➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ③⑦

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—No dejaré que mi hija se vaya a vivir con ese cretino mediocre que te conseguiste —escucho, pero no abro los ojos. Mis padres están discutiendo en voz baja a unos metros de mí, sigo fingiendo estar dormida.

—La niña prefiere venir conmigo y el excelente hombre que si supo apreciarme, antes de ir a tu mar de lujos con tu amante. Deja de pensar en ti y piensa en su bienestar.

—Te recuerdo que Valeria ahora es mi esposa. Lo que tienes con ese tal Patrick es un adulterio, pero no voy a permitir que se vaya vivir contigo.

—Pues lamento decirte que la decisión es de la niña y ella ya decidió. ¿Para qué quieres que esté contigo? Para que la insensata de tu mujer la maltrate y denigre como lo hizo cuando me llamó desesperada desde Texas para que la trajera a vivir conmigo. Necesita a su madre, a la única que siempre estuvo para ella.

—Y de todas formas la dejaste viviendo sola en un estado desconocido. ¿Sabes por qué a Karol no le pasó nada desde que vive en Seattle? Gracias a la seguridad que contrate para que la cuidara en todo momento. El portero del edificio, el rector de la universidad y a ese muchacho...

—Perdón, permiso—esa es la voz de Adam.

—Si, doctor. Adelante.

—Al parecer tienen una hija muy obediente.

—No se da una idea—dice irónicamente Carrik.

—Bien. En cuanto despierte pueden llevársela, tiene que empezar a venir en dos meses a la kinesioterapia. Los martes y jueves con la doctora Smith para la rehabilitación. Les advierto que se vienen meses muy difíciles para Karol, ella los necesitará a ambos unidos. Es un milagro que hayamos podido salvar su pie y tardará en recuperar la movilidad por completo. Tengo entendido que Karol es bailarina y será muy difícil para ella las primeras semanas—la piel se me pone de gallina—. Cuidenla mucho—finaliza.

—Muchas gracias, doctor Smith. Seguiremos sus indicaciones al pie de la letra.

—Eso espero. Saluden a Karol de mi parte. Buenas noches—antes que se vaya, finjo en una muy mala actuación al despertar. Parezco un zombie reviviendo de la muerte.

—¿Vas a irte sin saludarme? —murmuro.

—Qué bueno que despertaste. Escucha Karol, debes hacerle caso a tus padres en las indicaciones que acabo de darles. Sabes que estoy aquí para lo que necesites pequeña, cualquier dolor vienes y lo calmamos—río.

—Muchas gracias, Adam.

—Cuídate y no hagas enfadar a tus padres—me guiña un ojo y se va.

—¿Qué fue eso? —dice el gruñón de Carrik.

—Tu ni me hables, que escuche todo acerca de la seguridad—me quito las frazadas y me preparo para subirme a la silla de ruedas.

—Te ayudo, Karol—mi madre corre hacia mi y me ayuda.

—¿Qué harás ahora?—me pregunta mi padre.

—Me iré a vivir con mamá y Patrick. Entiende que no me sentiría cómoda viviendo contigo y con tu mujer, esa es mi decisión.

—Está bien—asiente hacia mí—, pero en cuanto se instalen, te pido por favor Carolina que me pases la dirección así puedo visitar a Karol.

—Está bien, Carrik.

—¿Puedo llevarlas?

—Con Patrick alquilamos un coche, no hace falta.

—De acuerdo—mi padre parece frustrado—. Adiós, Karol—me da un beso en la frente y se despide de mi madre.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora