➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ②⑥

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Karol

Veo a Ruggero caminar por toda la sala de un lado al otro y comienzo a desesperarme, su constante movimiento me pone los vellos de punta. No puedo decirle nada. Está preocupado, yo también lo estoy, pero Ruggero lo está viviendo de una manera diferente.

Decido ponerme de pie y caminar a la cocina, necesito alimentarme a mí y a este bebé hambriento que consume todas mis energías. Me encuentro a la nueva dama de llaves que ahora sé que es la mujer con la cual estuvo viviendo Ruggero los últimos meses, no he tenido oportunidad de acercarme a ella a charlar, así que creo que es una buena oportunidad.

—Hola —le digo, abriendo la gaveta de los tazones.

—¿Necesita algo? —pregunta amablemente, secando sus manos y caminando hacia mí.

—Yo... Quería agradecerte —le respondo, dejando el tazón sobre la isla de la cocina.

—¿Qué? ¿Por qué?

Luce confundida, o al menos finge estarlo.

—Por haber cuidado de Ruggero todo este tiempo. Estoy realmente agradecida contigo por todo lo que hiciste por él.

—¿L-lo sabes? —indaga nerviosa.

—Acabo de descubrirlo, no fue tan difícil, conozco a Ruggero como la palma de mi mano —presumo, una sonrisa se dibuja en mi rostro.

—Ruggero debe estar muy contento.

—Él... —suspiro—. Si creo que lo está —agrego.

No debo contarle mis problemas, pero tampoco tengo a quien hacerlo. Es de noche, por lo tanto mi psicóloga no está disponible y Valentina es un mar de mocos en el sofá.

—¿Lo dudas? —pregunta confundida.

—Ruggero fingió ser su hermano, sólo para poder pasar tiempo conmigo. Es tierno y a la vez loco. No tendría que dudar, pero es todo nuevo y hay muchas cosas de las cuales hablar...

—Sí, lo entiendo. Tampoco ha estado fácil para él, el chaval ha sido un cuerpo sin alma desde que despertó en el hospital. Me alegro que al fin haya encontrado a su chica de ojos verdes...

—¿Chica de ojos verdes? —indago confundida. Ruggero jamás me llamó así.

—Oh... Él no recordaba tu nombre, así que te llamaba así.

—Ah... —asiento—. ¿Te molestaría contarme todo lo que ocurrió mientras Ruggero no recordaba? —pregunto con timidez—. Después de todo ya no tendrás que fingir trabajar aquí —agrego entre risas.

—Vale. ¿Deseas sentarte? —me pregunta. Asiento.

Caminamos hasta las banquetas en la isla de la cocina, sentandonos al lado de la otra. Verónica insiste en prepararme un jugo, así que acepto. Mientras tecleo en mi celular un mensaje para Osvaldo, el cual está en la sala pero no quiero hablar con él de esto en frente de Ruggero.

Se supone que hoy Osvaldo tendría una cita con un chico que conoció por Internet y no me ha dicho nada al respecto, es decir, debe pensar que soy un manojo de nervios, pero simplemente no puedo preocuparme lo suficiente por Lionel. Después de pensar que estaban muertos, perdí la preocupación que solía tener por ellos. Aún no creo que lo estén, siento que me voy a despertar de un sueño y ellos se me serán arrebatados otra vez.

Osvaldo responde al segundo con un emoji feliz y es la respuesta que necesitaba. La noche anterior mientras me abrazaba, me confesó ser gay y me dejó algo impactada, aunque logré recuperarme rápido y darle el apoyo necesario. Aunque Ruggero haya estado distante con su hermano desde que lo descubrí, sé que lo hace porque está celoso, técnicamente le confesé sin tener consciencia de que besé a su hermano. Pero el besó a Lionel, así que creo que estamos a mano.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora