➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ①③

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Karol

Miro por una última mi habitación, observando los recuadros en la pared, los muebles y la ropa desparramada en la cama. Deslizo la maleta junto a mi cuerpo para ver mejor desde el interior. Sólo espero no olvidar nada.

—¿Estás lista? —me pregunta Valentina.

—Yo... si creo que si.

Limpio las lágrimas en mis mejillas que ni siquiera había notado. Valentina suspira, da un paso hacia mí y envuelve mi cintura por la espalda, dándome un cálido abrazo.

—Pupi debe tener hambre —dice en broma.

—Sí y yo... —murmuro.

—Sé que es difícil. Para mí también lo es... pero es lo mejor.

—Lo sé —asiento—. Sólo que... no estoy lista para dejarlos ir.

—Jamás los dejaras, ellos siempre vivirán en ti.

—En eso tienes razón... —acaricio mi vientre—. Espero que esta sea la mejor decisión —murmuro.

—Yo también...

Un silencio nos invade, abrumador e incómodo. Para ambas está siendo difícil de sobrellevar esto, pero hemos demostrado ser muy fuertes. Nada puede con nosotras. Aunque queramos rompernos, siempre nos levantamos y seguimos, porque si no lo hacemos nosotras ¿quién lo va a hacer?

—Tu madre nos ha preparado el desayuno y Carrick nos verá en el aeropuerto —me avisa.

—Claro, enseguida bajo —le respondo.

Ella asiente en mi dirección, dándome un último apretón y saliendo de la habitación. De pronto vuelvo a sentirme vacía, sola y perdida. Desde que Ruggero y Lionel no están me he sentido así, no he estado sola en los últimos cuatro años. Va a sonar mal, pero pasé de estar con Lionel a estar con Ruggero y luego estar con ambos. Me acostumbre a ellos, y esto está siendo terriblemente difícil.

¿Algún día me recuperaré? ¿Algún día me volveré a enamorar? Ya lo averiguare.

Ruggero

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Ruggero

—Estaba a punto de decir mi nombre... —sollozo—. Él me besó, él sabe quien soy y lo que nos ocurrió. Esto es una mierda —gruño.

—Ya, chaval. Pareces una marica meta llore y llore. Me duele la cabeza —gruñe Borja desde su cama.

—Lionel... Lo primero que Lionel dijo fue nombre, la nombró a ella...

—¿Y estás celoso?

—¡Claro que no! —chillo—. Él me besó a mí.

—Si que tienes mala suerte, tío. Mira que casi se te muere el novio y ahora que tiene un síndrome. Os vais a tened un mogollón de cosas para contarles a vuestros críos.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora