Nazaret POV.
Habíamos vuelto de las vacaciones, aunque con una maleta de más cada una. En España, nos habíamos liado a comprar regalos y más regalos para los chicos, por lo que nos vimos obligada a comprarnos una maleta cada una especialmente para llevar los regalos. Nuestros padres nos habían dejado en el caldero chorreante, con todas las cosas para el nuevo curso y dinero suficiente para comprar las cosas para el nuevo curso y para tener para el colegio. Nos habían dejado allí puesto que les habían comentado que Harry estaba allí tras haber inflado a la hermana de su tío por accidente. Mi hermana y yo dejamos las maletas en la habitación que íbamos a compartir y nos pusimos a buscar a Harry. Una de las señoras nos comento que Harry había salido al callejón diagon, por lo que decidimos ir a buscarle y de paso comprar los nuevos materiales.
Habíamos recorrido cada una de las tiendas y no encontramos a Harry en ninguna. Salíamos de otra tienda sin éxito alguno. Ya habíamos comprado todos los nuevos libros que utilizaríamos durante el curso. Decidimos ir a mirar a la tienda de escobas. En cuanto llegamos allí, me quede prendada mirando la saeta de fuego. Mi hermana me miraba y me sonreía. Seguramente estaba pensando en escribirle a nuestros padres para contárselo. Íbamos a continuar nuestro camino cuando escuche aquella voz tan bonita y familiar.
¡Mar! ¡Nazaret! —exclamo Ron desde la heladería Florean Fortescue—
Ambas nos giramos a la vez. Ron estaba sentando en una de las mesas de la heladería junto a Hermione. Ron siempre había sido más alto que mi hermana y yo, pero este verano se notaba que había crecido un poco más. Le mire a él y mire a mi hermana, y no pude evitar soltar una sonrisa. Ahora que Ron había crecido un poco más mi hermana le llegaba por los hombros, lo que les hacía ver más tiernos. Su pelo también había crecido un poco, puesto que ahora le cubría parte de la frente. Ron se levanto de la silla y abrió los brazos, esperando que lo abrazáramos. Mi hermana, que llevaba tres meses sin ver a su amado Ron, soltó las bolsas de golpe a mi lado y corrió hacía donde se situaba Ron. En cuanto estuvo lo suficiente cerca de Ron se tiro hacía sus brazos, rodeando la cintura de este con sus piernas. Ron la abrazaba con una enorme sonrisa. No podía negarme que, aunque ahora mismo fueran amigos, se veían como lo más tierno y bonito del mundo. Tome las bolsas que mi hermana había soltado y me acerque a ella.
Que alegría volver a veros —les dije a Hermione y a Ron mientras los abrazaba—
¿Qué tal por España? —nos pregunto Hermione mientras nos sentábamos—
Bastante bien. Aunque hacía muchísima calor. Os hemos traído regalos a todos —dijo Mar con una sonrisa—
Ha estado genial. Fuimos con unos amigos muggles, los hermanos Salvatore —comenté enseñándoles la foto donde salíamos todos y en la cua Stefan rodeaba con sus brazos la cintura de mi hermana— Nuestros padres también iba, claramente.
¿Los hermanos Salvatore? —pregunto Ron, y pude notar como tenía celos— ¿Son solo amigos, enserio?—
Claramente, aunque Stefan tiene un pequeño crush con mi hermana —respondí intentando picar a Ron—
Madre mía, ambos están como un tren —comentó Hermione mirando la foto—
Stefan no tiene un crush conmigo. Además, siempre voy a verlo como un simple amigo —dijo Mar con una sonrisa—
Mire a Ron y pude ver como esbozaba una enorme sonrisa ante las palabras de mi hermana. Llevaba todo el verano preguntándome si Ron sentía algo por ella, puesto que a lo largo del curso había visto actitudes extrañas en él, por lo que decidí que en el momento que tuviera la oportunidad le preguntaría. Volví a mirar al escaparate donde se encontraba la saeta de fuego. Pero en lugar de ver aquella magnifica escoba, me encontré a Harry de espaldas, con la vista clavada en la saeta de fuego.
¡Harry! ¡Harry! —grite moviendo mi mano para que nos viera—
Harry despego su vista del escaparate donde se encontraba la saeta de fuego y miro hacía la heladería. Continué moviendo mi mano hasta que Harry nos vio. Nos dedico una enorme sonrisa desde lejos y comenzó a acercarse a nosotros con paso apresurado.
Que alegría verte— dijo Mar cuando Harry se situó frente a nosotros— Te habíamos buscado por todas partes.
Lo siento, es que compre todos los materiales la semana pasada —dijo Harry con una sonrisa— ¿Cómo os habéis enterado que estaba aquí?
Mi padre —respondimos mi hermana, Ron y yo al unísono—
¿Sabéis porque me han perdonado por lo que hice? —nos pregunto Harry tomando asiento—
Porque eres Harry Potter —respondí encogiéndome de hombros— Además, tanto nuestros padres como el de Ron han intervenido en tu defensa.
¿Cuándo habéis llegado? —nos pregunto Harry mirándonos a todos—
Esta mañana —respondimos todos a la vez—
Y vamos a quedarnos esta noche, por lo que mañana iremos todos juntos a Kings Cross —añadió Mar con una sonrisa—
Mientras nos tomábamos un helado hablamos de las asignaturas del nuevo curso. Todos compartían la mayoría de las asignaturas. Yo tenía todas con ellos, menos alquimia. Cuando terminamos los helados, Hermione decidió que quería comprarse alguna mascota, puesto que todos teníamos alguna menos ella. Asentimos y nos dirigimos hacía la tienda de animales. Ron iba comentando con mi hermana que Scrabbers estaba un poco descolorida. Cuando entramos a la tienda, Ron fue a preguntarle a la dependienta por algo para Scrabbers. Pero en un abrir y cerrar de ojos un gato se abalanzo contra Scrabbers, que salió corriendo de la tienda. Tras pasar una hora buscándolo, pudimos encontrarlo. Volvimos a la tienda de mascotas para recoger el tónico de Scrabbers y para reunirnos con Hermione. Mientras esperábamos que Hermione se decidiera, pude ver como Ron miraba una lechuza de color gris con manchas marrones. Le di un leve codazo a mi hermana y le indique que mirar a Ron.
¿Te gusta la lechuza, Ron? —le pregunte acercándome a él—
Si, es muy bonita. Quizás mis padres puedan comprarme una para mi solo. Estoy cansado de compartir a Errol —respondió Ron sin apartar la vista de la lechuza—
Mi hermana, que escuchaba la conversación, se dirigió rápidamente a la dependienta y le pidió que le diera la jaula en la que se encontraba la lechuza que Ron no paraba de observar. Cuando la dependienta tomo la jaula, Ron siguió a la lechuza con la mirada. Mi hermana tomo la jaula entre sus manos y le pago a la dependienta los galeones correspondientes. Mi hermana se acerco a nosotros con una sonrisa y le entrego la jaula a Ron, quien tenía una sonrisa de oreja a oreja y miraba asombrado.
Para ti —le dijo Mar entregándole la jaula—
¿Enserio vais a regalármela? —pregunto Ron tomando la jaula entre sus manos—
Claro que si —dijo Mar con una sonrisa—
Oh vamos, no seas tan modesta hermana. Ron, ella te la ha comprado. Debes agradecerlo única y exclusivamente a ella —dije levantando las cejas en dirección a mi hermana—
Ron soltó con suavidad la jaula en el suelo y tomo a mi hermana entre sus brazos. La abrazo fuertemente mientras le acariciaba el pelo. Harry llegó a los segundos junto a Hermione, quien sostenía un gato color canela. Mejor dicho, sostenía al gato que casi se come a Scrabbers. En cuanto mi hermana y Ron se separaron del abrazo, Ron lanzo una mirada rápida al gato y puso cara de disgusto. De camino al caldero chorreante, Ron y Hermione no pararon de discutir por el tema del gato.
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Complicated Love
RandomMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...