Complicated Love

La piedra filosofal.

Los exámenes ya habían pasado. Nos encontrábamos saliendo de nuestro último examen, el cual fue de pociones. Yo no era muy buena en pociones, puesto que mi hermana era la mejor de la clase junto a Draco, pero si que podía manejarme en esa materia. Nos dirigíamos a ver a Hagrid después de salir de la clase cuando Hermione se acerco rápidamente hacia nosotros y se unió al grupo.

Dicen que los exámenes de año son muy difíciles, pero a mi no me han parecido para tanto ¿Y a vosotros? -nos pregunto Hermione-

No es que me haya salido genial pero he podido sobrellevarlo gracias a que cierta persona me obligo a estudiar y me explico las cosas una y otra vez -respondió Ron mientras me daba un beso en la mejilla- 

A mi también me ha ido bien -conteste notando como me ponía más roja que un tomate-

A mi igual -contesto Nazaret con una sonrisa- 

¿Te sientes bien, Harry? -le pregunto Ron a Harry al ver como se tocaba la cicatriz- 

Mi cicatriz. No deja de dolerme -respondió Harry-

Pero eso ya te ha pasado antes -dijo Hermione intentando restarle importancia-

No tanto -dijo Harry mientras salíamos del castillo- 

Deberías ir a la enfermería -le aconsejo Ron-

Creo que es una advertencia de que se acerca un peligro -dijo Harry, que se paro en seco y miro a la cabaña de Hagrid, quien se encontraba sentado en la puerta tocando la flauta-

¿Qué pasa? -le pegunto Nazaret mientras nos parábamos junto a él-

¿No os parece raro que lo que más deseaba Hagrid era un dragón y casualmente aparece un desconocido que tiene uno? -nos pregunto Harry acelerando su paso- ¿Cuánta gente puede pasar por aquí que tenga un huevo de dragón? ¿Cómo no me había dado cuenta antes? 

Harry volvió a acelerar su paso hacía la cabaña de Hagrid mientras nosotros intentábamos alcanzarlo mientras procesábamos toda la información en busca de una respuesta. Harry comenzó a correr hacía la cabaña de Hagrid por lo que todos nos echamos a correr detrás de él. Cuando llegamos nos paramos en seco frente a Hagrid, quien dejo de tocar su flauta y levanto su vista hacía nosotros.

¿Quién te dio el huevo de dragón? -le pregunto Harry a Hagrid- ¿Cómo era físicamente? 

No lo se -respondió Hagrid encogiéndose de hombros- Nunca pude verle la cara porque no se quito la capucha. 

Debes de haber hablado con ese desconocido -dijo Harry-

Se intereso mucho por saber que clases de criaturas cuidaba -comentó Hagrid- Le dije que después de Fluffy manejar un dragón no era nada. 

¿Se intereso en Fluffy?  -le pregunto Harry con interés-

Claro que se intereso en Fluffy -contesto Hagrid- ¿Cuántas veces das con un perro de tres cabezas aun estando en el negocio? Pero entonces le explique cual era la clave para calmar ese tipo de bestias. Por ejemplo a Fluffy le tocas un poco de música y se duerme -todos nos miramos entre nosotros en aquel momento- No debí decirles eso.

Comenzamos a correr de vuelta al castillo mientras escuchábamos los gritos de Hagrid preguntándonos a donde íbamos. Necesitábamos hablar rápidamente con el profesor Dumbledore por lo que corríamos como locos por el castillo en busca de algún profesor al que poder decirle lo que sabíamos que iba a pasar y que avisara a Dumbledore. La clase de la profesora Mcgonagall estaba abierta por lo que entramos rápidamente mientras notábamos como empezaba a faltarnos el aliento.