—Pasajeros para al vuelo 389 con destino a Seattle, hagan el favor de abordar—repite la voz en el aeropuerto.
Normalmente con mi sentido de control ya estaría en la puerta esperando para abordar, pero estoy pegada en la silla. No puedo ponerme de pie, siento que estoy congelada y he perdido la movilidad de mis extremidades. Me la pasé toda la tarde y la noche de ayer llorando, desde que Ruggero subió a esa camioneta. Un horrible vacío quedó en mi corazón, me va a hacer más falta de la creí.
—Último llamado, pasajeros del vuelo 389 con destino Seattle hagan el favor de abordar—repiten y resignandome, levanto el culo y empiezo a caminar rápidamente hacia el lugar de abordaje.
Llego justo cuando están cerrando las puertas, me disculpo con la señora y toma mis boletos. Ingreso al avión y me doy cuenta de que hay alguien más sentado en mi asiento. Ruedo los ojos frustrada, mientras camino por los angostos pasillos del avión.
«¡Genial! Este día no podría empeorar».
—Oye estás sentado en mi asien... ¿Ruggero? —chillo. Llamando la atención de todos en el avión.
—Es un gusto volver a verte—sonríe y me sienta en su regazo—. Ya te echaba de menos.
—Pero... ¿Qué haces aquí? Deberías estar en Washington.
—Me di cuenta que no podía marcharme sin despedirme de mis padres y quería más tiempo contigo.
—Lamentablemente es más persuasivo que yo—dice una voz detrás de su asiento, Alexandra.
—Por favor, cada uno en su asiento—dice la azafata. Me bajo de su regazo y tomo asiento a su lado.
—Haces esto más difícil, tonto—me quejo—. Ya había asimilado que no te iba a ver, mientras más rápido te vayas, más rápido volverás—le digo, acariciando su mejilla.
—Ya cállate y ven aquí—dice y me envuelve en sus brazos.
—No sé que le hiciste, Karol. Pero espero que ustedes dos se casen y tengan veinte hijos, porque los asesino, estoy harta de esta historia—dice en voz alta Alexandra, todos en el avión la miran pero a ella le da igual.
Luego de cinco horas de vuelo. Nos anuncian que vamos a aterrizar en una hora, froto mis ojos, me había quedado completamente dormida. Ruggero a mi lado también lo estaba. Se ve tan sexy con el cabello despeinado y de pronto mi deseo sexual se activa, una idea que nunca creí que cruzaria mis pensamientos lo hace y me acerco a su oído.
—¿Alguna vez lo has hecho en un avión? —murmuro.
—Estaba esperando que lo digas—contesta. Muerdo mi labio, me siento una niña a la que le acaban de cumplir un capricho.
—Te espero—murmuro.
Hace un lado sus piernas dejándome salir al pasillo, camino velozmente hacia el baño. Coloco el pestillo y lo espero, segundos más tarde alguien golpea la puerta. Abro un poco y es él, la abro para ingrese rápidamente.
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➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]
FanfictionSer una chica con dos vidas diferentes no es fácil, ocultarle a mi novio la verdadera profesión que realizo y lo que conlleva esta no es fácil, ser testigo de que como me denigran y tratan de comprar, no es fácil «nada es fácil». Sí, ser yo no es lo...