La zorra de color rosa.

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Ron POV.

El primer día se había iniciado. Todos los estudiantes nos encontrábamos en el gran comedor tomando el desayuno y reuniendo fuerzas para las siguientes clases. Harry desayunaba con la mirada clavada en su desayuno, intentando ignorar los estúpidos comentarios que se escuchaban. Hermione desayunaba mientras mantenía clavada su vista en el profeta. Mar solamente desayunaba, mientras que yo le echaba un ojo al diabólico horario que teníamos.

¡Me va a explotar la cabeza hoy! ¡Eso no puede ser normal! —gruñí— Tenemos historia de la Magia, clase doble de pociones y otra doble de Defensa contra las Artes Oscuras. 

Ojala Fred y George terminen rápido ese surtido salta clases. —dijo Mar, obteniendo una mirada desaprobadora de Hermione— 

Creo que acabo de escuchar erróneamente. —dijo Fred, que llegaba a la mesa junto a George— No puedo creerme que los dos prefectos de nuestra casa intenten saltarse las clases.

Si tan solo supieras lo que tenemos hoy lo entenderías todo. —repetí con mal humor— Es el peor lunes que he visto en estos años.

Ya os avisamos de que esto sería duro. —comento Fred, mirando mi horario— Podemos darte un turrón sangranarices a un módico precio. 

¿Por qué a un precio módico? —pregunte arqueando las cejas— 

Porque sangrarás hasta quedarte seco. Todavía no hemos conseguido el antídoto. —respondió George— 

Te tomaras eso por encima de mi cadáver, Ronald. —amenazo Mar. Después, dirigió su vista a mis hermanos—  Y vosotros dos no vendáis nada que no tenga antídoto. ¿Está claro?

Pero así no venderemos nada. —se quejo George— 

¿Está claro? —volvió a preguntar Mar en un grito más fuerte— 

Como el agua, cuñadita. —dijo Fred con una leve sonrisa— 

Y otra cosa, no podéis poner anuncios en el tablón de Gryffindor para contratar cobayos. —intervino Hermione, dejando de lado el profeta— 

Hermione, siento recordártelo, pero los prefectos son mi hermano y mi cuñada, así que hasta que ellos no nos digan nada no haremos nada. —explicó George, consiguiendo que Hermione se pusiera roja de furia— 

Déjala, ya cambiará de opinión y vendrá a suplicarnos que le vendamos un Surtido Saltaclases.—comento Fred mientras le robaba a Mar una tostada de la mano— 

¿Y porque iba a hacerlo? —pregunto Hermione— 

Porque estáis en el quinto año, el año de los TIMOS. —respondió George— Pronto llegarán los exámenes finales y vais a tener que hincar los codos hasta que os sangren.

Vosotros sacasteis tres TIMOS cada uno. —les recordé— 

Lo sabemos y tampoco es que nos importe. No vamos a estar mucho tiempo aquí. —dijo Fred con una sonrisa—  Pronto montaremos nuestra deseada tienda de bromas.

¿Y con que dinero vais a montarlo? —pregunto Hermione con escepticismo— 

Mi hermana y yo les dejamos el dinero necesario. —respondió Mar con una sonrisa— 

Además, obtenemos dinero de otros sitios. Así que no hagas preguntas y no tendremos que decirte mentiras, Hermione. —dijo Fred de mala gana— 

Fred y George se fueron sin decir nada más. Los cuatro terminamos de desayunar mientras comentábamos para que queríamos prepararnos. Mar, Harry y yo coincidamos en que queríamos prepararnos para aurores. Hermione quería trabajar en algo que valiese la pena, como si los aurores no la valiesen. Y Mar comento que su hermana quería ser magizologa. 

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora