Tiempo junto a los Matsuno (Matsunos x Reader)

Eres tú - • OneShot Osomatsu • -

Eres tú — • ❤️ OneShot Osomatsu ❤️ • —

Nunca te habías logrado sentir tan asustada, perdida y asombrada como en estos momentos.

—¿Q-Quién eres tú...? —Jadeaste asombrada. Creías estar soñando, pero el pellizco que te diste a ti misma logró recordarte que esta era tu realidad actual.

—¿Asustada, princesa~? —Estaba divirtiéndose con la situación. Esa sonrisa burlona lo dejaba en claro.

—¡C-Claro que si! ¡No es normal que un tipo de pronto llegue y tenga cuatro putos ojos! —El miedo era claro en tu voz.

Encontrarlo en el día tal vez no te hubiese asustado mucho, pero verlo de noche y en tu habitación sin invitación alguna, era muy perturbador.

—Te recordaba más educada... —Su ceño ahora estaba fruncido. Se miraba un poco enojado.

—¿Te conozco? —Detestabas haber perdido aquel barrote que tenías anteriormente debajo de tu cama. Si tuvieras oportunidad lo golpearías y huirías.

—Vine por ti~ — Soltó. Te estaba recorriendo con la mirada.

—¿Por mi? —Te escondiste más entre las cobijas tratando de que se alejase de ti.

—Tranquila, solo necesito verificar si realmente eres tú~ —Estaba realmente esperanzado con que fueras tú.

—¿Cómo vas a verificar que sea yo si acabas de decir que venías por mi? —Trataste de razonar con él—. ¡N-No te acerque! ¡Das miedo!

—Necesito saber... —Tu cuerpo se tensó al sentirlo subir a tu cama.

—¡Al menos enciende la luz! —Cerraste tus ojos con fuerza. Ni siquiera fuiste consciente al hacerlo.

—Necesito verte a ti —Sentiste su aliento chocar contra tu cuello. Estabas acorralada, como si fuese parálisis del sueño.

Terminarías orinándote del miedo en cualquier momento.

—No seas mamón... —Tus palabras no salían, menos cuando sentías su lengua recorrer tu mejilla. Juraste sentir algo pegajoso no proveniente de su lengua.

—Eres tú pero... —Sonaba realmente consternado.

—Ya wey... —Pediste en buen plan. Tu corazón no podía aguantar con tanto. Querías dormir de una buena vez y salir de aquella situación tan estresante.

—Suenas realmente diferente —Continuaba examinándote. Tu mano fue dirigida a su nuca, tuviste que ahogar un grito al sentir otra cosa pegajosa chocar contra tu palma.

—¿¡Cuántos ojos tienes!? —Exclamaste ya completamente harta de sentir tantos ojos chocando contra tu piel.

—Hey, ¿qué edad tienes? —Estaba realmente curioso por ti. Eras idéntica a sus recuerdos, pero lucias algo más aniñada de lo que recordaba.

—Diez y nueve —Susurraste aún sin abrir los ojos. No tenías el suficiente valor para hacerlo.

—¿Ah? —Esa no era la edad que esperaba. Eras demasiado joven—. ¿Estás segura?

—Si, ¿ya me dejarás ir? —Entreabriste finalmente tus ojos. Ahora lucía relativamente normal y con dos ojos solamente—. Eres guapo...

—Eres tú... —Murmuró. Su mano acariciaba gentilmente tu barbilla—. Tienes la misma expresión de sorpresa que tanto me gustaba...