Ya sabéis lo que somos.

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Mar POV. 

El profesor Snape se había dejado ver. Empuñaba su varita mientras no dejaba de apuntar al profesor Lupin y Sirius Black. Los desarmo a ambos en un ágil movimiento y dejo la capa de invisibilidad junto a la cama. Con paso calmado y decidido se acerco a Lupin y Sirius para encararlos, mientras continuaba empuñando su varita con fuerza. 


Gracias, Lupin. Que dejaras el mapa del merodeador abierto me ha ayudado mucho para tener claro que estabas aquí. —dijo Snape con su voz fría—

Severus, esto no es lo que parece y lo sabes. —comento Lupin mientras daba unos pasos hacía atrás—

¡Le dije al profesor Albus miles de veces que ayudabas a Black a entrar en el castillo y él no me creyó! —grito Snape enfadado— No se como no pensé que usarías tu viejo escondite para esto.

Esto es realmente un malentendido, Severus. Black no va a matar a Harry puedo asegurártelo. —dijo Lupin—

Dos más para Azkaban esta noche. —dijo Snape ignorando a Lupin— Estoy deseoso de entregaros a los dementores. 


Snape movió su varita con elegancia y le lanzó un hechizo a Lupin. Unas cuerdas comenzaron a agarrarlos desde el cuello, pasando por sus brazos y finalizando en sus piernas. Lupin perdió el equilibrio y cayó al suelo con un sonoro golpe. Todos estábamos mirando aquella escena totalmente hieráticos, pues al ser despojados de nuestras varitas no podíamos hacer nada. Black miraba a Snape con gran odio y enfado. Hermione se armó de valor y dio un paso hacía delante mientras todos continuábamos intentando procesar todo lo que estaba pasando.


Deberíamos escuchar lo que deben decirnos, podría ser importante. —dijo Hermione mirando a Snape— 

No os interesa lo que tenga que decir. —dijo Snape sin apartar su varita de Black—Además, todos vais a ser expulsados. Estáis en un lugar prohibido, con un asesino y un Licántropo. 


Las palabras de Hermione no servían de nada. Black intento volver a aclarar las cosas, pero Snape estaba bastante encabezonado en que tenía la razón y no le dejaba hablar. Snape nos ordenó que saliéramos delante de él, mientras que el arrastraba al licántropo y  a Sirius para ser condenados por el beso del Dementor. Ninguno queríamos movernos de allí, pero Harry, en un ágil y rápido movimiento, se puso frente a la puerta bloqueando el paso. 


Quítate ahora mismo, Potter. —le ordenó Snape—


Harry hizo oídos sordos y, en lugar de moverse de allí, se enfrasco en una pequeña riña con Snape, quien estaba tan enfrascado en la discusión con Harry que no se daba cuenta de nuestros movimientos, por lo que rápidamente todos tomamos nuestros varitas mientras las empuñábamos con fuerza. Harry, que discutía con Snape, en un rápido movimiento se agacho y recogió su varita mientras lo apuntaba. 


¡Expeliarmo! —exclamamos todos al unísono mientras apuntábamos a Snape—


Una ráfaga de aire paso entre todos nosotros. Snape fue impulsado bruscamente hasta la pared del otro lado de la habitación. Luego, cayó en el suelo con un poco de sangre en la cabeza. No estaba muerto, puesto que aún continuaba respirando. Solo estaba inconsciente. 


Debisteis dejármelo a mí, ahora vais a meteros en serios problemas. —comentó Sirius observando la escena—

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora