En un fallido intento de bajarme de la cama, doy un salto y aterrizo en el suelo. Llamando la atención de ambos chicos, pero solo se remueven en la cama. Empiezo a retroceder observando a los dos chicos semi desnudos en la cama, estoy horrorizada. Agarro la ropa de ayer y comienzo a vestirme, al mismo tiempo que agarro mi celular el cual sonaba para ver milésimas llamadas de Valentina y Carrik.
«¡Son las diez de la noche!»
Jadeo al ver la hora, pero estoy tan aterrorizada por la imagen frente a mí que el horario y la cantidad de horas que dormí no es lo peor. Es el mínimo de mis problemas. Las piernas me duelen a más no poder y no quiero imaginarme que sea por lo que pienso.
Lionel se remueve en la cama, mientras apoya la cabeza en el pecho de Ruggero y se acurrucan. Me darían ternura, si no fuera por el hecho de que están casi desnudos.
Decido finalmente marcharme, agarro todas mis cosas y llevo los tenis en las manos. Cierro por la puerta despacio y corro por el pasillo hasta el ascensor, me miro en el espejo del mismo. Estoy horrible, más de lo que siempre estoy. Llevo el delineador corrido, el labial disperso por toda la boca y alrededores, me llega casi a los ojos. Bajo el borde de mi remera, comprobando una decena de chupones y marcas en mi cuello, pecho y detrás de la oreja.
Me siento muy mal, la resaca me está matando y estoy mareada. La última vez que me sentí tan mal fue el día luego de la fiesta en la fraternidad, pero en ese entonces Dario me esperaba con un calmate y hotcakes. Salgo al vestíbulo perdida, desorientada mientras camino velozmente hacia la salida y tomo un taxi. Mientras miro las calles nocturnas de Seattle por el vidrio del coche, recuerdos de la noche anterior se aproximan...
Abrimos una botella de champán, la bebimos completa. Ruggero hizo un show con el micrófono de la habitación, mientras Lionel lo grababa y subía las historias en su Instagram. Esperen. Por Dios. Desbloqueo mi celular con rapidez, ingresando a mi cuenta de Instagram y viendo mis instastorys. La primera es normal, nos sacamos una foto al llegar a la fiesta los tres y los etiquete. En la segunda, es ya saltando en la cama del hotel como una desquiciada. Toco la pantalla y voy con la historia siguiente, un boomerang mío frente al espejo del baño con tan solo las bragas, el sostén de encaje negro y la gorra del disfraz. En el fondo pasa Lionel pero está vestido, aún.
—Llegamos señorita —dice el chofer del taxi.
—Ahí tiene—le contesto, alcanzandole el dinero para luego bajarme del coche.
Corro a la puerta y toco repetidamente el portero de la casa, a los segundos Valentina abre la puerta y me abraza.
—Joder, Karol. ¿Dónde coño os habéis metido? —dice preocupada.
—Creo que me acosté con los dos —le largo sin anestesia.
—¡¿Qué?! —grita con voz chillona.
Nos adentramos a la casa y nos sentamos en las bancas del gran jardín, mientras la luna nos alumbra los rostros.
—Anoche bebimos mucho, demasiado. Luego se me ocurrió la grandiosa idea de ir al hotel en el que ganamos el hospedaje por el fin de semana y continuamos bebiendo...
—Y por lo que huelo en ti, fumaros marihuana.
—¿Qué? —exclamo.
—Reconozco el olor. Los tres debéis daros una buena ducha si no queréis que la poli los detenga—dice entre risas. Pero al ver mi preocupación para—. ¿Qué más recuerdas?
—Nada más —le contesto, la frustración sobre cargando mi voz —. Desperté hace veinte minutos. En la cama... desnuda. Junto a ambos. Ruggero y Lionel estaban en la misma cama que yo.
ESTÁS LEYENDO
➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]
FanfictionSer una chica con dos vidas diferentes no es fácil, ocultarle a mi novio la verdadera profesión que realizo y lo que conlleva esta no es fácil, ser testigo de que como me denigran y tratan de comprar, no es fácil «nada es fácil». Sí, ser yo no es lo...