➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ⑥

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Me acerco más a la puerta, malditos gemidos quiero irme de esta casa. ¡Nunca debí venir! Atravieso el gran salón, estoy tan perdida con tanta gente que termino en el patio trasero de la casa. Me sorprendo al ver que no hay nadie, camino lentamente hacia la piscina metiendo mis pies en la tibia agua. Necesito calmarme, estoy dramatizando todo y no está bien. Ruggero es grande, sabe lo que hace y si quiere seguir siendo el juguete de Jazmín que lo sea, después de todo yo siempre estaré para él. Aunque me duela en el alma que este en esa habitación con ella después de besarme, con todo lo que sucedió en las últimas dos horas no paré a pensar sobre lo sucedido en ese choque. La forma en la cual sus labios impactaron contra los míos, sentí tanta sorpresa pero a la vez tanto alivio que me recorrió de pies a cabeza. Creo que desde aquel tiempo en el que me gustaba había deseado ese beso, fue tan corto, tan leve que me quedé con ganas de más.

¡Oh, mierda!

Tengo novio, maldita sea. Mi novio está ahí adentro, quizás otra stripper le esté bailando y yo aquí deprimiéndome por mí mejor amigo. Saco los pies del agua, introduciéndolos nuevamente en los tacones y caminando hacia la puerta por la que salí.

La puerta conecta con la cocina, por eso mismo tomo un vaso con vodka de la mesa y lo deslizo por mis labios. El alcohol luego de cuatro shots está bailando en mis venas, nunca bebo pero esta ocasión lo llama. Cuando regreso al salón, las demás chicas están bailando sobre una de las mesas. Katy me llama para que me sume, me encojo de hombros debo ir, es mi trabajo. Con ayuda de una de las chicas subo a la gran mesa, meneando mis caderas lentamente. Desprendo el vuelo de tela que cuelga de mi cintura, quedando en una braga negra y el brasier de bailarina árabe. El vuelo de mi rostro no pienso quitarlo, quedaría expuesta ante todos.

-¿Por qué no te quitas el velo?-grita uno de la multitud.

-¡Sí, quítatelo!-grita otro.

Miro a Dany, en busca de ayuda pero no lo encuentro. Ahí está, le suplico con la mirada que pare esto, asiente acercándose a nosotras y ayudándonos a bajar de la mesa.

-El show terminó, muchas gracias por su contratación, son las cinco de la mañana, a menos que tengan para pagar una hora más-le dice, al chico que gritó al inicio. El mismo se encoge de hombros, pagan una gran cantidad de dinero para que cuatro chicas anden semidesnudas por la fiesta y dudo que paguen por una hora más.

-¡Yo pagaré!-grita Lionel, mierda y más mierda-. Pero solo por la rubia-no puede ser.

-Kitty-me mira-. Es más dinero para tu paga-me murmura, de modo que solo yo puedo escucharlo.

No puedo hacer esto, me reconocerían, estoy expuesta de todos modos. Necesito el dinero, se acerca fin de mes y deberé pagar las cuentas, la luz, el agua, la renta del departamento, el gas. Oh, mierda.

-Está bien-balbuceo.

-Eres genial-me sonríe, Lionel se me acerca.

-Si te contraté es porque quiero estar contigo en privado-abro los ojos sorprendida.

-¿Qué? ¡No soy una prostituta!-chillo.

-Nunca dije que nos acostaríamos, solo quiero hablar contigo en privado...

No puede ser, sabe que soy yo y está jugando conmigo. Me está poniendo a prueba.

-Vamos-murmuro.

Coloca una de sus manos en mi cintura, guiándome por las escaleras e ingresando en una habitación. Me hace pasar, cierra la puerta y se acerca a la cama en la misma. Se sienta, golpea el lugar a su lado indicando que me siente. Lo hago, pero no lo miro.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora