➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]

➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ④③

—¿Y? ¿Karol? —pregunta Valentina cuándo salgo.

—Esas grabaciones son tan malas, Valentina. Tan malas que las borré del sistema.

—Coño —murmura.

—¡Tuve un maldigo trío! —jadeo horrorizada, mientras camino afuera de ese hotel.

Ver las cámaras de seguridad, las escenas porno que tuvimos y sacarme las dudas sobre lo que ocurrió, terminó sofocandome. Así que cuando salgo a la calle y el aire me da de frente, es como si volviera a la vida.

—¿Vas a decirles? —me pregunta, mientras caminamos hacia el estacionamiento.

—¿Cómo se los diré? Oigan chicos, saben que al final si tuvimos sexo y no soporte la idea así que borré cualquier prueba que nos incriminara.

—Es peor que mientas.

—¿Por qué debería contarles? Ellos me mintieron sobre la verdad de su beso y mira donde terminamos.

—No os estoy defendiendo, pero tú no eres como ellos. Deben saberlo...

—Entonces díselo tú —gruño.

Valentina rueda los ojos y abre el coche, ambas entramos pero no arranca. Tiene la mirada fija en al frente. Relame sus labios y me mira. Se le ve tensa y casi asustada.

—Estoy embarazada —murmura, tomándome completamente por sorpresa.

—¿Qué? —mi voz sale como un suspiro.

—Después de que las pruebas se mezclaran, me hice otra y dio positiva. Por eso me fui horas antes de que terminara la fiesta, quería contárselo a Michael. Estoy segura que es de él...

—¿Por eso regresaron? —asiente —. Y por eso no puedes ir a una universidad fuera de Washington... —murmuro, las piezas empiezan a caerme.

—Ayer debería haberme venido el periodo, pero nunca llegó. Así que Michael me acompaño a la guardia y efectivamente tengo siete semanas, no se puede saber quién es el padre pero hace un mes solo salía con Michael. Estoy segura que es de él.

—¿Le dijiste a alguien más? ¿Carrik? ¿Valeria?

—No sé si quiero tenerlo —me mira, los ojos llenos de lágrimas y los míos deben estar iguales.

—¿Estás pensando en un aborto? —le pregunto, pero Valentina niega con la cabeza.

—No. No podría, me mataría si lo llegase a hacer.

—Lo que sea que decidas, aquí estoy hermana... —sostengo sus manos—. Pero de verdad, espero que decidas tenerlo...

—Michael no está muy feliz con la idea de ser padre, apenas va en su segundo año de carrera. No quiero que se sienta atado, pero tampoco quiero criar este bebé sola. Todo es una mierda...

—Si Michael es joven para ser padre, imagínate tú. Ni siquiera has terminado la prepa —le digo en un sollozo.

—La cague ¿verdad? Acabo de cagarla de una forma... —la respiración se le está acelerando.

—No, no lo hiciste. Encontraremos una solución —la tranquilizo—. Tengo miedo, Valen —le digo, sosteniendo con fuerza sus manos—. Temo que todo lo que soñé se haga realidad y ahora que sé que tú eres la embarazada, te voy a pedir por favor que te cuides. Te prometo que no me despegare de ti y te ayudaré en todo... —le digo.

—Gracias, tía —me abraza con fuerza y la escucho sollozar.

—Ahora para empezar, yo conduzco y tu descansaras aquí —le digo abriendo la puerta para bajarme.