro de aquel árbol junto con mi hermana. Todos sacamos nuestras varitas y emprendimos un poco de luz mientras caminabas a través de aquel pasadizo. Por el camino encontramos muebles rotos y las paredes arañadas. Al avanzar un poco más nos encontramos con una habitación llena de polvo. Entonces supimos donde estábamos. 

Estamos en la casa de los gritos, deberíamos ir a buscar ayuda. —comentó Hermione—

Si quieres ve tu a buscar ayuda, yo no voy a dejar a Ron aquí solo con ese animal. —dijo Mar con voz seca mientras continuaba caminando— 

Hermione se limitó a callarse mientras continuábamos siguiendo a mi hermana a través del vestíbulo, en rumbo a la siguiente habitación. Cuando nos acercábamos a esta, todos apagamos la luz que salía de nuestras varitas. Mi hermana y yo las guardamos, pero Harry y Hermione continuaron empuñándolas por si acaso. Comenzamos a caminar mas despacio para que nuestros pasos no se escucharan. Al entrar, primeramente pudimos ver a Crookshanks tumbado en una magnifica cama llena de polvo y con sabanas de seda. En el suelo, junto a aquella cama, Ron reposaba sentando sujetándose la pierna en una horrible postura. 

¡Ron! —grito Mar mientras corría hacía él—

¿Dónde esta el perro? —le pregunte a Ron mientras corría hacía él—

¡Todo es una trampa! ¡El perro es un animago! ¡Debéis iros ahora mismo! —nos grito Ron intentando ponerse de pie—

Ron empezó a señalar detrás de la puerta. Todos miramos hacía donde señalaba, encontrándonos una figura que salía detrás de la puerta y la cerraba. Su pelo estaba cubierto de grasa, su piel estaba completamente pálida, sus huesos se marcaban por todas partes y sus dientes eran totalmente amarillos. Era nada mas y nada menos que el asesino Sirius Black. 

¡Expeliarmo! —exclamo Black apuntando a Harry y Hermione con la varita de Ron—

Ambas varitas saltaron hacía las manos de Black. Suerte que mi hermana y yo habíamos guardados las nuestras antes de entrar. Black tiro las varitas a un lado de la habitación y dio un paso hacia nosotros. 

Sabía que vendríais. —dijo Black mirándonos— Sabía a ciencia a cierta que vendríais corriendo a salvar a vuestro amigo. Sobre todo tu, Harry. Eres igual que tu padre. James habría hecho lo mismo. 

Ni pienses que vas a matar a Harry, antes tendrás que matarnos a todos. —dijo Mar mientras ambas nos poníamos delante de Harry—

Solo habrá un asesinato esta noche, queridas Blackesleys. —comentó Black mirándonos—

¿Cómo sabes nuestro apellido? —pregunte sin apartar la vista de Black—

Fui muy buen amigo de vuestros padres. Estuve en cada uno de vuestros nacimientos. —respondió Black—

¿Por que lo hiciste? —pregunto Harry— ¡Quiero saber porque mierda les traicionaste y les llevaste hasta la muerte! 

Sin pensarlo dos veces, Harry paso entre mi hermana y yo y se abalanzo contra Black. A Harry no le importaba que Black fuese mas mayor o que tuviese más fuerza, puesto que se lanzo a propinarle puñetazos a Black. Ambos rodaron durante unos segundos por el suelo hasta que Black agarró a Harry del cuello y lo acorralo contra la pared. Mi hermana y yo sacamos rápidamente nuestras varitas y apuntamos a Black en un ágil movimiento.