80

4K 298 90
                                    

Los gritos por parte de mi mamá tenían que detenerse, o bueno, tenía que afrontar esta situación ya. No podía ser por siempre un secreto, y no podía tener problemas por ello toda la vida.

—Salgo con un chico. —Le dije.

Los gritos que se escuchaban por toda la casa desde que llegué por fin cesaron.

—¿Qué? —Me miró confundida.

—Y no es Camilo, no me gusta Camilo. —Dije frustrada.

—¿Quién es? —Dijo mirándome inquieta.

Soltó un suspiro mientras yo pensaba como resolver ésto.
Se lo iba a tener que decir sí o sí.

—Con Mateo, el pibe del colegio. —Solté.

Ella arrugó un poco el ceño cada vez mirándome peor.

—¿En serio, Olivia? —Cuestionó.

—Es en serio. —Dije mirándola a los ojos.

—¿Tanto te cuesta hacer caso? Te insistí que te alejaras de ese pibe, ¡y ahora me decís que son novios! —Gritó.

—¿Y qué tiene de malo él? —Dije cansada.

—Que no es para vos. —Bufó. —En serio sos una perdedora.

Solté una risa seca.

—¡Sabía que ibas a reaccionar así! Porque siempre te importa solo lo que  vos pensés o lo que vos querás.. pero nunca te preguntás que pienso o que siento yo.. —Comencé a desahogarme frente a ella por primera vez. —Nunca te importaron mis noches llorando o mis esfuerzos por ser esa niña perfecta que vos querés. ¡Así que lo siento mamá! No soy y nunca voy a ser la niña perfecta que vos querés. Y he pasado tiempo queriendo serlo pero ahora no me importa, porque en medio de todo mi caos, lo manipuladora, hater, quizá sí, quizá lo perdedora que soy.. en medio de todo el desastre en que me había convertido, él me hizo sentir bien, me ayudó a ver que me equivocaba en muchos ámbitos, y me amó, sin importar nada. Y no es justo que lo juzgues, porque lo que él hace por mí no lo hiciste vos nunca. —Dije y respiré por fin.

Ella me miraba a los ojos, sin ninguna expresión, quizá con algo de pena.

—No quieras alterarme, Olivia. Estoy embarazada. —Dijo.

Resoplé mirando a un lado, al carajo su embarazo.

—Aunque yo lo aceptara, Adrián no lo aceptaría. —Dijo provocando que la mire de nuevo. —Sal con él, espero que sea el pibe maravilloso que vos decís. Pero no lo traigas a casa..

Ella se dió vuelta y yo suspiré antes de subir a mi habitación, al menos había un avance y ya no tenía que esconder mi relación de mi mamá, además, tendría permiso para salir con él, aunque no pudiera llevarlo a casa.

Había dado un buen paso siendo honesta, ahora tenía que serlo con Mateo y decirle la razón por la que él no podría venir a casa.













Holaas<3 ¿cómo están?

¿Están activas para que actualice?

Mess [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora