¡Rápido! ¡Tenemos que huir o él nos encontrará! -Grité desesperada antes de tomarlo de la manga intentando llevármelo conmigo. No quería perderlo, no cuando él era una de las piezas claves para detener toda esta locura. ¿Un pretexto para mantenerlo a salvo y con vida? Tal vez eso sea cierto.
¡No podemos dejarlos atrás! Osomatsu, Ichimatsu... ¡Son nuestros amigos! -Me gritó prácticamente en la cara provocando que abriese mis ojos asombrada mientras un violento estremecimiento cruzaba por toda la columna vertebral de mi cuerpo. Apreté mis puños sintiendo una horrible impotencia.
Tienen sangre de demonio, estarán bien... -Murmuré intentando convencerme más a mi misma, sacudí mi cabeza antes de volver a mis intentos por llevármelo conmigo- A diferencia, ¡Eres un humano! ¡Puedes morir en cualquier momento y no lo voy a permitir! -Lo miré fijamente restando importancia al hecho de mi rostro completamente deformado por la desesperación que sentía en esos momentos.
¿Sangre de demonio? -Preguntó por lo bajo desviando su mirada hacia el suelo, me desesperé al ver que ese demonio se encontraba cerca, jalé con más fuerza a Karamatsu intentando salvar su patética vida. Solté una maldición por lo bajo al ver como este parecía no querer seguirme. Detestaba que fuese tan buena gente, de cierta manera... era lo que más admiraba de él. Algo que no podía lograr hacer, debido a mi egoísta forma de ser.
Si, sangre de demonio ahora tenemos que... -Mis palabras fueron silenciadas bruscamente al notar como me miraba con aquella profunda y seria mirada que muy pocas veces dejaba ver a la luz. No tuve que pensar mucho la situación para entender lo que claramente quería decirme con su mirada. Algo que simplemente no me agrado en lo más mínimo- No lo haré...
Ellos... ¡Están muriendo por nosotros! -Me tomó de los hombros mientras me volvía a gritar, fruncí mi ceño antes de mirar hacia el suelo incrédula y frustrada. Me dolía el hecho de oírlos gritar de agonía no a pocos metros de donde nos encontrabamos, pero Karamatsu era nuestra prioridad ahora, no podía dejar que muriese sin antes poder salvarnos.
¡Si tu mueres, es game over para todos! -Grité levantando mi rostro para dedicarle aquella mirada enfadada sin embargo no tuve tiempo para reaccionar, cuando me di cuenta sus labios ya se encontraban pegados contra los míos. Solté un quejido adolorida al sentir una mordida en mi labio inferior, lo golpeé de los hombros intentando separarlo, pero fue inútil. Cerré mis ojos intentando retener aquellas lagrimas que querían deslizarse libremente por mis mejillas.
Lo siento... -Sonrió levemente mientras se separaba levemente de mis labios, todo sin dejar de verme. Abrí lentamente mis ojos intentando acallar los quejidos que intentaban escapar de mis labios. Se supone que demonios como nosotros no saben lo que es amar a alguien, tener aquel desagradable sentimiento de querer salvar a aquella persona de una manera tan desesperada. Eso no debería sentirlo. ¿Entonces por qué...?.
Vas a cambiar, yo no quiero eso... -Murmuré sintiendo como mi garganta repentinamente se sentía seca, ignoré aquel sabor metálico que se encontraba dentro de mi boca. Me acerqué colocando mis manos sobre sus hombros, lo miré de manera adolorida- No quiero que nos olvides, no olvides tu misión maldito ser egoísta... -Mire al suelo nuevamente mordiendo mi labio lastimado sin importarme el lastimarlo más. No podía sentir más dolor que el de la impotencia de esos momentos.
No los voy a olvidar, después de todo tengo que salvarlos... ¿No? -Sonrió levemente con aquella ternura que siempre había tenido en su ser, antes de cerrar sus ojos. Una luz empezó a iluminarlo provocando que los presentes volteasen a verlo con asombro. Me crucé en el camino de aquel monstruo el cual se dirigía con intenciones asesinas hacía Karamatsu el cual se quejaba por lo bajo. Su rostro se encontraba fruncido por el dolor.
No vas a tocarlo... ¿¡Oíste, maldito demonio!? -Exclamé antes de empuñar mi arma con fuerza, no iban a tocarlo. No permitiría que le hicieran daño, aún a costa de mi propia vida lo iba a proteger con todo lo que tuviese. Pude ver en cámara lenta como su garra iba en dirección hacia mi. Estaba a punto de defenderme cuando la luz lo cegó por completo, aprovechando ese momento de vulnerabilidad me alejé solo para quedarme congelada ante la imagen frente a mi.
Un nuevo ser se encontraba frente a mi, era idéntico a él provocando que un sentimiento de alegría me invadiese por completo, sin embargo la pequeña sonrisa que se había formado en mi rostro desapareció al notar la mirada fría en su rostro así como la sonrisa cínica y sin sentimientos. Apreté mis puños fuertemente viendo como movía ansiosamente sus nuevas alas.
El Karamatsu que conocíamos había muerto en el momento de beber mi sangre, ahora se encontraba un nuevo ser frente a nosotros, se había sacrificado por nosotros.
Fue la única salida.
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Jaskjaka siempre tengo propósito de dormir temprano y siempre termino desvelándome :'u
Luego porque me quejo de que estoy ciega (?)Tengan buenas madrugadas uwu/
PD: ¡5k votos! ¡Muchas gracias! Me hacen sentir tan feliz compahs :'D
Me han hecho mi madrugada, se los juro, les doy mucho lof <3
Bye-Bye~
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Tiempo junto a los Matsuno (Matsunos x Reader)
FanfictionSerie de mini oneshots sin orden realmente :u -Derecho al cread@r del dibujo-