➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ⑤②

985 130 30
                                    

Después de la bomba molotov que me lanzó Valentina, no pude dejar de pensar ni un segundo en ello y tengo que atarme las manos para no ahorcar a Valeria hasta matarla por ser tan vil y despiadada. Tengo un plan, aunque últimamente ninguno de ellos salen como deseo pero este es demasiado improvisado e imprevisto, así que solo me quedará orar para que todo salga de la mejor manera. Miro la entrada del aeropuerto ansiosa dando golpecitos al suelo con el pie, tengo los brazos cruzados y me estoy mordiendo el labio de los nervios.

—¿Está rico ese labio? —dice una voz a mis espaldas, haciendo que todos nos volteemos.

Frunzo el ceño, pero inmediatamente al ver de quien se trata me aliviano y me lleno de dicha.

—Llegué —agrega con una sonrisa que no le entra en el rostro, me hace morir de ternura lentamente.

Me pongo de pie y lo abrazo, haciendo que el calor de su cuerpo se traslade por mí y dándome tranquilidad. Sus dedos se clavan en mis hombros y los míos en su espalda, muerdo mi labio para no llorar, mientras acaricio su mejilla y me dejo llevar por la situación, acaricio nuestros labios lentamente para luego unirnos en un tierno y lento beso. Ruggero se sorprende y nos separa riendo, me acaricia los hombros mirándome fijamente divertido.

—¿Y el darnos un tiempo?

—Al diablo el tiempo. Te necesito y te amo Ruggero —me confieso.

—Me haces tan feliz, Karol. Te amo —dice suavemente uniendo nuestras frentes.

—Ay pero que empalagosos —escupe Valeria.

Ruggero me toma con fuerza la mano, evitando que me vaya sobre ella y le grite sus verdades. Miro a mi hermoso hombre a esos ojos mieles perfectos.

—Déjame que vaya contigo —murmura, sacando una maleta desde sus espaldas—. Por favor, déjame estar para ti...

—Ruggero... —jadeo, mirándolo con ternura—. Ven —le digo y nos alejamos.

—¡Si no estás aquí en veinte minutos nos vamos sin ti! —grita Valeria, pero la ignoro.

Llegamos a una parte parquizada y tomamos asiento en unas bancas en frente de una fuente de agua. Tomo varias bocanadas de aire e intento analizar bien la situación, Valentina y yo tenemos un plan pero necesitamos a Ruggero.

—Valeria está matando a mi padre —le digo sin anestesia.

—¿Qué? —jadea, hace una mueca.

Queda lívido de la sorpresa.

—El supuesto tratamiento que le están haciendo en Francia, es completamente perjudicial. No lo están ayudando por órdenes de la perra de mi madrastra.

—No puedo creerlo... ¿Y qué haremos? —dice tomando mi mano.

Me hace sonreír de inmediato, el incluirse voluntariamente me hace tan feliz y veo lo mucho que lo amo y que si no lo tuviera no podría vivir. Le doy una mirada llena de amor, relamo mis labios y le contesto:

—Te necesito aquí, Ruggero. Debes buscar al abogado de mi padre, aquí están sus datos y los del bufete en el que trabaja —le alcanzo una servilleta de papel—. Necesito una copia de su testamento, estoy segura que Valeria influyó en eso también.

—Por supuesto. Lo haré.

—Una vez que tengamos el testamento, le diré a mi padre lo que su chiflada esposa está tramando y ahora si no tendrá escapatoria.

—No puedo dejarte que vayas sola, Karol... —acaricia mi muñeca con el pulgar, se lo ve afligido hasta un poco temeroso.

—Yo estaré bien, Rugge —intento tranquilizarlo—. Si de verdad quieres ayudarme, te necesito aquí —ruego.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora