Tiempo junto a los Matsuno (Matsunos x Reader)

Solo es un juego (Ichimatsu)

Así que... Eres tú -Murmuré sosteniéndole la mirada. No me decía absolutamente nada, solamente estaba ahí. Observándome de arriba a abajo como si estuviese analizándome completamente.

¿Por qué estás aquí? -Preguntó en un susurró aún sin despegar su mirada. Hice lo mismo que él intentando encontrar algo fuera de lo normal. Pero no, típico chico de loco que se encuentra con camisa de fuerza. Aunque debía ser muy peligroso si necesitaba ser atado a esa cosa cuando recibía visitas.

Creen que mate a mis hermanos... -Respondió después de unos breves segundos. Parecía algo perdido, pero al verme recuperó aquella extraña maña de analizar como lo hizo al inicio.

¿Lo hiciste? -Pregunté saliendo de ms pensamientos, parecía algo inestable. Pero el matar a sus hermanos, era algo que inclusive para mi era demasiado. Aunque, hay todo tipo de gente así que no debo sorprenderme.

Si, pero nadie sabe la historia -Murmuró viendo por unos momentos el suelo. Hizo fuerzas con intenciones de liberarse sin éxito alguno. Me acerqué de manera precavida intentando calmarlo.

Cuéntala, dime tu versión de la historia~ -Dije de manera nerviosa quedando a una distancia segura. Su mirada se posó con rapidez en mi como si hubiese dicho algo tonto, sin embargo mi mirada decidida parece haberlo trastornado.

¿Por qué deberia? Solo eres otra más... -Me miró con el ceño fruncido dejando sus intentos por liberarse. Parecía que finalmente había obtenido su atención y esta era mi oportunidad.

Quiero saber lo que nadie ha sido capaz de comprender de ti -Me acerqué intentando darle apoyo, pero al ver como se movía bruscamente decidí no acercarme más y quedarme en mi lugar esperando su respuesta.

Como sea... -Desvió la mirada logrando que me desanimara un poco. Tal parecía que hoy no era mi día. Era de esperarse, después de todo quien confía en una extraña tan rápido a pesar de que tu no eres la primera en intentarlo. Sin embargo lo observé sorprendida al ver como empezaba a relatarme la historia.

Su historia.

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Hace unos años, cuando era un niño y vivía junto a mis hermanos... Y mis padres, era una buena vida. Era genial poder tenerlos a ellos a mi lado, sabiendo que sin importar que ellos siempre estarían ahí para apoyarme así como mis padres los cuales amaba y ellos a mi también.

Sin embargo había un problema con nosotros seis y eso sencillamente era el bullying. Aquellos estúpidos niños no nos entendían, solamente nos molestaban por el hecho de ser idénticos. Aunque demostrábamos no serlo a base de nuestra personalidad, eso no parecía importarles en lo absoluto.

¿Mis padres? Ellos no sabían nada del asunto, era un acuerdo que pusimos los seis silenciosamente. Preferíamos sufrir nosotros a que lo sufrieran nuestros padres. Simplemente no lo merecían. No cuando hacían todo por nosotros.

Recuerdo que una vez me separé de mis hermanos, fue algo tonto lo sé. Pero en mi ingenuidad, decidí irme a buscar a aquel lindo gatito que había visto juguetear por aquel callejón. Sin duda mi peor error el cual fue el detonador de todo este juego explosivo.

Justo cuando di media vuelta fue demasiado tarde, un golpe en el rostro logro tirarme al suelo de forma brusca. Puse mis manos sobre mi rostro intentando protegerme escupiendo aquel sabor metálico que no dejaba de salir de mi boca. Sentí como los golpes se repartían por todo mi cuerpo. Cerré mis ojos rogando por ayuda en mi mente. Mi vista era nublada por la sangre y las lagrimas. No quería venganza, solamente quería ser salvado. Justo cuando terminaron escuche algo antes de caer dormido.

"No puedo creer que sus hermanos lo hayan entregado con tal de salvarse, los hermanos Matsuno son tan patéticos"  

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