Dos semanas después...
Karol Sevilla:
Sonrío, fingiendo la mayor felicidad que se puede ver en un rostro. Mientras los fotógrafos se encargan de tomar todos mis mejores ángulos, como si fuera una persona importante, cuando soy una simple estúpida. Tener que utilizar este horrible bastón para poder permanecer de pie más de cinco minutos, me está matando. Parezco una anciana.
—Cariño, te presentaré. ¿Dónde está Lionel? —una muy entusiasta Carolina me habla, puedo notar la gran emoción en su rostro. Ella si está siendo feliz y yo no voy a arruinarlo.
—Justo ahí—lo señalo. Está en la alfombra, sonriendole a las cámaras como si fueran íntimos amigos.
—Aún no hemos tenido tiempo para hablar, pero debes explicarme la razón por la que él está aquí—me dice, elevando una ceja con incredulidad.
—Claro, mamá. Ve adelante, en un segundo te alcanzamos—le digo, sacando mi celular del pequeño sobre de mano que llevo.
En una mala maniobra el bastón se me cae y estoy por perder el equilibrio cuando logro mantenerme, me moriría aquí mismo si esos fotógrafos plasmaran el momento de mi caída. Me enderezo y reviso mis mensajes. Ni siquiera uno de Ruggero, siento que lloraré en cualquier momento. Suspiro, mientras Lionel me alcanza.
—¿Te ocurre algo? —pregunta, colocando su mano debajo de mi mentón para que levante la mirada.
—Nada, sólo me duele un poco la pierna—le miento.
—¿Deseas que vayamos a sentarnos? —dice, buscando en mi rostro alguna señal de vida.
—Solo deseo que esta boda sea rápida—hablo finalmente, cuando rodea mi cintura con su brazo e ingresamos.
Nos acercamos a mi madre, donde ella charla animadamente con otras mujeres muy finas. Me siento tan orgullosa de ella, se me llena el pecho de felicidad al verla así, tan cambiada e independiente. Cosas que nunca hubieran ocurrido si nos hubiéramos quedado en Texas, está en su mejor momento. Hasta llego a agradecer a los imbéciles de Carrik y Valeria por darnos este placer.
—Bueno chicas, ella es Karol y su... amigo Lionel—dice ella, saludo a las mujeres al igual que lo hace mi “amigo”.
—Novio—corrije, a lo que me volteo sorprendida a él. Nunca arreglamos términos de lo que éramos, él no sabe de Ruggero y nuestra historia. Lionel cree que entre nosotros todo está bien, pero no puedo decirle nada. No ahora.
—Seguro aún no te enteras Carolina—dice una de las mujeres, es aún más bajita que yo y sus rizos rubios la hacen parecer muy tierna—. Alexandra encontró un talento increíble, no te das una idea. Será el próximo Shawn Méndes—chilla.
—¿Alexandra vendrá? Creí que estaba en Seattle.
—Llegó esta mañana al estudio, con este chico...—mira a sus costados—. Bueno, no recuerdo su nombre. Pero lo escuche cantar y por todos los dioses. ¡Es increíble!
Veo como el novio se acerca al altar, ignorando completamente las voces de estas chismosas presumidas. Hoy es la noche de mi madre, una súper estrella se está casando con uno de sus diseños. Seguro ese gran talento es uno más del montón.
—Deberíamos acercarnos. Ya está por comenzar la ceremonia—dice otra de las señoras.
—Si algún día vivo para que nos casemos, Karol. Tendrás una ceremonia así y aún mejor—murmura Lionel. La piel se me pone de gallina en cuanto las palabras “vivo” y “casemos” salen de su boca.
—Claro—me abstengo a solo asentir.
Nos acercamos al altar, tomados de las manos y nos sentamos a un lado de otra pareja. A los minutos nos alcanzan mi madre y sus amigas. Mientras todos toman asiento, escucho a los chismes que se pasan entre ellas.
—Al parecer el chico de Alexandra tocará en la boda, Carolina. ¡Qué emoción! Será su estreno de lujo, esto se está transmitiendo a todo el estado.
—Debe ser muy bueno para que le den semejante oportunidad —le contesta mi madre.
—Lo he escuchado, su voz es mágica. Transmite demasiados sentimientos, tiene letras compuestas por él, al parecer acaba de salir de una relación y eso lo inspira.
De pronto las campanas de la boda empiezan a sonar, todos se ponen de pie para recibir a Yuridia. Y ahí aparece ella, vestida con el increíble diseño de mi madre. Por un momento, dejo de verla a ella y me imagino a mí. Lo que ha dicho Lionel me dejó pensando en mi boda, vestida de blanco, hasta me cuesta imaginarlo.
Pero me cuesta aún más, imaginarlo que sea con Lionel, solo pienso en Ruggero besando mi frente diciéndome que todo va a estar bien. Sus manos rozando mi mejilla, luego de besarla. No soy consciente que estoy llorando hasta una lagrima aterriza en mi muñeca, las limpio con bruteza pero nadie se percata, ya que todas las amigas de la novia son un mar de lágrimas.
—A mí también me emocionan las bodas, querida—dice la amiga de mi madre y asiento.
Una vez que la novia llega al altar, el padre empieza con su típico discurso de “en la salud y en la enfermedad” , “hasta que la muerte los separe” ,“ bla, bla, bla”. Todos sabemos que no durarán ni un mes que ya estará en las noticias que se divorcian, mierda. ¿En qué momento me volví así de negativa? Ruedo los ojos. ¿A quién puedo engañar? Si Ruggero y yo estamos separados en completamente mi culpa, yo nos separé.
En cuanto la bella novia dice “Sí” una gran cantidad de pétalos de rosas caen sobre ellos, todos aplauden y gritan. Los fotógrafos se encargan de no dejar una toma sin fotografiar. Acaricio mi pierna, de verdad me duele.
Luego de toda la ceremonia, nos dan indicaciones de donde ingresar para la cena. Un cartelito con el apellido “Sevilla” yace en una de las mesas, ruedo los ojos. Mi madre debería sacarse ese apellido de su documento y yo colocarme el suyo, todo me recuerda al idiota de mi padre.
Tomamos asiento, los novios cortan el pastel y luego se sientan ambos frente al escenario. La novia se acerca al mismo y toma el micrófono, dice unas tiernas palabras a su esposo y a los presentes.
—Para finalizar, me da el gusto de presentarles a mi gran amiga Alexandra, la cual la semana entrante estará presentando a su nueva estrella. Por favor, ven aquí —le dice. Una mujer envidiablemente hermosa sube al escenario, su cabello es negro como la noche, tiene unos ojos al parecer azules y una tez muy pálida.
Dejo de prestar atención y me concentro en deborar el plato de comida, la tal Alexandra dice unas palabras y finalmente se digna en presentar el supuesto gran talento.
—Es muy graciosa mi historia con él. Nos conocimos en un bar, bebimos, me ayudó a volver a mi departamento —dice, haciendo reír al público. De mi parte no se roba ni un levantado de comisura—. Luego se presentó con su guitarra y me cantó "Someone To You" de Banners, me cautivó.
De pronto siento que mi corazón dejó de latir. ¿Podía ser posible?
—Con ustedes, mi súper estrella y regalo en la boda de mis dos grandes amigos—mi pecho sube y baja violentamente—. ¡Ruggero Pasquarelli! —escupo toda la comida que estaba en mi boca en la servilleta.
De pronto, el cuello de mi madre da un giro de noventa grados mirándome con la boca abierta. Lionel está igual de sorprendido que todos en esta mesa, siento que mis labios quedaron perpetrados en el aire.
—No puedo creerlo—murmuro, con la voz quebrada.
Cuando lo veo subir, mi corazón late con una intensidad inexplicable. Él le sonríe al público, por Dios. Mi Ruggero hubiera tenido cinco crisis existenciales y cuatro ataques de pánico si supiera que tenía que subirse a un escenario, frente de cientos de personas. Pero ciertamente, ya no es mi Ruggero.
—Los dejo con él —dice Alexandra, luego de besar de mejilla. Doy un brinco en mi lugar y Lionel se percata de ello.
—Bueno, yo soy Ruggero Pasquarelli y les voy a cantar “All of me” de John Legend—dice, luego de mirar hacia los músicos y le den el ok. Comienza con la maravillosa letra de esa canción.
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➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]
FanfictionSer una chica con dos vidas diferentes no es fácil, ocultarle a mi novio la verdadera profesión que realizo y lo que conlleva esta no es fácil, ser testigo de que como me denigran y tratan de comprar, no es fácil «nada es fácil». Sí, ser yo no es lo...