➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ②⑨

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Karol

Los conductos son más estrechos de lo que esperaba, así que nos cuesta más trasladarnos. La respiración se me comienza a acelerar a medida que gateo por el estrecho espacio y el aire es escaso.

—Detente. Descansemos —me dice Valentina.

—Nos falta poco —digo rápidamente.

Reanudo mi movimientos, sintiendo el metal frío en la piel de mis manos. Llegamos hasta un ducto de ventilación, en el que observando por medio de los orificios a varios hombres armados en el pasillo, juegan cartas y beben cerveza como si nada estuviera ocurriendo. Continuamos, buscando algún indicio de donde podría estar Lionel. Entonces escuchamos un desgarrador grito, venir desde unos metros más adelante.

—Mi madre... —susurra Valentina.

Ambas nos detenemos a observar por el orificio como el hombre parado a un lado de Valeria le da un puñetazo en el estómago a Lionel, haciendo que este se doble y escupa sangre por la boca. La rabia crece en mi interior, a sabiendas de que lo están torturando otra vez, por mi causa.

—Ya se van...

Valeria le hace un gesto al hombre y este se marcha, pero ella se queda en la habitación dando vueltas alrededor de Lionel mientras ríe con cinismo.

—Voy a matarla... —gruñe Valentina.

—Mira que eres idiota... fuiste un verdadero idiota —le dice Valeria con diversión.

—Lamento haber arruinado tu plan... zorra —le escupe Lionel, forzando el agarre en sus manos.

—Me halagas... pero también me subestimas —lo toma por la mandíbula, apretando sus mejillas y deslizando una navaja desde el bolsillo trasero de sus pantalones—. Siempre tengo un plan bajo la manga...

—Valeria, el teléfono suena. Viene de la mansión —le dice otra voz detrás de ella.

Dario...

—Hijo de puta —bufo en voz baja.

—¿Ves? Ahí está el imbécil de mi ex marido. Me dará mucho dinero por tu trasero —le dice entre risas.

Ambos salen de la habitación, dejando a Lionel sólo en ella. Volteo para mirar a Valentina en busca de indicaciones, pero ya no está. Maldigo. Finalmente me decido por salir del conducto y bajar para desatar a Lionel. Él no me mira cuando ya estoy en el suelo y comienzo a caminar hacia él. En cuanto me ve su rostro se deforma de sorpresa y furia.

—¿Qué demonios haces aquí? —espeta en voz baja.

—Vengo por ti.

Llevé mis manos a las sogas que sostenían sus manos y las desate, desarmando los nudos de sus tobillos y quitando la silla de su cuerpo.

—Ya lo había solucionado, Karol. No tendrías que haber venido. Vete —ordenó.

—¿Solucionar? —indague confundida.

—Me entregué para que los dejaran en paz —confiesa.

Me quedo estupefacta, mirándolo fijamente mientras lágrimas fluyen por mis mejillas y las limpio con rapidez. Su rostro golpeado, lleno de rasguños y morados. No puedo creerlo. Me acerco a Lionel y lo abrazo, pero él me separa rápidamente.

—Vete —repite.

—Puedes venir conmigo, ese conducto da a la calle. Podemos huir —le digo rápidamente.

—¿Y qué harán cuando regresen y yo no esté? Irán por ustedes. Esto no termina hasta que Valeria lo diga. Hablando de ella, ¿cómo demonios salió de prisión? —gruñe.

  ➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora