La serie termina, vimos dos temporadas en un día. Miro a Lionel, babeando en la almohada mientras ronca como oso. Lo observo, el cabello rubio le cae desordenado por la frente, sus labios son finos y rosados. Llevo mi mano al tatuaje en su cuello, acariciando. Recuerdo que estuvo un mes sin jugar por eso, no le importó. Es muy significativo para él. Me tiento a rozar las yemas de mis dedos en sus labios, son suaves, no tanto como los de Ruggero pero lo son.
Los flashbacks de esos días en la cabaña vienen a mi cabeza, fuimos tan fogosos y prohibidos. Nos deseábamos tanto, lo sigo haciendo. No hay momento en el que no piense en él, sus manos envolviendo mis pechos y su boca devorando mi cuello, de un momento a otro estoy tan caliente. Sólo con sus recuerdos logró ponerme asi, siento la humedad entre mis piernas mientras observo a Lionel. Necesito satisfacción, sacar todo lo que tengo dentro del cuerpo. Sacarme a Ruggero de donde sea que se encuentre.
-Karol-me murmura Lionel, mirándome confundido.
No soy consciente de lo que hago, cuando me tumbo sobre él para besarlo. Suelta un suspiro de placer y me aplasta en su pecho, lleva las manos a mi trasero empujando de el hacia su entrepierna. Le tiro el pelo con fuerza, buscando ese gemido que me va a hacer chorrear. Pero nada, decido continuar y me dirijo a su cuello, juguetona trazo una línea con mi lengua hasta su mandíbula y voy dejando besos cortos.
-Karol, para-gimotea.
¿Quiere que pare? ¿Es broma?
Me separo para observarlo, sus labios rojos e hinchados. Suspira y agacha la cabeza, me quita de su regazo.
-No te entiendo-murmuro.
-Yo tampoco me entiendo, tranquila.
-Lionel-gruño, por su ironía.
-No quiero tener relaciones ahora. ¿Puedes entenderlo?
-No iba a tener relaciones contigo-me sincero.
-Ah-dice, desviando su mirada de mi.
-¿Por qué no quieres?-me atrevo a preguntar.
-Estoy muy estresado, las semis son en unas semanas. Eso es todo.
-¿Estás seguro?-asiente.
-Sigamos durmiendo, por favor-me abraza en su pecho y solo cierro los ojos.
Para cuando me despierto, Lionel sigue a mi lado. El reloj del living marca las tres de la mañana, busco mi celular pero el cuerpo de Lio me lo impide. Me quito despacio sin despertarlo y lo logro, tengo varias llamadas perdidas de Ruggero. De inmediato apreto en llamar, camino hacia la habitación. Después de tres tonos, alguien me atiende pero no es Ruggero.
-¿Hola?-es Jorge, su amigo.
-Soy Karol.
-Qué bien que llamas, Ruggero está ebrio en la terraza del restaurante de sus padres y no puedo lograr que se marche.
-Por Dios-siseo-. Voy en un momento-corto.
Recojo mi cabello en una coleta alta, me coloco las vans y corro por las escaleras sin hacer ruido. Lionel sigue durmiendo y prefiero que siga así, me escabullo cerrando la puerta con delicadeza.
Corro hacia el ascensor, el irritante sonido me altera más. En la recepción no hay nadie, asi que decido tomar prestado el coche de Valentina. Dudo que se moleste. Empiezo a conducir por las calles desiertas de Seattle, un lunes a la noche no hay mucho tránsito. Cuando llego al restaurante, escucho voces desde el tejado y ahí está él.
-¡Llegaste!-grita, su voz de borracho. Se asoma peligrosamente a la orilla y Jorge lo toma por los hombros, entro con rapidez y subo por las escaleras hacia el segundo piso. Camino por el gran comedor hasta el balcón.
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➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]
FanfictionSer una chica con dos vidas diferentes no es fácil, ocultarle a mi novio la verdadera profesión que realizo y lo que conlleva esta no es fácil, ser testigo de que como me denigran y tratan de comprar, no es fácil «nada es fácil». Sí, ser yo no es lo...