Las consecuencias del guardapelo.

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Mar POV.

Días y días caminando y sin apenas comida no hacía que nuestro humor mejorase. Estábamos cansados tanto física como psicológicamente y, sobre todo, también estábamos malditamente hambrientos. A medida que pasaba el tiempo se nos hacía más y más difícil conseguir comida decente. 

Está era la quinta vez que nos trasladábamos en apenas tres días. Habíamos vuelto a montar la tienda en un bosque que se encontraba bastante apartado, pero éramos conscientes de que no duraríamos mucho aquí, porque tarde o temprano nos veríamos obligados a tener que volver a trasladarnos. 


Tenemos que pensar en donde pondría Dumbledore la verdadera espada. —comenta Harry— 

Yo creo que intentaría mantenerla lejos de Snape todo lo posible. —comenta Nazaret encogiéndose de hombros— Al menos yo lo haría.

¿Tu que opinas Ron? —le pregunto dirigiendo mi mirada hacía él—

Menos mal que os habéis acordado de que existo. —bufa Ron—

¿Qué? —pregunta Hermione—

Seguid vosotros que yo no quiero cortaros el rollo. —dice Ron de mala gana—

¿Cuál es el problema? —pregunta Harry—

No hay ningún problema por mi parte. —dice Ron a la defensiva mientras se encoge de hombros—

Es evidente que hay un problema. —digo— ¿Qué pasa Ron? Escúpelo de una vez.

¡No esperéis que me quede saltando por la tienda sabiendo que tenemos otra puta cosa que buscar! —exclama Ron dando un fuerte puñetazo en la mesa que hace que me sobresalte— Añadid esto a la de cosas que no sabéis.

¿Qué más no sabemos? —inquiere Harry arqueando las cejas—


El sonido de la lluvia se hace más presente fuera de la tienda. El sonido de las hojas volando de un lado hacia otro y el fuerte viento se hacen más presentes. Hermione, Nazaret, Harry y yo nos miramos entre nosotros temiendo lo peor. 


Sabes perfectamente que no es que esté pasando el mejor momento de mi vida. —responde Ron después de una larga pausa— Sabes, con el brazo así, sin nada de comer y congelándome el culo pensé que conseguiríamos más. 

Creí que sabías a lo que te habías ofrecido voluntario. —dice Harry levantándose y yendo al lado de Ron—

Si, yo también pensé que lo sabía. —dice Ron levantándose y encarando a Harry—

Entonces... ¿Qué parte no te gusta? —pregunta Harry enfadado— ¿Pensabas que iríamos a un hotel de cinco estrellas? ¿Pensabas que atraparíamos un horrocrux cada día? ¿Qué podrías volver a casa por navidad? ¿Qué podrías follar con Mar y tener una relación normal en medio de todo este caos? 

¡Harry! —exclamo ante sus últimas palabras—

¡Pensábamos que sabías lo que estabas haciendo! —exclama Ron— ¡Pensábamos que Dumbledore te dio un plan y tu solo deberías seguirlo! 

¡Ron! —exclama Nazaret está vez—

Siento desilusionarte, pero te he contado todo lo que se. —dice Harry a la defensiva— Si no te has dado cuenta, hemos encontrado un horrocrux.

Si y estamos tan cerca de destruirlo como de encontrar los otros. —ríe amargamente Ron—

Ron, quítate el guardapelo. —le ordeno— No dirías nada de esto si no lo hubieses llevado tanto tiempo. 


Ron no se mueve ni un centímetro, ignorando por completo lo que acabo de ordenarle. Me levanto de mi asiento y me acerco a él con la intención de quitarle el maldito guardapelo. En cuanto acerco mis manos a su cuello, Ron las agarra con fuerza y las aparta de él. 


Ronald.. —murmuro mientras vuelve a apartar mis manos—

¡Déjame en paz! —me grita Ron— ¡Eres una maldita puta! ¡Probaste suerte con Harry, como no pudiste fuiste a por Draco y cuando te diste cuenta que tu hermana lo amaba te resignaste conmigo! 

¡Eso no es así! —exclamo al borde del llanto— Se que todo lo que dices no es verdad. Que lo dices por el puto horrocrux.

Es verdad. —afirma Ron— Llevo pensando eso desde que comenzaste a salir conmigo. Tu nunca me has querido ni me vas a querer, solo soy el último plato de tu lista con el que decides resignarte.


Las lagrimas resbalan por mis mejillas. A pesar de que se que todo esto lo dice por llevar el guardapelo durante todo el día, no puedo evitar que la palma de mi mano se estampe con su mejilla ante tales palabras. 


Si no estás contento, vete. —le espeta Harry—

Eso es lo que voy a hacer. —dice Ron cogiendo sus cosas—

Deja el horrocrux aquí. —le ordena Nazaret con voz fría—

Aquí tenéis el puto horrocrux. —espeta Ron arrogándonos el horrocrux de mala manera—

Ronald.. por favor.. quédate y hablemos de esto. —le ruego secándome las lagrimas— Tienes que calmarte.

Iros todos a la mierda. —dice Ron saliendo de la tienda—

¡Ronald! —exclamo—


No puedo evitar mis impulsos y salgo de la tienda detrás de él. La lluvia me cala los huesos en cuanto doy dos pasos. Ron, que se aleja a grandes zancadas, no se digna a escuchar mis gritos. Ni siquiera se gira para encararme. En apenas unos segundos, Ron desaparece dejándome con un horrible vacío en el corazón. 

Caigo de rodillas al suelo. La lluvia se mezcla con mis lagrimas y golpeo con fuerza la tierra, llenándome de barro y de hojas. El dolor que siento es indescriptible. Siento como si estuviese en un infierno constante del que no puedo salir por mucho que quiera.


Mar... —murmura Nazaret a mis espaldas—


La lluvia deja de caerme encima. Miro a mi hermana de reojo y veo que ha hecho un escudo para que la lluvia no nos cale aún más los huesos. Me siento derrotaba, débil y totalmente rota. Mi hermana se acerca a mi y me estrecha entre sus brazos, aliviando una pequeña parte del enorme dolor y vació que siento en este horrible momento. 




Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora