Tiempo junto a los Matsuno (Matsunos x Reader)

Soledad - • OneShot Osomatsu • -

Soledad — • ❤️ OneShot Osomatsu ❤️ • —

Era ya mucho el tiempo que lo había visto comportarse de aquella manera. Desde la perdida de sus hermanos, todo se había vuelto gris y desanimado. Su humor había cambiado por completo, solo contigo podría fingir ser feliz, algo que nadie podría creer aunque lo viesen. Esa sensación vacía que lo dominaba de haber perdido a sus hermanos sin tener la más mínima oportunidad de controlarlo, de asimilarlo. De estar completamente solo.

—Osomatsu —Lo llamaste tratando de obtener su atención—. ¿No quisieras entrar? Hace mucho frío aquí afuera~

Esa fría inexpresividad en su rostro te había dejado una sensación de incomodidad.

—¡Hey! —Su sonrisa se formó con rapidez en su rostro—. ¿Hace cuanto estás aquí? ¿Por qué no me llamaste antes~?

—Yo... —Las palabras no salían de tus labios. No sabías que decir en estas circunstancias.

—¿Te sientes mal? —Su expresión demostraba clara preocupación. Demasiada.

Ahora se encontraba tomándote de los hombros palpando tu cuerpo sin malicia alguna, en verdad demostraba pura preocupación por ti.

—Apestas a cigarro —Lo alejaste un poco—. Deberías tomar una ducha, ¿no? —Sonreíste agradeciendo su preocupación.

—Eso creo —Soltó una risa nerviosa. Sus dedos no paraban de entrelazarse entre si.

—¿Quisieras cenar conmigo? —Cuestionaste señalando tu casa detrás de ti—. Tu mamá me llamó preocupada, no sabía donde te encontrabas, fue un milagro que te viese por mi ventana antes de que me colgara...

—Muchas gracias —Se inclinó un poco en señal de agradecimiento—. Lo se, tendré que disculparme con ella, yo no pude avisarle antes, cuando me di cuenta estaba aquí...

Osomatsu se miraba demasiado paranoico, algo comprensible. Tras haber sido "abandonado" por sus hermanos, comenzaba a temer de si mismo, de ser desplazado y olvidado, temía perder más gente que amaba. Tú eras la chica de sus sueños, saber que podía perderte, era algo que le aterraba horriblemente. No quería perder a la única que le mantenía sobre tierra, su único consuelo, su pequeño y acogedor refugio que lo sacaba de aquella realidad solitaria.

—Tranquilo, es natural que pase a veces —Colocaste tu mano en su hombro tratando de confortarlo—. Entremos, hice pollo frito con papas~

Lo guiaste muy fácilmente hacia el interior de tu casa. En realidad el aroma a comida casera se podia oler en el interior de tu hogar.

—Huele delicioso —No estaba mintiendo. El aroma había provocado que su estómago rugiese con más fuerza que antes. No había tomado su comida después de todo.

—El que suene es muy diferente a que lo sea, ¿no lo crees? —Reíste de tu propio chiste en lo que tomabas rumbo a la cocina.

—Eso creo —Soltó una ligera risa. Tu silueta era lo único en que sus ojos se fijaban—. ¿Necesitas ayuda?

—Tranquilo amor, yo te sirvo —Negaste suavemente mientras señalabas detrás de ti—. Por lo mientras puedes ir al sofá, calienta mi lugar por mi, porfa~

—Ah... —Su rostro se había tornado caliente. Era normal que fueses cariñosa con él pero ahora tus acciones lo afectaban más de lo normal—. E-Esta bien...