Tragababosas .

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Harry nos obligo a todos a escondernos detrás de un árbol para que el profesor Lockhart no nos viera. Lockhart se giro y le dijo algo a Hagrid antes de irse. Cuando estuvo lo suficiente lejos de la cabaña salimos rápidamente de detrás del árbol y corrimos a la cabaña de Hagrid. Harry pego y a los segundos Hagrid abrió. Su cara mostraba que estaba enfadado, pero en cuanto nos vio nos dedico una sonrisa.


Ya pensé que no vendríais a verme -dijo Hagrid dejándonos paso- Pasad.


Harry y yo introdujimos a Ron en la cabaña rápidamente. Hermione y Nazaret entraron detrás de nosotros. Pusimos a Ron junto a la chimenea. Harry le explico rápidamente a Hagrid lo que había pasado con Malfoy y sobre el hechizo que Ron había conjurado y que le revoto. Hagrid le tendió un cubo a Ron y se sentó en el sillón que había enfrente.


Debemos dejar que las vomite todas -dijo Hagrid- Es mejor que salgan todas, así que vomita tranquilo, Ron.

¿Qué quería Lockhart? -le pregunto Harry-

Ese idiota quería mostrarme como eliminar a los duendes del pozo -contestó Hagrid con mala cara- Como si yo no lo supiera ya. También me conto algunas de sus mentirosas batallitas.


Todos, excepto Hermione, soltamos una risa ante el comentario de Hagrid. Era muy raro ver a Hagrid hablando mal de algún profesor, pero si lo hacía es porque realmente tenía motivos para hacerlo. Hermione se cruzo de brazos y tosió falsamente para llamar nuestra atención. Todos la miramos. Yo continuaba frotándole la espalda a Ron mientras la miraba. 


Estáis siendo demasiado injustos -nos espeto Hermione molesta- Si esta en ese puesto es porque Dumbledore considero que era el mejor.

No es que fuera el mejor. Es que era el único que se presento al puesto -dijo Hagrid- Ya sabéis lo poco que duran los profesores de defensa contra las artes oscuras, la gente piensa que ese puesto esta maldito.  Bueno, hablemos de otra cosa. ¿A quien querías hechizar Ron? 

A Malfoy. Llamo algo a Hermione -respondió Harry- no se lo que significa pero debe ser algo malo porque todos se pusieron muy violentos.

Fue muy fuerte -dijo Ron antes de vomitar otra babosa- Malfoy la llamo sangre sucia.


Mi hermana y yo nos revolvimos en nuestros asientos cuando Ron volvió a mencionar aquella palabra. Ron volvió  a vomitar otra babosa y Hagrid se levanto alterado y enfadado. 


¡No! -exclamo Hagrid mirando a Hermione-

Si -dijo Hermione- Yo tampoco se lo que significa pero aseguraría que fue algo muy grosero. 

Es lo más insultante que se le puede decir a una persona -dijo Ron mientras ponía el cubo en sus piernas- Sangre sucia es el nombre más horrible con el que los magos denominan a los hijos nacidos de Muggles. La familia de Malfoy, al igual que otros magos, piensan que son los mejores por tener la sangre limpia. 

Pero eso es una suma tontería, la verdad -intervine volviendo a frotarle la espalda a Ron-

Sinceramente has tenido suerte en ser tu quien te hechizaste -dijo Hagrid- Si se lo hubieses hecho a Malfoy su padre no hubiese tardado en venir a la escuela y ya sabes.


Hagrid se enfrasco en una conversación junto a Harry. Ron continuaba vomitando babosas mientras yo le frotaba la espalda con mas suavidad cada vez. Me dolía muchísimo verlo así, y más si era por culpa del imbécil de Malfoy.  Pero la cosa no iba a quedar así, Malfoy iba a pagarlas muy cara por todo lo que había hecho. Hagrid nos ofreció un caramelo a todos pero no teníamos ganas, por lo que le dijimos que no y le dimos las gracias. Hagrid insistió en que saliéramos, puesto que quería enseñarnos algo. Ayude a Ron a levantarse y puse mi brazo alrededor de su cintura, para que pudiera mantenerse en pie mientras sujetaba el cubo. Hagrid nos llevo al pequeño huerto que tenía detrás de su cabaña para mostrarnos unas enormes calabazas. 


Son para Halloween -dijo Hagrid mientras observábamos las calabazas- Para ese día ya deberían haber crecido más.

¿Le has echado algo? -le pregunto Harry-

Seguro que algún hechizo fertilizante -afirmó Hermione-

Si, use un hechizo fertilizante. Gran observación, Hermione -dijo Hagrid con una sonrisa-


Hermione comentó que se iba y nos dejo solos junto a Hagrid. Estuvimos unos minutos más con él hasta que a Harry le entró hambre, puesto que según él solo se había comido un caramelo en toda la mañana. Nos despedimos de Hagrid y iniciamos nuestro paso para volver al castillo. Ron continuó todo el camino agarrado a mi mientras vomitaba algunas babosas más por el camino, pero ya no tantas como antes. Justo cuando nos encontrábamos poniendo un pie en el vestíbulo una voz nos hizo pararnos en seco.


Conque aquí estáis Potter, Weasley y Blackesleys -dijo la profesora Mcgonagall mientras se acercaba a nosotros- Vais a cumplir un castigo esta noche que lo sepáis. 

¿Qué deberemos hacer, profesora? -le pregunto Ron mientras intentaba no vomitar otra babosa-

Usted, señor Weasley, junto a las hermanas Blackesley, van a ayudar a Filch a limpiar la sala de los trofeos al estilo muggle -comentó la profesora Mcgonagall- Y usted, Potter, ayudara al profesor Lockhart a responder la carta de sus admiradoras.

¿Y no puedo ayudar con la plata? -pregunto Harry haciendo una mueca-

No, Potter. El profesor Lockhart me ha rogado que seas tu precisamente quien lo ayude. A las ocho en punto todos -concluyó la profesora Mcgonagall antes de alejarse de nuestra vista-


Suspiramos y comenzamos a andar de nuevo hacía el gran comedor. En cuanto entramos allí Hermione nos miro con su típica cara de ''Si no hubierais roto las normas no pasaría nada''. Ignoramos la mirada de Hermione y comenzamos a avanzar hacía nuestra mesa. Mi hermana se despidió de nosotros y se fue a la mesa de Slytherin para sentarse junto a su amigo Zabini. A lo lejos pude ver como Draco los miraba y soltaba un suspiro, mientras que Pansy intentaba con todas sus fuerzas que le hiciera caso. Aparte mi mirada y me dirigí hacia mi mesa para sentarme junto a los chicos. Ron había comido muy poco para lo que solía comer, al igual que Harry yo. Los tres estábamos hablando de que nos había tocado el peor castigo.


¡En esa sala debe de haber miles de trofeos! -exclamo Ron mientras me miraba- No vamos a acabar nunca.

Pues yo te cambiaría mi castigo por el tuyo -dijo Harry- 


La comida había terminado y la tarde paso rápidamente. Tan rápido que ya eran las ocho de la tarde y los cuatro nos encontrábamos esperando nuestro castigo. El señor Filch nos llevo a mi hermana, a Ron y a mi a la sala de trofeos. Estuvimos allí limpiando hasta pasadas las doce de la noche, cuando ya habíamos terminado todo. El pobre de Ron tuvo que limpiar el mismo trofeo catorce veces hasta que Filch le dio el visto bueno y también vomito otra tanda de babosas en uno de los trofeos. Salíamos de la sala de los trofeos y caminábamos por las pasillos cuando nos encontramos con Harry, quien parecía un poco asustado. Comenzó a contarnos que había escuchado una voz cuando estaba con Lockhart. Según él la voz decía algo de desgarrar y matar. Ron le pregunto si Lockhart había oído aquella voz, pero Harry negó con la cabeza, lo que lo convirtió en algo aún más extraño de lo que ya era. 


Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora