➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]

➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ②⑧

—¿Valentina? —dice Ruggero, mirándome seriamente.

—Sois unos cabrones de mierda. ¿Cómo podéis engañar a Karol así? —les gruño, poniéndome de pie y escondiendo mi celular.

—Esto no es lo que piensas... —dice Lionel rápidamente.

—¡Os habéis besado! Joder—agarro mi frente y me alejo de ellos.

—Entiende que solo fue una vez. Una. Pero fue suficiente para que la psicópata de Jazmín nos fotografiara —gruñe Ruggero.

—¡¿Qué?! —chillo—. ¿Eso es lo que le estáis ocultando a Karol? No podéis ser más imbéciles —escupo, intentando marcharme.

—No le digas a Karol. Valentina, por favor.

—Valentina, por favor —ruega Lionel.

—¿Vosotros estáis mal de la cabeza? Es mi puta hermana y ustedes unos cabrones que la han hecho pasar de loca.

—¿Qué? —pregunta Ruggero confundido.

—La pobre tía se la ha pasado todo el día encontrando razones para perdonaros y olvidaros de este drama. Ha supuesto que estabais follando y se ha llamado a si misma loca de mierda. ¡Y estaba en lo cierto! —grito. Histérica.

—¡No hemos tenido sexo! —grita Ruggero—. No somos gays, solo nos dimos un puto beso.

—¿Y qué os pide esa zorra para dejaros en paz? —pregunto, intentando calmarme.

—Se molestó por lo que hizo Karol anoche, dijo que si ella iba a la fiesta de Halloween enseñaría las fotos en la pantalla gigante. Para que todo el mundo las viera. Teme que Karol le gané en el concurso—responde Lionel, igual de frustrado que Ruggero.

—Estoy hasta los cojones que esa hija de puta haga con vosotros lo que le sale del coño. Es momento de pararla. Y yo se como... Pero os debéis confiar en mí y en Karol. Ella es la única que puede solucionaros esta mierda —les digo y ambos asienten.

Karol Sevilla:

Miro el techo nuevamente, mientras espero que Valentina regrese de casa de Ruggero. Lo único que se me viene a la cabeza cuando cierro los ojos es ese hermoso chico italiano y sus bellos ojos castaños mirándome. Detesto que últimamente lo único que hagamos sea pelear y gritarnos, no éramos así. Nunca nos comportamos así. Creo que lo que estamos viviendo en este instante, es lo que quise evitar desde la primera vez que nos besamos, sabíamos que iba a ser difícil y que quizás arruinariamos nuestra amistad para siempre, arriesgamos igual. No soportaría perder a Ruggero. No obstante, si él no confía en mi lo suficiente para decirme sus mierdas creo que ya lo perdí desde hace tiempo.

—Hey—escucho a Valentina, mientras entra y se quita las botas para lanzarse sobre mi cama.

—¿Y mi ropa? —pregunto, al ver que no lleva nada en las manos.