Nazaret POV.
Después de pasar un grandioso día con Draco y de despedirme de él a pesar de mis suplicas porque se quedara, cene con mi hermana. Tras la cena estuvimos un tiempo hablando de diversos temas hasta que nos entro sueño y nos fuimos a la cama. Me puse el pijama en apenas segundos y me deje caer en la cama, sintiendo en escasos segundos como el sueño de Morfeo me atrapaba entre sus brazos.
No sabía cuanto tiempo había pasado ni que hora era, lo único que sabía era que estaba dormida y que notaba como alguien me observaba. Pensé en gritar, pero si no sabía a lo que me enfrentaba posiblemente sería lo último que haría con vida. Decidida, me destape rápidamente y, con fuego en las manos, mire alrededor de toda la habitación.
A orillas de la cama, pude divisar a Narcisa, quien se encontraba de pie con su mirada clavada en mi. Finalice el fuego y me sitúe frente a ella sin entender nada.
Siento haberte asustado. —se disculpo Narcisa— Pero necesitaba verte sin que nadie más lo supiera.
¿Le ha pasado algo a Draco? —pregunte preocupada—
No, él está genial y más ahora que sabe que estás bien. —respondió Narcisa con una leve sonrisa— Solo quería hablar contigo a solas.
Póngase cómoda y comience. —le dije señalando la cama—
Como sabes vienen tiempos difíciles y estoy preocupada por la seguridad de mi hijo. —dijo Narcisa soltando un suspiro—
Lo entiendo, yo también estoy muy preocupada por él. —comente—
¿Harías algo por mi para que me quedase más tranquila? —pregunto Narcisa—
Si, claro. —respondí sin pensarlo dos veces—
Se que cuidaras a mi hijo por encima de todo, pero.. ¿te importaría que lo selláramos con un juramento inquebrantable? Así estaría mucho más tranquila. —dijo Narcisa rapidamente—
En ese momento el tiempo se había parado, sentía como todo a mi alrededor se había quedado estático y como mis pulmones abandonaban todo el aire que tenía. Amaba a Draco más que nada y haría lo que fuese porque el estuviese a salvo, pero está era algo que me había pillado de total sorpresa. Narcisa me miraba con impaciencia, esperando una respuesta afirmativa.
No me importaría para nada. —respondí con una leve sonrisa— Iré a buscar a mi hermana para que lo haga.
Te espero aquí, es mejor que no me vea mucha gente. —dijo Narcisa—
¿Cómo ha entrado aquí sin ser vista con toda la gente que hay en la casa? —pregunte mientras iba hacía la puerta—
Tengo muchos trucos para luchar por las cosas que necesito proteger. —respondió Narcisa—
Le di una última mirad a Narcisa y salí de la habitación con total silencio. En la casa a parte de mi hermana y yo, estábamos unos cuantos familiares, por lo que era muy difícil hacer algo o moverse por la casa sin que los otros no lo supieran.
Con lentitud entré al cuarto de mi hermana, quien dormía plácidamente abrazada al cojín. Me acerque a ella silenciosamente y comencé a tocar su hombro con suavidad, moviéndola un poco para lograr despertarla.
¿Ya es hora de entrenar? —me pregunto Mar medio dormida—
No, son las tres de la mañana. —respondí— Necesito que vengas a mi cuarto ahora mismo.
¿Y no puede esperar hasta mañana? ¿O al menos a una hora más decente? —pregunto Mar dándome la espalda—
Narcisa esta en mi habitación y quiere que hagamos un juramento inquebrantable, así que tiene que ser ahora. —respondí mirándola—
Algo hizo clic en la mente de mi hermana y se levanto rápidamente de la cama sin apenas hacer ruido. Con el pelo revuelto y unas enormes ojeras, me siguió hasta mi habitación en silencio.
De vuelta en mi habitación, observe como Narcisa seguía en el mismo sitió donde la deje, pero esta vez observando una foto mía en la que salía con Draco. Cuando nos escucho entrar, dejo de mirar la foto y clavo su mirada en nosotras.
Es un placer verte, Mar. —dijo Narcisa levantándose de la cama—
Déjese de mentiras a estas horas. —dijo Mar de mala gana— Para ninguna de las dos es un placer vernos.
Empecemos con el juramento antes de que se levante alguien. —intervine para cortar la tensión que había entre ambas—
Mi hermana sacó su varita, la cual llevaba escondida, y se situó enfrente de las dos. Narcisa me tomo de la mano y yo la tome a ella, quedando una enfrente de la otra. Una vez que nuestras manos estuvieron unidas, Mar puso la punta de su varita sobre nuestras manos.
¿Juras mantener a Draco a salvo pase lo que pase y tengas que hacer lo que tengas que hacer? —me pregunto Narcisa—
Lo juro. —respondí sin pensarlo—
Una fina lengua de llama brillante salió de la varita de mi hermana y ató alrededor de nuestras manos una especie de cuerda roja caliente.
¿Juras del mismo modo no dejarlo en la estacada aunque vengan tiempos muy difíciles? —pregunto Narcisa—
Lo juro. —respondí—
Una segunda lengua de llamas se disparó de la varita de mi hermana y entrecruzó con la primera, consiguiendo que la cuerda se hiciese más brillante.
¿Juras dar tu vida por él si fuese necesario? —pregunto Narcisa—
Esto se está yendo al límite.. —comento Mar—
Lo juro. —respondí con total tranquilidad—
Una tercera llama salió de la varita de mi hermana y se unió con las otras, y se ligó compactadamente en nuestras manos entrelazadas como si fuese una cuerda o una serpiente. El juramento había sido sellado y ya no había vuelta atrás, aunque tampoco quería que hubiese vuelta atrás, estaba muy contenta con mi decisión. Es una de las mejores decisiones que había tomado en años.
Será mejor que me vaya antes de que alguien me vea. —dijo Narcisa soltando nuestras manos— Me ha alegrado verte y espero que nos veamos pronto y en mejores circunstancias.
Lo mismo dijo, Narcisa. —dije con una sonrisa—
Narcisa se despidió de mi por última vez con la mano antes de desaparecer de la habitación sin dejar rastro alguno. Sin duda alguna, está había sido una de las visitas más raras en mi vida.
Yo me voy a la cama, despiértame dentro de dos días. —dijo Mar entre bostezos—
Te despertaré dentro de cinco horas para entrenar. —le dije mirando como salía de la habitación—
Mar se giró hacía mi, hizo una mueca de dolor y volvió a su habitación. Me tumbe en la cama y me tape, intentando caer en los brazos de Morfeo tras lo ocurrido, algo que fue muy difícil pero no imposible. Logré quedarme dormida tras una hora de esfuerzo.
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Complicated Love
RandomMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...