➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ①⑨

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—Karol, ya casi son las doce. Ven—dice mi madre.

Desde la cocina, uno de los mozos empuja un pequeño carrito con una gran torta arriba y todos empiezan a cantarme el feliz cumpleaños. Hace dos años que no festejaba el día en el que llegué al mundo, pero agradezco esta vez si hacerlo. Encienden la velita y soplo suavemente para apagarla, todos aplauden y sonrío.

—Felices dieciocho mi amor—dice Ruggero, besando mi mejilla y envolviendo mi cintura con su brazo.

—Feliz cumpleaños, Karol—dice Lionel, besando mi mejilla y abrazándome desde el otro lado. Pasa su brazo por mis hombros.

Me río al imaginar como nos vemos en este instante, cualquiera diría que somos un poliamor y hasta yo lo pensaría. Son simplemente mis hombres favoritos, solo que ahora con el intercambio de roles... Estamos mucho mejor.

Estoy disfrutando de verdad la noche, evitando la escenita de Valentina y el hecho de que mi padre se pasea como un hombre de sociedad del brazo de su amante

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Estoy disfrutando de verdad la noche, evitando la escenita de Valentina y el hecho de que mi padre se pasea como un hombre de sociedad del brazo de su amante. No deje que esas cosas arruinaran mi noche y me siento realmente orgullosa de mí misma. De una forma u otra, he demostrado ser mucho mejor persona que ellos juntos.

—Karol—me llama mi madre, sacándome de la pista—. Es momento de que abras tus regalos—dice, dándome una gran sonrisa.

—El que estés aquí, es el mejor regalo que puedes haberme dado—le contesto, tomando sus manos y sonriendole.

—Tú eres el gran regalo que me dio la vida, cielo—besa mi frente y a los segundos Ruggero me alcanza.

—¡La cumpleañera abrirá los regalos! —grita y todos aplauden.

—Creo que preferiría hacerlo en privado—les digo, al ver que tengo casi ochenta pares de ojos en mi dirección.

—Vamos, así es más divertido—contesta mi madre y me encojo de hombros.

Observo la pila de regalos, se pueden ver desde grandes cajas de cartón, bolsas de Gucci y Louis Vuitton, hasta pequeñas cajitas y sobres. Suspiro y comienzo a abrir. La primera caja son unos hermosos zapatos Prada muy elegantes, para nada mi estilo. Viene de una mujer llamada Vanessa Grimaldi y no tengo idea quien es, hasta que levanta las manos entre las personas. Aún con verla, tampoco sé quien diablos es. Sonrío como si la conociera y le agradezco. Continúo con los regalos, entre ellos encuentro más ropa y calzado de tiendas carisimas, una Macbook Pro y  maquillaje. Las bolsas y cajas grandes se terminan, así que paso a las más pequeñas y a los sobres.

—No podré aceptar estas cosas—le murmuro a Ruggero.

—¿Por qué? —pregunta confundido.

—No son propias de mí, terminarían de adorno o en la basura—susurro y Ruggero ríe—. Qué bien que tú estés disfrutando este momento, todos me miran—me quejo.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora