El perdón.

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Nazaret POV.

Tras días y días de enfermería, Draco por fin había salido. Su salud había mejorado muchísimo y nuestra relación había mejorado bastante después de lo ocurrido y de una larga charla que duro gran parte de la noche. Ambos salíamos de la enfermería, agarrados de la mano y dispuestos a devorar gran parte de los platos del gran comedor. 


¿Podemos hablar? —pregunta Harry a mis espaldas—


Me paro en seco al escuchar su voz. No hemos hablado desde lo ocurrido en los baños. He estado demasiado ocupada cuidando a Draco como para centrarme en Harry. No había tenido oportunidad de hacerle pagar lo que le hizo a Draco, pero se que mi hermana si lo hizo. Me suelto del agarre de Draco y me dirijo hacía Harry con paso decidido. Cuando estoy frente a él, le propino un fuerte puñetazo en la mandíbula, consiguiendo que se tambalee un poco y se queje de dolor. 


Da gracias a que solo es un puñetazo. —le espeto tocándome la mano— Da gracias a que Draco está vivo, porque si hubiese muerto tu compartirías su mismo destino.

Sabes que no quería matarlo, no sabía que el hechizo le haría eso. —murmura Harry apenado—

Te voy a perdonar esta vez porque Draco está vivo, pero si vuelve a pasar algo así jamás te lo perdonaré, viva Draco o no. —le digo lo más amable que puedo—

Me alegra que vuelvas a estar con nosotros. —dice Harry con una sonrisa. Se dispone a darme un abrazo pero lo paro—

Las cosas poco a poco Harry. —comento volviendo junto a Draco—


Draco me espera a escasos metros de donde estamos Harry y yo, así que no tardo nada en volver a estar junto a él.


Me alegra ver que has podido controlarte. —dice Draco juntando nuestras manos—

Ha sido bastante difícil teniendo en cuenta lo que paso. —comento soltando un suspiro—

Estoy vivo, así que olvida lo que paso. —añade Draco acariciando mis nudillos— 

No puedo hacer como si no hubiese pasado nada. —niego con la cabeza— Te recuerdo que casi mueres.

Tu lo has dicho, casi muero. Tu me salvaste y ahora estoy aquí contigo. —me recuerda Draco mientras paramos en uno de los pasillos— El pasado es el pasado.

No se como intentar que me arregle con Harry cuando lo odias. —digo rodando los ojos—

Tenemos nuestra rivalidad. —dice Draco— Pero eso no hará que te deje perder a uno de tus mejores amigos.

Empiezo a pensar que la perdida de sangre te ha afectado al cerebro. —bromeo dándole un suave codazo—


Ambos seguimos caminando hacía el gran comedor cuando escuchamos gritos provenientes de una de las aulas. Draco y yo nos detenemos y nos acercamos lentamente hacía la puerta. A medida que nos acercamos los gritos aumentan aún más. Draco se adelanta y abre la puerta rapidamente. Me asomo por encima de su hombro y no puedo creer lo que estoy viendo.

Mi hermana se encuentra subida en uno de los pupitres, forcejeando y con lagrimas en los ojos. El imbécil de Cormac se encuentra entre sus piernas, sujetando sus manos con una mano y con la otra introduciéndose entre sus piernas.


¿Qué coño haces? —grito pasando delante de Draco— ¡Ibas a violar a mi hermana, degenerado! 

No es lo que parece. —niega Cormac apartándose de mi hermana—

Incluso un ser tan imbécil como tu puede pensar mejores excusas. —comenta Draco poniendo los ojos en blanco—

¡Yo te mato hijo de puta! —grito abalanzándome contra Cormac—


Cormac cae al suelo y aprovecho para darle una patada en las costillas. Cormac se retuerce y se lleva la mano a los costados con un grito de terror. Varios alumnos empiezan a agruparse en la puerta para ver lo sucedido. Pongo mi pie derecho en su entrepierna y piso con fuerza, consiguiendo que Cormac grite aún más fuerte de lo que mi pobre hermana lo hacia apenas escasos segundos.


¡Dejadme paso soy prefecto! —escucho como Ron grita haciéndose paso entre la gente— ¿Qué está pasando aquí? —pregunta mientras su mirada se detiene en mi y en Cormac—

Este hijo de puta iba a violar a mi hermana, a tu novia. —respondo pisando aún con más fuerza—

Salid todos fuera. —dice Ron mirando a los alumnos— ¡Que salgáis todos fuera, coño! 


Los alumnos comienzan a salir y Ron cierra la puerta de un portazo. Sus ojos se detienen en mi hermana y veo como palidece al verla en este estado tan doloroso y débil. 


Apártate. —me ordena Ron con voz dura— 


La rabia se acumula en sus ojos y se hace totalmente visible. Le obedezco y me aparto de Cormac sin rechistar. Ron se inclina ante Cormac, quien aun yace dolorido. Ron se levanta, toma fuerzas y le propina una fuerte patada en la cara, rompiendo su nariz y parte de su labio. Ron vuelve a tomar fuerzas y le propina otro puñetazo en la cara, aún más fuerte que el anterior. Pone su pie sobre el pecho de Cormac y pisa con fuerza. Sus ojos están inyectados en sangre. Nunca antes lo habíamos visto así. 


Ron, basta. —le digo— Cormac ya ha pagado por lo que ha hecho.

Si te vuelvo a ver cerca de mi novia te mato. —le espeta Ron a Cormac— Te juro que te mato tirándote de la torre de astronomía. 

¡Ella se me ha insinuado! —exclama Cormac intentando levantarse— 

Vale, hasta la polla de este tío. —comenta Ron sacando su varita y apuntándolo— Cruci..

¡Ron no! —exclama Mar interponiéndose entre Ron y Cormac— No hagas algo de lo puedas arrepentirte luego.

No me arrepentiré de esto. —dice Ron con la mirada fija en Cormac—

Tu no pero yo si lo haré y más con las consecuencias que llevará. —dice Mar agarrando su mano— Vámonos por favor, sácame de aquí te lo ruego. 


Ron aparta su mirada de Cormac y la fija en la indefensa de mi hermana. Asiente con la cabeza y ambos salen de la sala. Antes de salir, Draco se dirige hacía Cormac y lo agarra del cuello.


Si me vuelto a enterar que le haces algo a mi cuñada mandaré a todo mi sequito a que te rompan todos y cada uno de tus putos huesos a golpes. —le espeta Draco soltándolo de un empujón—


Draco agarra mi mano y tira de mi fuera de la sala. Estoy sorprendida de la forma en la que ha defendido a mi hermana. Se que en parte lo hace por mi, pero se que también en el fondo de su corazón le tiene tanto aprecio que siente la necesidad de defenderla.


Estoy asombrada por la manera en la que has defendido a mi hermana. —le comento mientras entramos al gran comedor—

Lo quiera o no somos familia. —dice Draco— Además, hemos mejorado nuestra relación un montón.

¿Podríais decir que sois amigos? —le pregunto con una sonrisa—

Efectivamente. —responde Draco dándome un beso en la mejilla—


Sonrió como una tonta. No solo he recuperado a Draco, sino que ahora estoy bastante segura de que mi hermana y él no se van a matar cuando los deje solos. 



Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora