Ya todo estaba preparado. Dando unos últimos retoques a la decoración del gimnasio para poder irme a casa y ponerme el disfraz. Esto de ser presidenta del consejo estudiantil y además, presidenta de la organización de los eventos escolares, es agotador. Le devolveré esto a Jazmín en cuanto termine el plan.
—Karol—escucho una voz desde mi espalda. Me volteo y me encuentro con Yuliana, una amiga de Jazmín —. Me preguntaba si necesitas algo o si te falta algo para esta noche —dice, enarco una ceja.
—No, para nada. Está todo listo... —le contesto, dándole la espalda nuevamente —. Pero gracias —respondo, viendo como uno de los chicos está colocando las serpentinas en la pared. La escalera de tambalea y corro para sostenerla.
—¡Gracias! —exclama y me mira sonriente—. Jazmín me hubiera dejado caer —dice con voz nerviosa.
¿De verdad la culpa me puede estar carcomiendo? Jazmín es un parásito, un virus que debe ser exterminado. No sé si sus padres están muertos o qué carajos, pero para su maldad no puede haber excusa alguna. Este será su final y nada podrá impedirlo.
Llevo media hora peleando con estas medias finas color piel, pero se me hace imposible colocarlas. Las mismas pican, debería haberlas llevado a la lavandería pero no he tenido tiempo. Prendo el brasier de encaje negro y me pongo el top rojo de algodón arriba, una gran “A” en color amarillo hay en el medio. Los shorts negros me quedan pintados, tengo que dejar de ocupar ropa de Valentina. Ato mi cabello en dos coletas altas, coloco la gorra roja en mi cabeza y me deslizo las medias a rayas rojas para luego colocarme los tenis blancos.
Mientras me coloco un poco de iluminador y rubor de Valentina, la misma entra. Luciendo un sexy disfraz de “La Purga”. Se quita la máscara y me mira con esos ojos celestes bajo kilos de iluminador y glitters.
—¡Estás guapísima, tía! —exclama, corriendo hacia mí.
—Te diría lo mismo. Pero sigo molesta —le contesto, volteando mi mirada para seguir arreglandome.
—Venga que sólo lo hice por vuestro bien. Sois mis amigos, haría cualquier cosa por ustedes —dice, cambiando su expresión—. Y tú eres mi hermana —susurra, mirándome con tristeza.
—¿En qué momento creíste que ocultarmelo sería una buena idea? —bufo, colocando mis manos en mi cintura.
—¡¿Ocultar?! —exclama, indignada—. Olvídate de que son mis amigos, esos dos son unos putos capullos —chilla.
—¿Qué quieres decir?
—Yo soy la que les insistió para que te dijiesen la verdad. El plan surgió después.
—No importa eso ya. Sabías y no me lo dijiste.
—¿Tú sabías que Carrik está enfermo? —pregunta, frunciendo el ceño. Pero en cuanto ve mi expresión de sorpresa su cara cambia—. Tú tampoco lo sabías... —susurra.
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➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]
Hayran KurguSer una chica con dos vidas diferentes no es fácil, ocultarle a mi novio la verdadera profesión que realizo y lo que conlleva esta no es fácil, ser testigo de que como me denigran y tratan de comprar, no es fácil «nada es fácil». Sí, ser yo no es lo...