➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ①②

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Termino de guardar los últimos emparedados en la canasta de campo, cuando levanto la misma las hebras de mimbre se enredan en mi saco tejido. Lucho unos segundos hasta que entra Ruggero a ayudarme, dejándola nuevamente en la isla.

—No podemos vivir a emparedados, debemos ir por el pueblo a hacer unas compras.

—Bien—murmuro. Él se queda mirándome fijamente, una pequeña sonrisa se dibuja en sus hermosos y deliciosos labios.

—Eres demasiado hermosa, no puedo creer que estés aquí—sus palabras me llenan el corazón y logran sonrojarme como una niña, agacho la mirada—. Eres tan perfecta. Bueno, tienes tus cambios de humor un poco drásticos; pero aún así me haces sentir cosas que después de Jazmin creí que nunca sentiría.

—Ruggero...

—De verdad Karol.

—Tranquilo, te creo.

Se acerca lentamente y me besa, nada brusco ni apasionado. Solo demostrando lo que acaba de decir, sus dulces labios danzan junto a los míos y creo que son los únicos que quiero besar.

—¿Vamos?—pregunta.

—Sí. Vamos—tomo su mano y salimos de la mansión.

Ruggero estaciona el coche en frente de lo que parece una tienda, las calles están desiertas y me sorprende realmente. Ambos entramos, una señora se acerca a nosotros, Ruggero la abraza y una vez más soy un mueble.

—¡Oh, Dios mío!—lloriquea la señora—. ¡Cielo, ven! ¡Ruggero está aquí!

Lo único que se escucha son muchos pasos en el techo sobre nosotros y luego en la escalera, pero no es eso lo que más me deja plasmada. Si no, el hecho de que una rubia aparece de las oscuridades directo hacia Ruggero.

—¡Estás aquí!—grita, trotando hasta Ruggero. Hago un paso hacia atrás cuando la chica termina en los brazos de mi mejor amigo.

—Oh, Julia tranquila—dice la señora, mirándome apenada.

—Oye, ¿qué tal Holanda?—le dice un poco incómodo.

—Excelente, pero ya quería regresar—le sonríe de oreja a oreja, noto un poco de rubor en sus mejillas, mierda—. No son fechas en las cuales vienes aquí, me tomas por sorpresa—la chica nota mi presencia, ella mide hasta quizás el doble que yo. Querida desconocida, haz dejado mi poca autoestima en el suelo.

—Tu debes ser su novia—dice la mujer, acercándose a mi y tomando mis manos con fuerza. Besa mis dos mejillas y me suelta bruscamente.

—Un gusto—murmuro, con un poco de ironía en mi voz. A Ruggero no le gusta, por lo que me fulmina con la mirada.

—Déjenme presentarlas—al fin—. Ella es Rosa, fue mi niñera desde pequeño y Julia es su hija...

—Salíamos—dice, ganándose mi peor cara—. Hace tiempo—finaliza, intentado arreglarla.

—Bien. Ella es Karol Sevilla es mi...

—Novia. Soy su novia, un gusto conocerlas—mi subconsciente está sonriendo con su sonrisa más falsa, parpadeando como una niña a la cual le están por comprar su dulce favorito.

—Ah. Volviste a ver personas...—dice, se podría decir que... ¿triste?

—Hace tres años terminamos, creo que era lo más normal...

Genial, momento de incomodidad.

¿Y qué te trae por aquí, querido?—dice Rosa, salvando el momento—. ¿Te haz enterado lo del puente?

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora