Miré fijamente a Mateo con mi corazón moviéndose con intensidad. Creí que iba a besarme, pero solo nos mirábamos.
¿Lo beso yo?
¡No! ¿por qué lo besaría yo?
Bueno, fue.
Planté un pico en sus labios y me alejé para mirar su rostro.
Él estaba tan en shock que no pude evitar reír ligeramente.
—¿Que fue..?
—Solo quise hacerlo, estabas muy cerca. —Dije tratando de alivianar la situación.
—Ah, ¿besas a las personas si están muy cerca? —Preguntó divertido.
—Depende. —Dije.
Él alzó una ceja.
—¿De qué? —Cuestionó.
De si me gusta.
Sonreí. —Si no caminamos no vamos a llegar a tu casa.
Él hundió su lengua en su mejilla y asintió antes de comenzar a caminar de nuevo conmigo.
De manera pronta llegamos hasta su casa. Sonreí al verla, solía vivir en una casa así antes de que Adrián nos llevara a vivir en una mansión.
Así que bueno, no era grande como la mía, pero dentro de todo era bonita.
Noté que afuera no había ningún auto, Mateo había mencionado antes que su papá tenía auto, por lo que supuse que el mayor no estaba.
Mateo me miró antes de que camináramos a la puerta y la abriera.
—Pasa. —Me dijo.
Asentí con la cabeza antes de hacerlo, él pasó detrás de mi y luego cerró la puerta.
Miré un tanto alrededor sin verme demasiado chusma.
—Es linda. —Dije.
—Sí, gracias. —Dijo Mateo mirándome con una pequeña sonrisa.
—Entonces.. ¿tu herm...?
Antes de que pudiera contestar escuché unos pasos por las escaleras.
—¡Matu! —Gritó un niño bajando las escaleras.
Él se sorprendió un poco al mirarme y se acercó hasta Mateo con timidez.
—Hola, Emi. —Lo saludó Mateo acariciando un poco su brazso.
—¿Quién es? —Habló bajo, en un intento de susurro que yo logré oír.
—Es Olivia, una amiga. —Dijo Mateo.
Emi lazó ambas cejas.
—¿De tu colegio? —Preguntó a lo que yo asentí con la cabeza. —Pareces una modelo.
Sonreí alegre, éste pibe me agradaba.
—Gracias. —Dije contenta.
Él me miró con las mejillas rojas y vaya que me causó ternura.
—También sos muy lindo. —Dije mirándolo.
—Esa, campeón. —Dijo Mateo chocando el puño con Emi, y este último rió.
—¿Vamos ya a comprar las cosas para la fiesta o.. vas a estar con tu amiga? —Preguntó Emi.
—Vamos a comprarlas en un rato, aún está muy temprano y Olivia y yo estamos cansados. —Dijo Mateo.
—Está bien, voy a ver tele mientras tanto, aunque estoy que muero de emoción. —Dijo contento.
Reí un poco y miré a Mateo. Él me hizo una seña para que lo siguiera y subimos las escaleras juntos.
—Esta es mi habitación. —Dijo cuando llegamos a su cuarto.
Entré con él y cerró la puerta, observé su habitación. Tenía una cama pequeña, un televisor, una consola, una ventana grande, y una decoración bastante juvenil.
—Me gusta. —Dije mirando.
Él asintió con la cabeza.
—¿Cuándo me vas a llevar a tu casa? —Preguntó Mateo.
—Supongo que un día que mis padres no estén, es que son muy pesados. —Dije mirándolo. —¿Qué vamos hacer?
Miré el reloj en la pared de su habitación y me di cuenta de que estaba bastante temprano.
—No sé, podemos ver una peli, tomar una siesta y luego ayudar a Emi con su fiesta. —Dijo Mateo.
Alcé los hombros y asentí.
—Cool. —Dije.
Él se quedó mirándome, logrando ponerme nerviosa, pero rápidamente volvió a mirar otro lugar.
—Entonces.. ¿qué clase de películas te gustan? —Preguntó mientras se acostaba en su cama.
—Me gustan las películas de terror. —Dije.
—Creí que dirías romance, me estaba por tirar. —Dijo haciéndome reír.
—Me gustan algunas pocas. —Dije. —¿Puedo acostarme?
—Vení acá. —Abrió sus brazos desde allí.
Alguien que me sostenga que me les voy.
Perdón si las aburro): quería actualizar