Nazaret POV.
Si la perra de Umbridge ya no nos tocaba suficiente los huevos, había decidido crear una brigada para que la ayudasen a cazar a estudiantes. Y, por si fuera poco, acababa de enterarme de que mi querido y super estúpido novio era parte de la absurda brigada inquisitorial, aunque sería mejor llamarlo la brigada de los lameculos de Umbridge.
Iba por los pasillos como una furia en busca de Draco, quería explicaciones de que hacía en esa estúpida brigada, aunque los motivos ya eran bastante obvios. Tras unos minutos lo encontré en una de las miles escaleras, hablando con mis amigos con su sonrisa burlona.
Y a ti, Granger, te quito diez puntos por ser una sangre sucia. —escuche como Draco le decía a Hermione—
¿Perdona? —pregunte, situándome frente a él y cruzándome de brazos—
Oh, cariño. —dijo Draco con una sonrisa— No pasa nada, solo hablábamos.
Les estabas quitando puntos por tener el poder de la estúpida brigada. —dije arqueando una ceja—
No es estúpida. —se quejo Draco—
Súbele los puntos ahora mismo sino quieres tener que vértelas conmigo, cariño. —comente con una leve sonrisa, mientras notaba como mis ojos adquirían un color verde—
E...eso esta hecho, mi amor. —murmuró Draco a duras penas—
Draco volvió a devolverle los puntos bajo mi atenta mirada. Los chicos me lo agradecieron y me sonrieron para después ir a sus respectivas orientaciones académicas, la cual yo tenía también en apenas unos minutos con Snape y la zorra de Umbridge.
¿Te vienes al lago negro a tomar un rato el sol? —pregunto Draco rodeando su cintura con mis manos—
Me encantaría, pero no puedo. —respondí soltando un suspiro— Tengo que ir a mi orientación académica.
Yo la he tenido esta mañana. —comento Draco mientras caminábamos—
¿Cómo te ha ido? —pregunte interesada—
Creo que bien, aunque a Umbridge no le ha hecho mucha gracia cuando dije que quería trabajar en algo relacionado con la alquimia. —respondió Draco encogiéndose de hombros— Dice que con la fortuna que tiene mi familia no debería trabajar.
Que mujer tan estúpida. —comente observando mi reloj— Debo irme o llegare tarde, te veo luego.
Le di un beso a Draco en la mejilla y salí disparada como una flecha. Si fuera por Umbridge me daría igual llegar tarde, pero al estar Snape con ella no quería causar una mala impresión. Llame a la puerta y, tras escuchar la fría voz de Snape permitiéndome el paso, entre en el aula de pociones. Cruce rápidamente y me senté en la silla, quedando frente a frente con Snape y Umbridge.
Supongo que querrás ser aurora al igual que tus padres. —dijo Snape mirándome mientras Umbridge apuntaba en su libreta—
Se equivoca, profesor Snape. Quiero ser magizoologista, al igual que lo fue el señor Scamander. —dije con una sonrisa—
Permítame señorita, pero eso no es un trabajo. —intervino Umbridge con una falsa sonrisa—
Nadie ha pedido su maldita opinión. —le espete cruzándome de brazos—
Un poco de más respeto a tu directora, Blackesley. —dijo Snape— Veo que tus notas siempre superan las expectativas, sobre todo en cuidado de criaturas mágicas, por lo que no veo problema para que lo consigas.
Me alegra saber eso, profesor Snape. —dije con una sonrisa—
Sigue sacando notas tan fantásticas como estás y podrás obtener aquello que te propongas. —finalizo Snape apartando el pergamino—
Dejando a un lado el tema del estudio, ¿por qué no te unas a la brigada inquisitorial, querida? —pregunto Umbridge— Tu novio ya está en ella, así que tu también podrías.
Señora, dejemos algo claro. La odio a más no poder, así que jamás pertenecería a un grupo que se dedica a mantener la lengua en su culo. —respondí encogiéndome de hombros—
¡Cuida tu lenguaje! —exclamo Umbridge— Tu novio está en ella y es muy feliz.
Créame que su felicidad viene por otros motivos.—comente con una sonrisa—
Creo que es hora de que te vayas, debo de ver a otro alumno. —intervino Snape señalando hacía la puerta—
Me levante con una enorme sonrisa y salí de la clase de pociones. No iba a dejar que esa zorra me manipulase a su gusto, así que me sentía bastante bien al haberle dicho todo aquello. Estaba hasta las narices de ella, así que no iba a aguantarle ni lo más mínimo, no iba a callarme más con la maldita zorra esta.
Camine por los pasillos en busca de los chicos para preguntarles que tal sus asesoramientos académicos. Finalmente los encontré saliendo de la biblioteca con unos cuantos libros cada uno.
¡Chicos! —les grite consiguiendo que se girasen— ¿Qué tal las entrevistas?
Fenomenal. —respondió Mar con una sonrisa— McGonagall me dijo que si sigo sacando en todo un supera las expectativas podré conseguir todo lo que quiera.
A mi me ha dicho que debo mejorar en algunas asignaturas. —respondió Ron encogiéndose de hombros—Pero ya tengo la gran ayuda de mi amada novia para ello.
A mi también me ha dicho que debo mejorar. —respondió Harry soltando un suspiro—
A mi me ha aconsejado algunas cosas que podría hacer y me ha dicho que siga así. —respondió Hermione con una sonrisa—
Entonces, al fin y al cabo, nos ha ido bien a todos. —dije con una sonrisa—
Todos sonreímos y nos encaminamos para salir a tomar el sol durante un rato, ya que no teníamos clase durante el resto de la tarde por el tema de los consejos académicos. Cuando salíamos por las puertas del castillo, nos cruzamos con Fred y George. Mi hermana y yo nos dimos cuenta que cuando los gemelos pasaron, George miró de forma coqueta a Hermione y esta le sonrió coquetamente de vuelta.
Hermione. —la llamo Mar— ¿Podemos hacerte una pregunta?
Claro. —respondió Hermione mientras salíamos del castillo—
¿Estas con George? —le pregunte—
Si. —respondió Hermione sin pensarlo dos veces—
¡¿Estas con mi hermano?! —pregunto Ron en un grito—
Si, nos hicimos buenos amigos y una cosa llevo a la otra. —dijo Hermione con una sonrisa—
Pero si odias las bromas y cada vez les estas regañando por cosas que hacen. —comento Harry, que tenía los ojos abiertos como platos—
Lose, pero eso no quita que nos amemos. —dijo Hermione— Es cierto que muchas veces George tiene una actitud infantil y no se lo digáis porque no lo creería, pero muchas veces amo esa actitud.
¡Bienvenida a la familia! —exclamo Mar revolviéndole el pelo—
Es lo que tenemos los Weasley, siempre obtenemos lo que queremos. —dijo Ron con una sonrisa—
Sonreí y felicite a Hermione por su noviazgo con George. Ambos hacían muy buena pareja y se completaban el uno al otro. Hermione tenía una sabiduría y madurez destacable, mientras que George tenía ese lado bromista y infantil que lo hacía único.
Cuando llegamos al lago negro me despedí de los chicos y me fui hacía donde Draco se encontraba; debajo de un árbol, tumbado a la sombra. Me tumbe a su lado y le conté como había ido todo. Draco se limitaba a escucharme con una sonrisa mientras me acariciaba el pelo.
Aunque tuviese el peor día de mi vida, Draco conseguía que fuese el mejor día con solo una sonrisa. Sin duda alguna, no amaría a nadie más fuerte de lo que amo a Draco Malfoy.
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Complicated Love
عشوائيMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...