➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ②③

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—¿Por qué tardáis tanto? —grita Valentina por el volumen de la música, agarro con fuerza el celular mientras Ruggero me lanza sobre la cama.

—Estamos en camino —digo, con la voz acelerada. Mientras Ruggero, se mete entre mis piernas y vuelve a penetrarme. Muerdo la palma de mi mano, pero los gemiditos de Ruggero son audibles—. Debo colgar —jadeo.

—Sois un par de cerdos. Apresurais —gruñe y cuelga.

—¡Ah! Más rápido —gimo, lanzando el celular a un lado y apretando mis piernas a su cadera.

—Me voy a venir... —jadea, mordiendo su labio y apresurando sus embistes.

—Ah... Ruggero... Sí... Sí —gimoteo, mientras hago puños en las sábanas.

—Eres deliciosa —gruñe, mientras me agarra por los brazos y hace que me siente sobre su regazo. Subo y bajo mis caderas, mientras me aferro a su espalda y sus caderas se levantan para nuestro encuentro. Enreda mi pelo en su mano y me tira la cabeza hacia atrás —. Dime que soy el único... —jadea, mientras me obliga a que lo mire.

Frunzo el ceño, mientras siento cada vez más cerca el orgasmo. Decido hacer como si no lo escuché y con suerte lo dejará pasar, cierro los ojos y me dejo llevar cuando estoy a punto de acabar. Pero Ruggero se detiene.

—¿Qué?... Ruggero... no pares —jadeo, intento subir y bajar mis caderas pero las agarra con fuerza.

—Respondeme, Karol —me mira fijamente a los ojos, sus pupilas se han vuelto negras y profundas, impenetrables.

—Sigue, por favor —jadeo, la desesperación y la angustia haciendo una batalla en mi interior.

—Necesito oirlo, por favor —lo miro directo a los ojos, veo tristeza y desesperación. En realidad lo necesita.

—Eres y serás siempre el único —le respondo, acariciando su mejilla.

Me deja sobre la cama, colocandome boca abajo contra el tapado de seda azul y me tira las caderas hacia su cuerpo. Agarra mi cabello y lo enreda en su mano, para luego deslizarse en mi interior y empezar a embestirme. Siento su cuerpo detrás de mi, moviéndose rápido y con necesidad. De a poco se desliza sobre mí y coloca su pecho en mi espalda, sin dejar de penetrarme. Su mano suelta mi pelo, mientras que la otra acaricia mis mejillas, luego mi mandíbula y termina en mi cuello. Sin dudas, el sexo de reconciliación es el mejor. Unas embestidas más y estoy gritando su nombre a todo pulmón, rasguñando sus brazos y mordiendo el colchón.

—Nunca voy amar a nadie como te amo a ti—dice, antes de acabar en el preservativo. Cae sobre mi espalda, exhausto.

Después de tener tres orgasmos en menos de una hora, terminamos de arreglarnos y bajamos al garaje para ir de una vez por todas a esa fiesta

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Después de tener tres orgasmos en menos de una hora, terminamos de arreglarnos y bajamos al garaje para ir de una vez por todas a esa fiesta. Mientras vamos en el coche, lo veo incómodo y hasta nervioso. Espero que diga algo, pero evita mirarme. Sabe que me voy dando cuenta de su situación porque lo miro fijamente, suspira y luego toma aire nuevamente. Me mira y dice:

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora