La visita de los Salvatore.

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Nazaret POV

Quedaba tan solo una maldita semana para que Julio acabase y yo aún no les había dicho a mis padres ni a mi hermana que me iría durante las dos primeras semanas de Agosto a casa de Draco. Contárselo a mi hermana no sería problema alguno, puesto que sabía perfectamente que le parecería bien que fuese. El caso eran nuestros padres, en cuanto le dijera a mi padre que iría a la mansión de los Malfoy, unos antiguos mortifagos, seguramente se negaría. Decidí que antes de todo iba a contárselo a mi hermana, para así poder contar con su ayuda en el momento que nuestros padres se pusiesen hechos una fiera. Salí de mi habitación y fui a buscarla a la suya, pero no la encontré. La busque por el salón, por la pequeña biblioteca que teníamos, por el salón y por el jardín sin resultado alguno. Rápidamente vino a mi mente donde estaba. Comencé a bajar las escaleras hacía el pequeño sótano que teníamos en casa, el cual mi hermana y yo habíamos convertido en un pequeño gimnasio y aula para practicar baile. 

Al llegar vi que la puerta estaba entreabierta, por lo que mi hermana se encontraba seguramente allí. Entre a la habitación sin llamar y la encontré allí. Vestía unos pantalones cortos y un sujetador deportivo, mientras le golpeaba a un saco de boxeo con todas sus fuerzas. Me acerque lentamente y me senté en el suelo junto a ella. 

Si sigues golpeándole tan fuerte al saco vas a romperlo. —le dije observándola golpear el saco— ¿Puedes parar? Tengo que hablar contigo.

Claro, cuéntame lo que quieras, hermanita. —dijo Mar cogiendo una toalla y secándose el sudor— 

Antes de volver de Hogwarts, Draco me pidió pasar un tiempo en su casa durante verano. —dije levantándome del suelo— Le dije que estaría encantada de pasar las dos primeras semanas de Agosto en su casa.

¿Y quieres que yo te apoye en el momento que se lo digas a nuestros padres? —pregunto Mar con la ceja levantada—

Odio que me conozcas tan bien. Aparte de eso, quiero tu visto bueno también. ¿Crees que debería ir? —le pregunte mientras subíamos las escaleras—

Claramente que si deberías ir. Sientes cosas por Draco y pasar dos semanas en su casa, a solas con él, es lo mejor que te podría pasar. —respondió Mar—

Entonces ¿Me ayudaras a contárselo a papa y mama en la comida? —le pregunte cuando paramos en el salón—

Obviamente, no voy a dejarte sola en esto. —respondió Mar con una sonrisa—

Mi hermana subió a ducharse y yo aproveche para ponerme ropa decente, por si teníamos que ir a algún lado con nuestros padres estar completamente lista y no perder tiempo. Me decante por unos jeans de color azul y una blusa de flores, puesto que hacía un calor de mil demonios. En cuanto mi hermana salió de la ducha y se vistió, entró  a mi cuarto y se sentó en la cama. Llevaba unos jeans negros y una blusa de color rosa, que le hacía resaltar su piel morena. Comenzamos a hablar de diversos temas mientras estábamos tumbadas en la cama. Nuestros padres no volverían hasta la hora de la comida, por lo que podíamos estar totalmente relajadas durante toda la mañana.

Ron me ha comentado que este año estará Charlie en la madriguera. —me comentó Mar—

¡Eso es genial! —exclame con una sonrisa— Tenía muchas ganas de ver a Charlie, llevamos sin verle al menos cuatro años.

Lose, yo también tengo ganas de ver al gran dragón. —dijo Mar con una sonrisa— 

Íbamos a continuar hablando cuando el timbre sonó. Mi hermana y yo nos levantábamos de la cama y bajamos rápidamente hacía el recibidor. Lo bueno de nuestra casa, es que había un hechizo que impedía que cualquier persona entrara sin ser invitada por algún habitante de la casa, por lo que no teníamos que temer por nada. Me acerque a la puerta y, mientras mi hermana se situaba junto a mi, la abrí lentamente. Al primero que logre ver fue a Stefan Salvatore, quien sonrió ampliamente al ver a mi hermana. Luego, logre ver a Damon, quien estaba de espaldas y se giró rápidamente cuando Stefan le dio un leve codazo. En cuanto Damon me vio, me dedico una cálida sonrisa. Tanto mi hermana como yo no podíamos negar que los habíamos estado evitando durante la mayor parte del verano. Sabíamos que eran unos geniales amigos, pero a veces nos cansaba de que intentaran tantas veces tirarnos los tejos pensando que no nos dábamos cuenta. 

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora