➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ③①

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—Con ustedes... ¡La reina de la noche! —anunciaba Dany.

Con solo unas medias de red blancas y un disfraz de conejita, bailaba sensualmente para todos esos hombres y adolescentes. Me lanzaban billetes, otros los colocaban en mi brasier, siento tanto asco pero a la vez me siento poderosa. Todos en este lugar babean y gritan por mí, más que por ninguna de las demás chicas. Ciertamente es lo que más me conviene porque eso significa mucho más dinero.

Me muevo por aquí y por allá. Meneando mis caderas lentamente , pronto se unen las demás chicas y empiezo a escabullirme entre ellas. Mi parte del show se terminó, por lo que la mayoría de los hombres parados empiezan a tomar asiento y ya no alientan a las demás.

Estoy en mi camerino quitándome el maquillaje, es tanto que debo usar muchas toallas húmedas. No porque necesito usarlo, solo por exigencias de mi jefecito.

—Estuviste excelente, Karol. Eres una estrella—Dany entró de la nada, haciéndome dar un salto en la silla.

—Gracias—murmuro.

—Hoy fue una noche maravillosa y ahí tienes tu paga semanal—me entrega un sobre con dinero.

—Gracias—repito. Siento como la bilis se me sube hasta la frente.

—¿Qué te ocurre?

—Nada, solo me siento un poco mal... —murmuro. Tomo el tacho de la basura y vuelco toda mi cena, parte de mi almuerzo y desayuno también.

—Por favor no me digas que estás embarazada.

—Por supuesto que no—abro los ojos como platos
—. Sólo se me ha revuelto el estómago, eso es todo.

—¿Estás segura? Sé que no debo meterme en tu vida personal, pero cabe advertirte que si quedas embarazada no podrás seguir trabajando aquí...

—Sé las condiciones Dany, no tienes que recordarmelas.

—También ten cuidado con lo que haces, no creas que no vi como tapaste con maquillaje la herida en tu pierna. Con los reflectores se notó, esos hombres ven hasta el último detalle. No lo olvides.

Ruedo los ojos mientras él se marcha. Tomo mis cosas y comienzo a caminar hacia afuera, Ruggero me espera en su coche. Me subo y busco besarlo en los labios, me da un corto beso y luego me ignora. Empieza a manejar, decido ignorarlo yo también. Fue una noche lo suficientemente cansadora como para tener que aguantarlo, mi cabeza va a explotar y tengo el estómago revuelto.

—Mi padre fue a buscarme hoy al departamento nuevo... —murmura. Me lo imaginaba.

—¿Qué sucedió?

—Quiere hacerse cargo de su hijo Marroquí.

—¿Y cómo te sientes?

—No lo sé. No siento nada. Es como si estuviera en una clase de modo avión, pero no sé si es lo que quiero.

—Te entiendo.

—Lo sé, por eso te lo cuento. No quiero sentir que toda la atención que antes iba solamente para mí, ahora ira a otra persona. A mi hermano.

—En eso si no puedo entenderte. Mi padre nunca me dio la atención que necesitaba, ni siquiera antes de lo que sucedió. Pero a Valentina le dio todo, ella tiene una familia mientras él se encargo de destruir la nuestra. Ese hermano creció sin su padre y sin ti, merece que le des una oportunidad.

—Ese chico va a ser un recuerdo constante de lo que mi padre nos hizo, es el fruto de su infidelidad, de sus mentiras.

—Pero es tu hermano, Ruggero. En mi momento también culpe a Valentina de lo había sucedido, luego me di cuenta que ella era una víctima como yo. Al igual que ese Marroquí y tu, son víctimas de los errores y malas decisiones de tu padre. No debes culparlo.

—Sé a donde quieres ir. Intentaré ponerme en contacto con él, me interesa conocerlo. Saber que fue de su vida...

—Eso es exactamente lo que debes hacer...—tomo su mano desocupada y acarició su muñeca con mi pulgar.

—Cambiando de tema. ¿Podrías llevarme al hospital? Es que hoy cuando subí por las escaleras me hice un corte en la pierna y creo que se infectó.

—No me jodas. Por supuesto que te llevo—me mira preocupado y luego vuelve su mirada al tráfico de Seattle.

—¿Has hablado con Jazmín?

—¿Has hablado con Lionel? —decimos al mismo tiempo.

—Yo... —decimos nuevamente al unísono.

—Dilo tu—le contesto.

—¿Recuerdas que te dije que Jazmín era huérfana?

—Creo que sí...

—Pues tiene padres, eran todas patrañas. Hoy intentaba evadirme que me vaya de su casa a toda costa y al principio creí que llegaría alguno de sus liges, pero eran nada más ni nada menos que sus padres.

—¿Fuiste a su casa?

—Sí.

—Y... ¿Qué hicieron?

—Solo hablamos y bueno, luego discutimos. Divulgó el ser huérfana para llamar la atención. Nunca fue cierto.

—No puedo creerlo. Lo que pueden llegar a hacer las personas por un poco de popularidad.

—Sí... De todas formas me aproveche de eso y terminé con ella—abro los ojos sorprendida.

—¿De verdad? ¿Y qué te dijo? ¿Cómo reaccionó?

—Se lo tomó algo mal, me tiro con el jarrón de la entrada por la cabeza. También repitió que me iba a hacer la vida imposible, pero fuera de eso normal.

—Ruggero, Jazmín es una arpía, cumplirá sus promesas.

—No puede hacer nada contra mí. No tiene nada con que chantajearme o manipularme—se encoje de hombros.

Me abstengo al silencio mientras maneja hacia mi departamento, decido poner algo de música para relajar el ambiente. Cuando “Someone To You” de Banners empieza a sonar en la radio, al mismo tiempo nos miramos y él sonríe a gusto. Sus ojos chinitos cada vez que sonríe me vuelven loca. Esperamos el estribillo y empezamos a cantarlo con toda la euforia del mundo, su voz es música para mis oídos y no puedo dejar de observarlo. Hace mucho no lo veía tan relajado y sonriente, últimamente no ha pasado días buenos y lo entiendo. Quiero que se relaje, que sonría y si yo soy la responsable de eso mejor.

—Te amo—murmuro.

—Yo también te amo—sonríe y me acaricia el muslo con las yemas de los dedos, me dan escalofríos y hasta ciertamente me calienta.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora