¿Animagas?

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Mar POV.

Después de lo del partido, los días continuaron pasando como si nada. Aunque Malfoy seguía restregándonos en la cara que habíamos perdido. Harry aún continuaba en la enfermería, pero saldría pronto. La próxima visita a Hogsmeade se acercaba más y más. Ahora mismo me encontraba en mi sala común intentando hacer el trabajo que el profesor Snape nos había mandado sobre los lobos. Y digo intentarlo, porque los gritos de Hermione y Ron no me dejaban concentrarme. Llevaban días discutiendo por el tema de los animales y realmente ya me hartaba. Me hartaba porque Ron empleaba más tiempo en discutir con Hermione que en estar conmigo. Los gritos no cesaron, sino que aumentaron.

¡Ya basta! -grite mientras me levantaba del sillón- ¡Dejad de discutir aunque sea solo cinco malditos minutos! ¡Intento hacer mi maldito trabajo y vosotros solo discutís y discutís!

Ambos me miraron sin decir palabra alguna. Tome mis cosas, pase entre medio de ellos dos y salí a través del retrato de Sir Cadogan. Estaba completamente harta de escucharlos a los dos. ¿Si me sentía celosa? Muchísimo. Odiaba que ahora Ron estuviera más tiempo con ella, aunque fuese simplemente para discutir. Y aquellos celos no eran sin razón alguna. Veía como Hermione miraba a Ron cuando no se daba cuenta o cuando le sonreía con cualquier cosa. Conocía esas miradas y esas risas, puesto que yo misma las hacía. Entre a la biblioteca hecha una maldita furia y comencé a buscar un libro que me ayudase con mi trabajo. Tras unos cuantos minutos mirando, logre ver un libro que me ayudaría en mi trabajo. Pero el problema estaba en que no lograba alcanzarlo. Me puse de puntillas y intente tomarlo, pero solo obtenía que mis dedos rozaran el libro. Lo intente por una vez más cuando sentí como alguien se situaba a mi lado y lo cogía sin problema alguno.

Veo que tenías problemas para cogerlo -dijo Seamus con una sonrisa mientras me entregaba el libro-

Muchas gracias, Seamus -dije mientras tomaba el libro- Si no llega a ser por ti estaría aún intentando cogerlo.

Bueno, te habría ayudado Ron -añadió Seamus encogiéndose de hombros-

Ahora pasa la mayoría de su tiempo discutiendo con Hermione por el tema de los animales -le dije a Seamus mientras caminaba hacía una mesa libre-

Si Ron esta muy ocupado ya sabes que puedes contar conmigo ¿Vale? -me dijo Seamus-

Lose, Seamus. -le dije con una pequeña sonrisa-

Me senté en la silla y comencé a ojear el libro. En cuanto llegue a la parte de los hombres lobo y los lobos en sí, comencé a leer, sacando las cosas que podrían servirme para el trabajo. Tras una hora y media, ya tenía finalmente mi trabajo totalmente hecho. Iba a cerrar en libro, pero uno de los títulos me llamo la atención.

Animago/a

Un animago es una o con la capacidad de transformarse en un animal, conservando el pensamiento humano y la capacidad de razonar, aunque no tienen capacidad del habla.

Aquello me llamo mucho la atención, por lo que decidí continuar leyendo los pasos para lograr convertirse en animago. Aquellos pasos no eran del todo fáciles, pero si podrían llevarse a cabo. Para la conversión, la persona o las personas deberían llevar durante un mes la hoja de una mandrágora en la boca y esperar la próxima luna llena. Cuando fuese la luna llena, el mago debería escupir la hoja en un caldero bañado por los rayos de la luna. A este caldero habría que añadirle un pelo del mago o bruja, una cucharada de rocío plateado que no haya sido pisado ni bañado por la luz del sol y la crisálida de una polilla esfinge de calavera. Cuando hubiese una tormenta eléctrica, el mago o la bruja deberá beber la poción, apuntar con su varita hacía el corazón y recitar Amato Animo Animato Animagus. Después de aquello, la persona podría convertirse cada vez que quisiera sin ayuda de una varita.

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora