Vestimenta de Mar y Nazaret en multimedia.
Nazaret POV.
Los días continuaron pasando entre trabajos, los entrenamientos de Quidditch y la locura de que Sirius Black continuaba suelto por la calle. Mi brazo ya estaba totalmente recuperado, lo que era genial. La próxima visita a Hogsmeade, que se realizaba durante el periodo de navidades, había llegado finalmente. Draco me había vuelto a pedir con él y no pude rechazar la invitación. De todas formas, lo había comentado antes con mis amigos y mi hermana para que no se enfadaran. Me peine y me mire en el espejo por última vez, viendo como mi pelo estaba completa y perfectamente peinado. Mi pelo, que se encontraba totalmente ondulado, caía por mi espalda. Llevaba un jersey de color rosa muy claro, un pantalón vaquero roto por las rodillas, unas deportivas bastante cómodas y una bufanda blanca. Como todos dirían, iba como una completa muggle. Y efectivamente era así, pues tanto mi hermana como yo, sentíamos devoción por la ropa del mundo muggle. Agarre mi abrigo de color marrón, me eche un poco de perfume y salí rápidamente de la habitación.
Me encamine junto a mi hermana y mis amigos hacía el patio, donde esperaban el resto de los alumnos de Hogwarts. Antes de llegar, todos nos despedimos de Harry y prometimos traerles tantos dulces como la última vez. A pesar de que deberíamos estar alegres por la visita a Hogsmeade, nos sentíamos algo tristes por tener que dejar a Harry aquí, totalmente solo. Me despedí de mis amigos y de mi hermana y me encamine junto a Draco, quien estaba junto a la fuente esperándome. Llevaba un jersey de color gris, unos vaqueros de color azul, unas botas de color gris, un abrigo negro y un gorro. Debía admitir que Draco, usara lo que usara, lucía siempre muy atractivo.
¿Listo para arrasar con Honeydukes de nuevo? —le pregunte cuando estuve tras él—
Sabes que nací preparado —contesto Draco con una sonrisa— Hoy quiero ir también a la casa de los gritos, ya que la última vez no nos dio tiempo.
Esta bien —le dije mientras comenzábamos a caminar—
Estas muy guapa, que lo sepas. Aunque bueno, tu siempre lo estas —me dijo Draco mientras agarraba mi mano y me daba un beso en la mejilla—
¡Maldito Draco! ¿Por que tenía que decirme eso?. Me puse tan roja como el cabello de Ron y las palabras se atascaron en mi garganta, por lo que solo me limite a asentir con la cabeza. Cualquiera diría que somos una pareja, pero la única verdad es que Draco mejoraba su relación de amistad conmigo. Cada día iba cogiendo más confianza, lo que me encantaba para ser sinceros. Cogidos de la mano, como una pareja de enamorados, comenzamos a caminar a través de Hogsmeade, mientras mirábamos algunos escaparates que ya habíamos visto la semana pasada. Esta vez, la visita a Honeydukes fue más rápida, puesto que ya conocíamos la tienda y sabíamos perfectamente lo que queríamos llevarnos. Así que, a los pocos minutos, salimos de Honeydukes con una enorme bolsa en la mano cada uno.
Había pensado algo —comento Draco mientras nos encaminábamos a la casa de los gritos—
Cuéntame —le anime con una sonrisa—
He pensado que podías pasar unos días en mi casa el último mes de verano —sugirió Draco—
Paso todo el último mes en la casa de los Weasley —le dije, pero al notar su tristeza proseguí— Pero estaré encantada de pasar dos semanas en tu casa.
¿Enserio? —pregunto Draco asombrado—
Si, claro. Y luego las otras dos semanas la paso con los Weasley, no habrá problema —le dije encogiéndome de hombros—
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Complicated Love
RandomMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...