Complicated Love

Verano.

Nazaret POV.

Ya había pasado un mes de verano. Cada día, el sol picaba con mas fuerza, por lo que mi hermana y yo solíamos pasar más tiempo en la piscina que en la calle. Ron continuaba sin responder las cartas de mi hermana, ya que aún continuaba enfadado por lo sucedido en el andén, o al menos eso es lo que nos conto Ginny en su última casa. Mi hermana se deprimía cada día más y más por ello. Intentaba animarla con cualquier cosa, pero nada funcionaba. Intente comunicarme con Ron, pero tampoco respondía a mis cartas. Harry y Hermione nos carteaban a menudo, al igual que el resto de la familia Weasley. Draco y yo nos carteábamos cada semana y siempre encontrábamos algo nuevo que contarnos.

Me vestí y fui al cuarto de mi hermana, dispuesta a hacerla salir a dar una vuelta. Llevaba una falda de color azul, con unos zapatos planos y una blusa del mismo color de la falda. Entré sin llamar, encontrándomela tumbada en la cama, con el pijama aún puesto y mirando una foto en la que Ron y ella se miraban con una sonrisa. Les había sacado esa foto de imprevisto semanas después de que dijesen que eran pareja. 

Vamos, vístete que vamos a dar una vuelta. —le dije mientras tiraba de ella—

No me apetece salir. —dijo Mar, haciendo fuerza para no salir de la cama—

¿Y que quieres entonces? —pregunte, cruzándome de brazos—

Quedarme en esta cama hasta consumirme. —respondió Mar, volviendo a acostarse en la cama—

Negué con la cabeza y volví a tirar de ella. Agarre un cepillo que había en la mesa y comencé a peinarla. Desde pequeñas, lo único que le hacía sentir un poco mejor es que la peinara y le hiciera cualquier peinado.  Una vez que peine su pelo, comencé a hacerle una única trenza de raíz, la cual me quedo perfecta.

Tras eso, fije la trenza y me dirigí hacía su armario para buscarle ropa. Saque unos zapatos con un poco de plataforma, una falda vaquera y un top de color negro. A regañadientes y, tras mucho discutir, hice que se vistiera. 

Sigo diciendo que prefiero quedarme aquí, lamentándome de mi existencia. —dijo Mar, mientras le pasaba el perfume—

Te vendrá bien salir y tomar algo. Y estoy segura de que Ron te perdonara, sois el uno para el otro. —la anime, con una sonrisa— Sois la pareja de oro.

Éramos la pareja de oro, estoy segura de que Ron ya no quiere saber nada más de mi. —dijo Mar, apenada— Ya viste que ni responde mis cartas. 

Esta molesto y es normal, pero se le pasara. Estoy segura de ello. —le dije, colocándole bien la falda—

A regañadientes, conseguí que bajara y accediera a dar una vuelta conmigo. Cogí mi bolso y le pase el suyo. Avise a nuestros padres de que nos íbamos y, justo al abrir la puerta, nos encontramos con los hermanos Salvatore a punto de llamar a la puerta.

Parece que nos leéis la mente. —bromeo Damon, observándonos—Estáis bellísimas chicas, aunque tu sin duda más, Nazaret. 

Gracias, su novio se lo dice mucho. —intervino Mar, con una sonrisa forzada—

Damon y yo hemos pensado que sería genial tomar algo juntos y ponernos al día. —dijo Stefan con una sonrisa—

Si, perfecto. Íbamos a tomar algo de todas formas. —añadí con una leve sonrisa— Mar necesita animarse un poco.

¿Y eso? —pregunto Stefan—