Cuando estuvimos fuera del teatro fue cuando detuve mis pasos.
—¿Qué onda? —Preguntó frunciendo el ceño.
—¿Qué? —Dije haciéndome el confundido. —¿No nos íbamos ya?
—Dale, Mateo. Estaba trabajando. —Dijo molesta.
—Vos estabas trabajando, no él. —Dije. —Si se re quería hacer el vivo con vos.
—Solo estamos trabajando. —Dijo obvia. —Es obvio que me va a mirar así.
—Bue, si va a ser así no sé pa' que me invitás. —Dije molesto. —¿Pa' que me ponga celoso?
—¿Qué celoso, Mateo? Solo vine a que me vieras trabajar, y si te invito es porque me gusta que me apoyes y porque sé que no hago nada malo aquí. —Dijo seria. —¿O qué hago, entonces?
—No sé, andá a trabajar entonces si el pelotudo soy yo. —Dije y ella me miró mal.
—Tengo que ir donde Sam, no sé si vas a quedarte o a irte, pero no me cabió nada esto. —Dijo ante de entrar de nuevo al teatro.
Yo bufé con ganas de romper todo, me estaba estresando mucho. Sabía que ella tenía la razón porque yo pensaba lo mismo pero no quería que estuviera con él. Estaba seguro que ese pibe le tenía ganas.
Y no es que no confiara en Olivia, pero no confiaba en ese otro.
Estaba pensando en si irme o quedarme cuando Jorge salió.
—¿Aprovechamos para hablar del partido? —Dijo palmeando mi hombro.
Suspiré tratando de despejarme y asentí.
—Hace mucho tiempo no encontraba a alguien tan bueno como vos. —Dijo y yo sonreí apenas.
—¿En serio? —Pregunté.
—En serio, los pibes de hoy solo juegan por diversión y eso está bien, el fútbol puede ser un juego, pero para otros se convierte en una pasión, y eso.. junto con un buen don, es lo que los lleva a donde vas a llegar vos. —Dijo mirándome.
Me hacía demasiada ilusión cada una de sus palabras.
—Contacté a un amigo que tiene un buen club, dice que quiere que entrenes con ellos para ver como juegas. Si les gustas, te quedas. —Dijo él.
Sonreí. —¿Y como es que eso lo beneficia a usted? —Pregunté.
—Pues, si doy buenos jugadores a mi me pagan los clubs. —Dijo. —Estoy seguro que elegí bien con vos.
—Gracias. —Le choqué el puño.
—No hay de qué, toda la cita te la paso por mensaje. —Me avisó.
Asentí y volví a mirar hacia la puerta del teatro.
—¿Pelearon? —Preguntó él.
—Algo así.. —Dije volviendo al dilema anterior.
Entraba, o me iba.
—No tendrías que dejarte llevar tanto por esas emociones. —Dijo él. —Solo está trabajando.
—Usted mismo lo dijo, que él no era la clase de persona que invitaba a chicas a sus sesiones. —Dije.
—Pero no tiene nada que ver. Una cosa es lo que pase arriba del escenario, otra es la que pase abajo. —Dijo él. —Yo no me preocuparía por las fotos.
—No la quiero perder. —Dije mordiéndome el labio.
—Entonces ve a cuidarla, pero no peleés con ella. Tampoco tenés que retenerla, si ella quiere irse, lo hará. —Dijo él.
Como si fuera así de simple, yo tenía miedo de que ella pudiera decir un día que se iba a ir.
—Éste es el resumen. —Dijo. —Ámala, ámala mucho, si ella te va a amar a vos, es decisión de ella, y si no lo hace, sabés que decisión tomar.
Yo asentí y él me sonrió, podía ver el pesar en sus ojos, y me estaba angustiando.
—El amor no es todo en la vida chico, mirá la oportunidad que estás teniendo. —Dijo antes de irse.
Suspiré pensando en sus palabras. Tenía razón, si seguía pensando en las posibilidades de perder a Olivia iba a terminar muriendo de ansiedad. Solo iba a hacer lo que yo debía hacer, y si ella me fallaba o decidía no quedarse.. yo no podía hacer nada al respeto.
Solo ámala.
Holis. ¿cómo están seres divinos?
