➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ③②

1.1K 124 30
                                    

Las clases pasan volando ya que no puedo asentar cabeza y dejar de pensar en lo que pasó hace unas horas. Sentí algo muy extraño en mi interior, la que besó a esos dos chicos no era yo. Jamás podría hacer algo así. Fue como una influencia oscura que me manipuló para hacerlo, con eso intento justificarme. Pero en ningún momento pensé en detenerme, quería hacerlo y eso es lo que ahora me está comiendo junto con la culpabilidad.

¿Se puede considerar infidelidad? Besé a Lionel en frente de Ruggero y este no parece estar molesto por eso. Después de todo, Ruggero quiso que nos metieramos en esto...

—Vale. Entonces quedasteis con el tío de la fiesta, el macarra de los tatuajes... —habla Valentina, pero ni siquiera puedo prestarle atención.

—No podré hacer esto —murmuro, mirándola fijamente. Sabía que iba a arrepentirme, pero no creí que tan pronto.

—Venga, estás asustada y yo lo comprendo, tía. Pero ya no podéis hacer nada, ya está hecho —susurra, señalando con la cabeza al fondo del salón. Todos murmuran y me miran —. A menos que queráis que Jazmín gane y vosotros quedéis como unos falsos. Venga, contarlo. Pero si queréis destruir a esa perra de una vez, seguid con el plan.

Valentina chasquea la lengua y se pone de pie. Segundos después el timbre de finalizado clases suena, es como si fuera psíquica.

—No voy a contarlo. Ahora. ¿Pero qué haremos luego? Cuando esto haya terminado y solo seamos Ruggero y yo...

—Fácil. Nadie se acordará de vosotros. Será como una tendencia, pero ni cuenta os daréis cuando ya estéis cada uno por su lado...

—Confío en ti y en tus palabras. Aunque no siempre tengan sentido... —me burlo y ella me codea.

Salimos al pasillo y me apresuro a guardar mis libros en el casillero antes de que Ruggero me encuentre o peor, me haga cambiar de opinión acerca de salir con Dario. No quiero darle explicaciones. Ni menos que me vea con él.

—Os deseo suerte. Si Ruggero no enloquece con esto. No lo hará con nada —ríe Valentina—. Me disculpas, pero voy tras el objetivo de este fin de semana. Nos vemos, guapa —dice, lazando besos al aire y caminando hacia un chico del equipo de Natación.

—¡Suerte a ti también! —me burlo y cierro mi casillero—. ¡Carajo! —grito, muerta del susto. Cuando Lionel está detrás de el —. ¡Deja de hacer eso! —me quejo, golpeando su hombro.

—Hey, no deberías golpear a tus novios —bromea y me jala por la cintura hacia tu pecho. Me sorprendo, realmente incómoda.

—¿Qué haces? —susurro. Señala con la cabeza a mis espaldas y veo a un grupo de chicas cuchicheando—. Ya, ahora entiendo —ruedo los ojos y coloco las manos en su pecho. Intentando separar un poco nuestros cuerpos.

—Sabes que aunque no estoy del todo de acuerdo con esto. Agradezco mucho lo que haces por mí —me sonríe, acariciando levemente mi mejilla.

—Sabes que haría cualquier cosa por ti, y por Ruggero. Hasta quedar como una golosa frente a todo el instituto —reímos—. Pero ahora debo huir, antes de que Ruggero me vea —le digo, dando un corto pico en sus labios para complacer a las chismosas a nuestras espaldas.

—¡Hey! Me estoy poniendo celoso. ¿Qué hacen sin mí? —bromea Ruggero, acercándose a nosotros. Mierda—. Chicas —saluda éste y las idiotas se babean.

—Yo ya me iba —murmuro, intentando escapar.

—Vamos, ven aquí —dice Ruggero, rodeando mi cintura y acercándome a su pecho. Hace lo mismo con Lionel y mi corazón empieza a latir muy rápido—. Somos la mejor pareja del mundo... —sonríe, mirándome a mí y luego a Lionel.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora