—Estoy bien, por ahora—obvio que muero porque me la chupe, pero es demasiado pronto. Aunque es irónico que yo lo diga cuando ya la hice gozar como loca provocándole sus primeros orgasmos.
—Enséñame—murmura. Quiero decirle que no, que estoy bien y no importaba. Pero tiene los labios están rojos e hinchados que solo puedo pensar en ellos bajando y subiendo, volviéndome loco con la lengua.
Finalmente asiento a su dirección, la tomo de la mano guiándola hacia los sillones. No puedo dejar de observar sus curvas tan marcadas, como el bronceado del verano ha dejado esas líneas blancas en su cadera y pechos. Una vez que llego al sillón me siento y ella se arrodilla frente a mí, hago el intento de no venirme con esa simple acción. Es que Karol es una cosa de locos realmente, con solo mirarte por debajo de esas largas pestañas puede ponerte duro como piedra.
—Bien—murmuro. Levantando las caderas y quitándome los pantalones junto con los bóxers, no puedo esperar nunca más. Ella se queda atónita observando mi pene, pero veo sus pensamientos cuando me la toma con la mano. Inmediatamente un gemido ahogado sale de mi garganta—. Lu..lubrica—jadeo, ella entiende mi referencia. Ya que junta un poco de saliva y la vacía encima, no duraré mucho a este paso. En estos momentos, el virgen parezco yo.
—¿Así?—pregunta con voz dulce, lo que me vuelve más loco y me pone caliente.
—Si nena, está perfecto—murmuro—. Ahora...—sin avisar se la traga, su lengua acaricia la punta y tengo que agarrar su cabeza. Seré lo más tranquilo posible para que no le quede una mala experiencia de su primera mamada, su garganta no es un impedimento cuando se la traga entera.
¿Saben cuántas veces me la imaginé asi? Todas las noches en las que terminaba haciéndome una paja para liberar todo ese deseo que sentía por ella, sus labios subiendo y bajando, su lengua haciendo maravillas en mí. Solo eran eso, imaginaciones y ahora está aquí chupándomela como toda una profesional. Esta chica no es virgen, esta chica sabe como hacer gozar a un hombre y volverlo loco. No podría imaginar a nadie más que a ella. Empieza a aumentar el ritmo, por lo que sus pechos empiezan a rebotar en su lugar. Después de un rato me siento cada vez más cerca de llegar.
—Voy a acabar, si quieres sal—murmuro como puedo, pero ella sigue ahí caliente, mojada y desesperada. Le lleno la garganta de leche y lo que más me sorprende de esto es que no tuvo arcadas, esta mujer va a matarme—. Te lo tragaste—jadeo atónito—. ¿Sabes que me vuelves loco?
Ella se monta en mi regazo, mala idea, mala idea. Antes de que mi friend vuelva a crecer decido levantarme y llevarla asi a la ducha. Necesitamos apagar este fuego antes de que pierda la paciencia y me la coja sin piedad. Abro la puerta del baño de una patada, la dejo en el suelo mientras abro el agua para que se llene la bañera. Coloco unas gotas de aromatizante, huele a sexo y ni siquiera lo hemos tenido.
—No puedo creer de lo que me perdí todos estos años—dice ella. Se la ve feliz y sonriente—. Esto es tan excitante y prohibido, creí que bailar en un bar de mala muerte era excitante y prohibido, pero esto si que es excitante y prohibido—dice repitiendo las palabras una y otra vez.
—Yo te puedo hacer conocer cosas realmente excitantes y prohibidas—murmuro, tomándola de las caderas. Llevo mis manos a su culo, abrazándolo con las manos y aprentándolo contra mí. Mala idea, Ruggero.
—Creo que le caí bien—dice, como si hablara de una mascota.
—Lo vuelves loco, ¿qué puedo decirte?—me burlo.
Una vez que el agua está lista la tomo de la mano, ella se mete entre las burbujas y se pierde en ellas. La sigo yo, ambos completamente desnudos y calientes. No tenemos fin, ni cansancio, nos deseamos tanto que no sé cuanto aguantaremos sin cojer.
—Nunca me imaginé esto—murmura.
—Yo sí, aunque no lo creas y pienses que soy un pervertido. Imaginé esto miles de veces, pero no tenía esperanzas que pasara.
—No tenías esperanzas que aceptara venir aquí, te aprovechaste de la situación—se burla.
—No tenía esperanzas de que tu sintieras lo mismo.
Ella se queda callada pensando, no Karol por favor no pienses. Karol es muy analítica, creo que un día será una buena psicóloga porque tiene una forma muy rara de imaginar posibilidades en segundos. En estos momentos lo último que necesito es que ella analice esto, porque llegaría a la conclusión de que está mal.
Me meto en el agua, en dirección a ella. La bañera es lo suficientemente grande para dos cuerpos enteros, llevo mis manos a su cabello soltando de su coleta. El pelo le cae por pechos y se moja junto a el agua de burbujas. Tomo un poco de gel y lo coloco en su espalda, mis manos empiezan a masajearla. Tira la cabeza hacia adelante y afloja los hombros, está calmándose. Praticamente estoy domando a la bestia sexual que hay dentro de mi pequeña mejor amiga, me toma por los muslos asentando su culo en mi entrepierna y su espalda en mi pecho. Tiro un poco más de gel en los pechos de Karol, empiezo a masajearlos lentamente y ella jadea.
—¡Ah!—sisea, cuando tiro de sus pezones. No me aguanto y llevo la mano a su vagina, acariciando su clítoris, limpiando y moviendo mis dedos—. ¡Ruggero!—exclama.
—¿Te gusta?—murmuro, ella solo asiente, incapaz de hablar y empieza a frotar su culo contra mí—. No hagas eso—la regaño, tomando unos mechones de su cabello y tirando su cabeza hacia atrás—. Sólo vamos a refrescarnos.
—Estoy fresca—sus ojos están cerrados y está mordiendo su labio inferior.
—Tienes tantas cosas que me excitan y me vuelven loco, Karol.
—Dímelas—murmura, está a punto de llegar. Mis dedos apresuran su trabajo.
—Son demasiadas—me sincero.
— Enumera—me mira a los ojos y gime.
—Bien—cedo a su provocación—. Primero: Tus labios. Son tan carnosos y después de chuparla quedaron hinchados, colorados y suaves.
—Es nuevo para mí—murmura.
—Segundo: Tus ojos. Tienes una forma tan hermosa de descifrar a las personas con tan solo una mirada, es peor cuando me miras y gimes, me dan ganas de ponerte de rodillas y...
—Te entiendo—ríe.
—Tercero: Tu cuerpo, sin duda alguna. Eres tan perfecta y tienes todo lo que deseo, desde tus piernas y caderas. Tus pechos—los aprieto con mi mano libre—, me excita el hecho de que entran perfectamente en mis manos—lamo su cuello, mi lengua la recorre desde la clavícula subiendo hasta la piel de su oreja.
—Un... poco más—gime, está por acabar.
—Acaba en mis dedos como tu sabes hacerlo—le murmuro y se viene gritando mi nombre.
ESTÁS LEYENDO
➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]
أدب الهواةSer una chica con dos vidas diferentes no es fácil, ocultarle a mi novio la verdadera profesión que realizo y lo que conlleva esta no es fácil, ser testigo de que como me denigran y tratan de comprar, no es fácil «nada es fácil». Sí, ser yo no es lo...