➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ②⑤

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Bajo de la pequeña tarima con ayuda de Ruggero, Jazmín permanece atónita y la miro desde abajo con una sonrisa. Ruggero envuelve mi cintura y   dirije mi camino por la gente hasta el piso de arriba. Sonrío en el transcurso, espero que no se haya enojado.

—¿Te gustó? —pregunto. Cuando entramos a una de las tantas habitaciones.

—Siento que me va a explotar el pantalón —jadea, mientras busca el cierre de mi vestido —. Estoy borracho, drogado y loco por ti, mi amor—besa mi cuello pero lo detengo.

—¿No quieres ver el final del show? —le pregunto, me mira confudido. Acaricio su pecho y hombros fornidos—. Falta la parte que sólo tú puedes ver... —le susurro al oído, para luego morder el lóbulo de oreja. Termina el cigarrillo y lo tira en un cesto de basura.

—Sería un honor para mí... —responde, su voz grave e impaciente. Con las manos en su pecho, empiezo a desprender su camisa y le doy un empujón para que se siente en la cama mientras me alejo de Ruggero.

—Sólo vamos a asegurarnos de que no puedan fotografiarnos...

Me acerco a la puerta y le coloco el cerrojo, camino hasta la ventana y cierro las cortinas. Me paro delante de Ruggero y le quito su celular, lo veo tensarse pero cuando ve que estoy poniendo música se relaja. La pantalla está medio borrosa mientras busco en Spotify la canción ideal, entonces llega un mensaje de Lionel que dice:

«Jazmín por poco me arranca los ojos. Tenemos que hablar».

—¿Qué significa este mensaje? —le pregunto. Mostrándole la pantalla. Frunzo el ceño y miro a Ruggero. 

—Mierda—bufa. Quitándome el celular y leyendo el mensaje—. Tengo que ir —anuncia y empieza a prenderse

—¿Qué? —chillo.

—Sólo dame un momento y te explicaré —promete, mirándome directo a los ojos y se marcha.

Lo sigo hasta el pasillo pero termino perdiendolo entre la multitud, agarro mi cabeza y maldigo en voz baja. Ya quiero irme de este lugar. Giro el cuerpo para marcharme pero me topo con Dario de frente, lo cual me hace retroceder y por poco lanzar un grito.

—Me espantaste... —le digo, cruzandome de brazos. Pero es muy mala idea, ya que el escote resalta mis pechos y sus ojos se pierden en ellos —. Me siento acosada—bromeo, para que deje de mirarme así.

—Yo me siento acosado... —murmura mientras ríe—. Vi a tu novio salir huyendo de mi habitación ¿Lo espantaste? —se burla.

—No sé que está ocurriendo con él pero espera... ¿Tu habitación? —digo avergonzada. La ebriedad me está bajando y en cualquier momento empezaré a sentir pudor por el show que acabo de hacer.

—Sí, es mi habitación —se acerca a la puerta y la cierra—. Debí haber olvidado colocarle seguro—asiento y sufrimos en unos segundos de silencio incómodo—. Ven te voy a mostrar un lugar —murmura mientras intenta agarrarme de la mano.

—No. No puedo. Tengo que averiguar que está pasando ahí abajo. Disculpa —le digo. Pero cuando intento marcharme vuelve a tomar mi mano.

—Sólo será un instante. Lo prometo —me mira fijamente a los ojos.

Termino sediendo y lo sigo escaleras abajo. Todo el tiempo mirando hacia los lados haber si encuentro a Ruggero por algún lugar. Salimos de la casa y cruzamos todo el patio trasero hacia unos árboles. Genial, va a matarme y enterrarme en el bosque. Nota mi inseguridad y se ríe.

—Si no confías en mí. Activa tu ubicación en tiempo real —me dice y niego con la cabeza. Eso hice apenas salimos de la casa.

—¿Debería desconfiar? —le pregunto.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora