Madame Hooch.

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Draco POV'S.

El segundo día ya había comenzado. Me encontraba en la sala común esperando a Crabbe y Goyle, los cuales se habían quedado dormidos y ahora estaban vistiéndose a toda prisa. Sabía que esto se iba a hacer largo, por lo que me senté en el sillón a esperarlos. Mientras continuaba esperándolos vi como Nazaret bajaba por las escaleras y miraba de reojo si había alguien en la sala común, seguramente buscando que yo no estuviera. Debía admitir que era una chica bastante atractiva, con gran carácter y valor, puesto que para enfrentarse a mi debía de tener mucho valor. Nazaret no se dio cuenta de que me encontraba sentado en el sofá. Bajo rápidamente las escaleras, pero al verme se quedo paralizada en su sitió, como si le hubieran echado algún maleficio. Seguramente pensaba que iba a ser grosero con ella de nuevo, pero no lo hice.  Aparte mi vista de ella y la volví a dirigir hacía la escalera que daba al cuarto de los chicos, esperando que Crabbe y Goyle bajaran de una maldita vez. Ella, al ver que la había ignorado, salió rápidamente de allí. No tenía una explicación de porque me metía con ella. No me caía mal, ni mucho menos la odiaba, pero me divertía ver como sacaba su carácter cada vez que le decía algo. Me hacía gracia ver como sus mejillas tomaban un color rosado cuando se enfrentaba a mi, como se dirigía hacía mi con ese paso decidido y como arrugaba la nariz cada vez que me decía algún insulto. 

¿Nos vamos? -pregunto Crabbe sacándome de mi pensamiento-

Claro, llevo años esperándoos, y eso no es digno de alguien como yo -le comente con enfado levantándome del sofá- 


Salimos de las mazmorras y nos encaminamos al gran comedor. Nos encontramos con muchas chicas de casas diferentes, las cuales me esquivaban para no llevarse algún insulto. No sabía porque siempre me comportaba así con todo el mundo, es algo que simplemente me salía. Cuando entramos al gran comedor pude divisar a Nazaret, la cual estaba sentada de nuevo apartada del resto de los miembros de nuestra casa, pero esta vez no estaba sola. Zabini se había sentado a desayunar con ella, mientras charlaban de algo que a Nazaret le hacía sonreír. Los ignore y me dirigí hacía los primeros asientos de la mesa, donde se encontraba Parkinson con una amiga. Al verme llegar me sonrío y me hizo un hueco a su lado. Desayune algo ligero, puesto que la primera clase que teníamos era vuelo y no quería vomitar todo mi desayuno. 

Cuando Crabbe y Goyle terminaron de desayunar, que parecía que nunca llegaría la hora, nos encaminamos al campo de entrenamiento, donde tendrían lugar las clases de vuelo. Delante mía pude ver como Nazaret iba acompaña de su hermana y sus sucios amigos. La observe durante unos segundos, hasta que su hermana se dio cuenta. Mientras hablaba con Weasley vi como dirigía su mirada hacía mi y levantaba una ceja. En efecto, me había pillado mirando a su hermana. 

Cuando llegamos al campo de entrenamiento todos los alumnos formamos una fila. Los de Gryffindor a un lado y los de Slytherin a otro. La profesora llego diez segundos más tarde que nosotros, pero de todas formas llego puntual a su clase.


Buenos días alumnos. Mi nombre es Rolanda Hooch, vosotros me llamaréis profesora Hooch -comento mientras se paseaba entre los alumnos- Como habéis podido ver todos tenéis una escoba junto a vosotros. Cuando toque mi silbato quiero que pongáis la mano y digáis arriba con todas vuestras fuerzas ¿Entendido? -miró a todos los alumnos para ver como asentían- 


Cuando la profesora Hooch toco el silbato todos los alumnos nos dispusimos a hacer lo que nos digo. Potter fue el primero que lo había conseguido, mientras que su amigo Ron se había llevado un golpe en la cara con la escoba. Nazaret lo había conseguido también, al igual que su hermana. Me estaba dando rabia ver que yo no podía conseguirlo, así que lo hice con más fuerza aún. Tras varios intentos más la escoba subió hasta mi mano. Cuando todos los alumnos lo habíamos conseguido, la profesora Hooch volvió a ponerse en el centro.

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora