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Olivia

—Mateo. —Se presentó mi novio con mi mamá.

—Un gusto. —Respondió ella con una sonrisa. —Siéntense, ya voy a llevar la  comida.

Todos asentimos y nos fuimos a sentar en el comedor.

Segundos después mamá había servido la comida. Sonreí satisfecha al ver el delicioso y gran plato que le había servido a Mateo.

—Se ve delicioso. —Dijo Mateo provocando que mi mamá sonriera.

—Provecho. —Dijo.

Mi plato tenía una pequeña porción de pollo, acompañado por una deliciosa ensalada que había hecho mi mamá.

—¿Cómo se conocieron? —Preguntó mi mamá.

—Estamos en el mismo salón. —Dije.

Y aprovechando el tema, faltaba poco para salir a unas vacaciones que nos daban por un mes.

—Mi pregunta más bien sería, ¿cómo se enamoraron? —Dijo ella.

Miré a Mateo sin saber muy bien que decir.

—Ella no me agradaba mucho. —Se adelantó Mateo. —No hablábamos en el colegio hasta que un día me surgió algo de curiosidad porque.. sin ser muy específicos, Olivia es muy diferente a todo el entorno. La invité a un partido, luego a una fiesta, a mi casa.. todo como amigos, aunque sin darme cuenta estaba sintiendo algo por ella..

—Estábamos. —Lo corregí. —Tampoco me daba cuenta. Mamá sabe que nunca había tenido amigos, y que Mateo fuera mi amigo me animaba mucho, aunque poco a poco me di cuenta de que no solo quería una amistad con él.

—Que románticos. —Sonrió mi mamá.

—Escuché que estaba embarazada. —Le habló Mateo a mi mamá. —No contaba con venir hoy, pero trataré de traer algo la próxima vez.

—No hace falta. —Dije yo.

—No es necesario, pero acepto lo que quieras. —Dijo mi mamá con una sonrisa.

Vaya que parecían agradables.

Luego de un rato, por fin habíamos terminado de comer, aún tenía algo de sobremesa, así que lo estaba tomando lentamente.

—¿Te gusta mucho el fútbol? —Preguntó Adrián.

—No más que Olivia, ah. —Se rió y nosotros también.

No pensé que fuese a volverse tan cómodo, era increíble. Traje a Mateo a casa y por primera vez disfrutaba tanto de una cena.

—Vi el partido. —Dijo para mi sorpresa. —Juegas bien.

—Gracias, di todo de mí porque hoy era un día especial. —Dijo Mateo.

—¿Por qué? —Preguntó mi mamá.

—Un hombre fue a verme jugar, dice que va a ayudarme con un buen club. —Dijo Mateo. —Y sinceramente volverme futbolista sería un sueño.

—Todos los pibes quieren ser futbolistas, es una gran carrera. —Dijo Adrián. —Pero pocos tienen el talento suficiente para poder lograrlo, así que, tienes un don, aprovéchalo.

Mateo le sonrió.

—Gracias. —Dijo.

Se le veía tan contento.

—¿Brindamos por eso? —Dijo mi madre.

Vi las mejillas de Mateo enrojecer y sonreí.

—Me parece justo.

Mi mamá trajo una botella de vino y nos sirvió una copa a cada uno.

—Por Mateo, y por su futuro. —Dijo Adrián.

—¡Salud! —Se escuchó en coro.

Tras subir la copa un poco, tomamos el vino.

Y así finalizamos la cena, había salido más que bien.

—Supongo que te quedás a dormir, es tarde. Aunque si tenés problema con quedarte podemos llevarte a casa. —Dijo mi mamá.

—No tengo problema con quedarme. —Dijo él y me miró de reojo.

—Genial. Pueden ir a dormir porque está tarde. Olivia tiene su sesión mañana, ¿la vas a acompañar, no? —Siguió hablando ella, a lo que Mateo solo asintió con la cabeza. —Perfecto. Tenés que cuidarla, hay muchos chicos que quieren tenerla.

Yo la miré mal ante su comentario, tomé la mano de Mateo y hablé.

—No importa que hayan muchos chicos detrás de mí. Mateo sabe que solo tengo ojos para él.

Tras decir eso, subimos las escaleras para ir a mi habitación.











3/3❤️

Quería hacerlo más largo pero me está dando migraña.

Las amo mucho ❤️❤️❤️

Mess [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora