➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ④⑥

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Fue muy gracioso el ver las caras de los dos chicos siendo llevados a la oficina de la directora, pero a la vez me preocupé demasiado en que castigo pudieran llegar a darles. Ruggero está colgando de un hilo porque Jazmín pidió la beca a Northwestern, solo y para fastidiarlo. Aún tengo mucha rabia contenida con esa perra, algún día mi paciencia se rebasara y nadie podrá detenerme para darle lo que se merece.

—Necesito tres voluntarios —dice la profesora Hale de Física Cuántica. Levantamos la mano solo dos—. Sevilla, Zenere y Martin —dice.

—Pero yo no me ofrecí —murmura Valentina.

—Ya lo sé, pero necesitarás puntos extras para que te gradués —le responde.

Mi hermana rueda los ojos y ambas caminamos a la pizarra, levantando los bolígrafos e intentando resolver los ejercicios. Kyle y yo terminamos nuestra parte, pero Valentina continúa ahí parada con el bolígrafo en el aire.

—Tendrás que esforzarte más. Ve a sentarte —le dice la profesora.

Valentina asiente sin decir nada y vuelve a su lugar, la miro intentando descifrar su expresión pero se ve muy humillada y molesta. La entiendo.

—Puedo ayudarte con los puntos extras... —me ofrezco, pero ella ni me mira.

Termina la clase y literalmente corro por los pasillos, necesito encontrar a Ruggero y a Lionel. Temo por su castigo y más aún por su pelea, hay algo que sinceramente no me cuadra. ¿Pelearse como dos bestias para aclarar que ya no estábamos juntos? Existen métodos menos agresivos.

Veo a Lionel salir del despacho de la directora con hielo en su ojo y la mano vendada.

—Hey, ¿qué ocurrió? —le pregunto.

—Suspensión por tres días —dice entre risas.

Ahogo una exclamacion y lo miro frunciendo. Acaban de suspenderlo y reacciona muy contento como si fuera justamente lo que quería.

—¿Y Ruggero? —pregunto.

Lionel cambia la cara y se pone serio.

—Aún está adentro, convenciendo a la directora de que nada de lo que ocurrió sea informado a la junta de la universidad. Northwestern siempre se caracterizó por la armonía y pacifismo que manejan, no querrán a un golpeador —dice cruzandose de brazos.

—Mierda...—murmuro, desviando la mirada.

—Rugeero me contó lo del video...

—Ah.

Es lo único que se me ocurre decir.

—Sí tuvimos sexo, ¿qué más da? —se encoje de hombros—. No seremos ni los primeros ni los últimos en tener un trío... —murmura.

—Creo que no ves la gravedad del asunto. El “nosotros” era figurativo, nunca quedamos en una relación real —le respondo.

Recordar lo que ocurrió esa noche me pone de mal humor.

—Lo sé. No me malinterpretes... —suelta una bocanada de aire—. Eso jamás debería haber ocurrido, pero ocurrió. No es nada malo y mucho menos una razón para que ustedes terminen.

—No es por eso que terminamos...—murmuro, envolviendo mi cuerpo con los brazos. Hasta decirlo es doloroso.

—¿Ah no?

—Ruggero me mintió, muchas veces. Hasta cuando le rogué que me dijera la verdad, dañó la confianza que le tenía y por eso no puedo perdonarlo.

Lanzo un suspiro de resignación, mirándolo fijamente y dejando caer los brazos a mis costados.

—Todo lo que ocurrió desde que entramos al hotel, fue sólo mi responsabilidad. Nunca debimos ir... —agrego.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora