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Olivia

Me miré al espejo mientras me hacía el delineado, la verdad era que me gustaba mucho como me quedaba y más luego de que me corté el flequillo. Me veía más diva, o al menos así me sentía yo.

Luego de haberme puesto un rosa pálido en los labios, bajé con el bolso al hombro.

—¿Medina ya volvió? —Le pregunté a mi mamá.

Íbamos a hacer una cena con el amigo de Adrián, pero éste estaba haciendo un viaje de negocios.

—No, vuelve en un mes. —Dijo ella.

Habían pasado recién dos semanas desde que mi mamá se había enterado de su embarazo.

—Bueno. —Tomé mi bolso.

Adrián se acercó a mi mamá y besó su panza con una sonrisa. Por alguna razón se me hizo incómodo y me di la vuelta para salir de la casa.

Esperé a Adrián en el auto y este entró.

—No haz estado acompañando mucho a tu mamá. —Dijo él en medio del viaje.

Lo miré y levanté una ceja.

—¿En qué? —Dije confundida.

—En su embarazo, hay cosas que solo pueden hacer las chicas. —Dijo él.

—Dejala que salga con sus amigas. —Dije yo obvia.

—Estás celosa del bebé. —Dijo él.

Fruncí el ceño y agradecí cuando ví que habíamos llegado al colegio.

—Claro que no. —Dije obvia quitándome el cinturón.

Era una pequeña mentira, porque quizá si lo estaba un poco. Ella o él iba a nacer con un hogar más perfecto que el mío.

—Mirale el lado bueno, ya nadie te va a reprochar ser una mala hija porque tu madre va a tener una mejor. —Dijo.

Mis ojos se mojaron rápidamente.

—P-púdrete. —Dije en un tono bajo, pero lo suficientemente fuerte para que me escuchara.

Salí del auto y cerré la puerta de un portazo antes de caminar hasta el colegio.

Sentía mi cara roja de la rabia y mis ojos mojados y calientes, casi juraría que salía humo por medio de ellos.

Soplaba inflando mis mejillas tratando de evitar el llanto.

Al introducirme por el pasillo, lo primero que vi fue a Mateo con una chica entre sus brazos, él depositó un beso en su boca y ella sonrió.

Desde la distancia Mateo dirigió su mirada a mí y yo lo miré mal antes de caminar hacia el baño.

Caminé hasta uno de los cubículos y cerré los ojos con fuerza, molesta.

Odiaba a mi madre, a mi padre, a Mateo. ¡Los odiaba a todos!

Cuando menos lo pensé las lágrimas ya estaban rodando por mis mejillas, más las limpié enseguida y con cuidado para no arruinar mi maquillaje.

Últimamente todo ha sido un desastre.

La imagen de Mateo con esa chica volvió a aparecer en mi cabeza.

Estoy bastante segura de que él no quiere ser mi chico.

Salí del baño y me organicé tratando que no se notara que había llorado, lo cual se me hizo fácil.

Me sonreí al espejo.

Él no me ama, pero eso está bien. Porque me amo a mí misma de todas formas.

















La novela está inspirada en I'm a Mess de Bebe Rexha.<3

Mess [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora