Me bajo del autobús justo a unas cuadras de la academia y aprovecho ese tiempo de caminata para pensar que falta un mes para la cena de aspirantes a Stanford, Ruggero y yo íbamos a ir juntos ahora que toda la cuestión de mi padre se había aclarado. Espero que aún podamos seguir adelante con nuestros planes.
Tengo una llamada perdida de Dany y recuerdo que no le llamé para avisarle que me ausentaria unos días. Le mando un mensaje rápido explicándole todo. Noto que alguien me llama a lo lejos, por lo que me volteo y un segundo me siento esperanzada de que sea Ruggero, pero es Osvaldo. Me detengo y espero a que me alcance, se mete las manos a los bolsillos y me sonríe.
—Hola —murmuro.
—Hola —responde, algo nervioso—. ¿Has sabido algo de mi hermano? —pregunta.
—No, aún nada —respondo—. Estoy muy preocupada—se me quiebra la voz.
—Sí, yo también lo estoy. Al notar que no regresaba decidí ir a casa de Bruno, habían miles de oficiales entrando y saliendo de la casa. Entonces me dijo que se había ido .
—¿Ido? —murmuro.
—Sí, según Bruno se fue con otros dos chicos... No recuerdo sus nombres, pero son sus amigos.
—¿Dos chicos? —pregunto confundida.
—Sí, uno era... —agarra su barbilla y se pone a pensar—. El hijo del oficial Ferro...
—Lionel —lo interrumpo.
—Sí, él. El otro era Michel o Michael. No lo sé.
—Oh, por Dios. Debo llamar a Valentina. Dame un segundo —le digo.
Luego de dos timbres contesta y escucho su respiración alterada.
—¡Michael se fue con Ruggero y Lionel! —grita, obligándome a alejar el celular de mi oreja.
—Llamaba para decirte eso... Espera, ¿cómo lo sabes? —murmuro.
—Llamé a su madre. Me dijo que faltan sus maletas y muchas de sus cosas... —dice desesperanda—. Oh, joder. Creí que ese capullo me había dejado —suelta un suspiro de alivio.
—Al menos tienes certeza de ello.
—¿Adónde coño se han pirado? — gruñe.
Conociéndola seguramente está acariciando sus sienes.
—No lo sé. Llámame en cuando sepas algo...
—Vale. Adiós.
Corto la llamada y regreso mi mirada hacia Osvaldo, el cual luce algo confundido.
—¿Cuándo fue la última vez que viste a Ruggero? —le pregunto.
—El día en que desapareció. Recibió tu llamada, estaba delante de mí cuando te dijo que iba hacia Francia. Luego llegó Antonella y no lo dejó marcharse, así que le quitó su pasaporte. Pelearon, se gritaron y Ruggero se marchó igual con unas cuantas cosas.
Se me encoje el corazón al saber que Ruggero tuvo problemas con su madre por mi culpa, si no fuera tan terco se hubiera quedado aquí y nada de esto estaría pasando.
—Juro que voy a matarlo en cuanto lo vea... —jadeo, agarrando mi frente—. ¿Cómo supiste que estaría aquí? —le pregunto confundida.
—Ruggero me trajo aquí unas horas antes de que desapareciera y entró a aquel edificio —dice, señalando la academia—. Entró, entregó un cheque y salió. Supuse que vendrías aquí así que me lance —dice con una pequeña risita.
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➳ LA REINA DE LA NOCHE [Ruggarol]
FanfictionSer una chica con dos vidas diferentes no es fácil, ocultarle a mi novio la verdadera profesión que realizo y lo que conlleva esta no es fácil, ser testigo de que como me denigran y tratan de comprar, no es fácil «nada es fácil». Sí, ser yo no es lo...