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Miré con molestia a la piba que estaba sentada en mi puesto. En cuanto levanté una ceja ella se levantó resoplando y me senté en mi puesto satisfecha.

Saqué una goma de mascar de mi mochila color plomo y luego de sacarlo de su envoltura, lo metí en mi boca para empezar a mascarlo mientras paseaba mi vista entre todas las personas que habían en el grupo. Hace apenas un mes habíamos empezado el año y, me había tocado con algunas personas con las que estuve antes. Había personas que habían logrado socializar con facilidad y ahora casi todo el grupo se llevaba super bien.

Yo nunca he sido de socializar con ellos, normalmente no les caigo bien y no los culpo, se que soy medio pesada pero es que todos me caían al orto, eran re estúpidos. Algunos disfrazaban su odio con respeto, como la chica que acababa de sacar de mi pupitre, porque se que me odia, como todo su grupito de amigas, pero no pueden hacer nada contra mi.

Si bien, yo podía darles unas buenas piñas, pero aún peor, si llegara a los oídos de mi padre podrían llevarse un gran problema.

Mi mirada se fijó en el morocho y su amigo, sin duda eran los que más me odiaban del salón, sobre todo el primer mencionado; Mateo. Es obvio su odio, casi que puedo decir que me mira con repulsión.

La verdad es que si hablo de su cara es re lindo el pibe, pero me caía igual que los demás. A parte es el único que no es tan hipócrita como todo este grupo de mierda. Quiero decir, no tiene filtro, le dice a todo el mundo lo que tiene que decir es necesario hacerlo, no habla menos de lo que debe pero tampoco más.

Igual puedo notar que es re lindo con el grupo, excepto conmigo porque soy "la bruja" del grupo, como he escuchado que me llaman.

—Están re lindas tus zapatillas. —Dijo una mina a mi lado.

Aún ni me les puedo aprender el nombre.

—Obvio que están lindas, no sabés lo que costaron. —Dije obvia y rodé los ojos, vi como las personas alrededor me miraban con prejuicio. —¿Y qué miran ustedes? —Pregunté levantando una ceja, mirando a cada uno de ellos, que de inmediato miraron de nuevo a sus mesas.

Eso creí.

Miré a Mateo que me miraba con tremenda cara de orto. Ellos seguramente creían que no me dolía que me miraran de esa forma, pero la realidad es que a veces dolía, me hacía sentir más mierda de lo que sabía que ya era y eso me daba rabia.

Arrugué el gesto y tomé mi labial rojo como para hacerme la desinteresada para comenzar a retocarme los labios.

El timbre sonó, literalmente no habíamos hecho nada en clase. Guardé todo con delicadeza en mi mochila y me levanté de mi puesto, sacudiendo mi cabello como toda una diva para luego salir del aula.

—Eu, olivia. —Dijo Mateo deteniendo mis pasos, me di la vuelta y lo miré con arrogancia.

—¿Qué se te ofrece? —Pregunté con molestia.

—De vos no necesito nada, solo que seás un poquito humana, ¿te cuesta tanto? —Preguntó en el mismo tono que yo.

—Es mi problema, no te metás en mi vida. —Dije arrugando el ceño y me di la vuelta.

—Ojo con lo que hacés. —Escuché que me dijo mientras yo caminaba para irme.

—Como digás Palacios.






Holaaa. Re subiendo esta fic broo<3. Espero les guste<3.

Dato (innecesario): Cuando subí esta fic la primera vez, me llamaba aún MateoPalTR

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