Mateo tomó una respiración honda antes de alejarse suavemente de mí, grité internamente cuando alejó sus manos de mi cintura.
No quiero..
Me miraba fijamente y eso me estaba poniendo nerviosa.
—Ya. —Dijo asintiendo lentamente con la cabeza. —Es decir, no termino de entender. Te asusta que esto pase porque quieres que seamos amigos, ¿sí?
—No. —Me apresuré a decir. Cerré los ojos y apoyé mi cabeza en la pared.
Me estaba frustrando más de lo que me gustaría.
—Es decir.. —Tomé impulso para hablar pero no sabía como explicarme.
—¿No sentís nada por mí? —Cuestionó.
Abrí los ojos para mirarlo mientras mi corazón se aceleraba bastante. Es que lo preguntaba como si él también sintiera algo por mí, y esa idea me hacía mucha ilusión.
—Si siento cosas. —Me sinceré.
Me costaba tanto decir lo que sentía que ya mis ojos picaban.
Él me miró oyendo atentamente mis palabras.
—Pero es raro, no sé, Mateo. Me gusta estar con vos, y por ahí no tendríamos que hacer ésto, por ahí vos no sentís nada por mí, capaz ni tendría que decirte esto. —Dije y él negó con el ceño fruncido.
—¿Qué decís? Está bien que expresés lo que sentís. ¿Cómo te vas a dar cuenta si me gustás, si nunca me lo decís? —Dijo serio, hasta cierto punto, logrando intimidarme.
—Y me asusta, no quiero.. alejarme de vos. —Dije mirándolo. —Y menos por algo que aún no se que es, solo que.. siento algo.
—También siento.. "algo". —Dijo Mateo y traté de reprimir una sonrisa, más se me hizo imposible.
¿Podría ser que él llegara a sentir algo por este desastre?
—Y bueno, con este bombón en frente, no creo que tuvieras otra opción. —Dije en broma.
—Mm, ¿bombón? no estoy tan seguro. —Dijo él y yo abrí la boca indignada.
—Okey. —Dije a punto de irme pero él sostuvo mi mano.
—Vení. —Dijo acercándome a él.
—No, mirá que soy muy fea. —Dije y él se rió.
—Mentira, boba. —Dijo mirándome.
Lo miré a los ojos y sonreí.
—Dejame darte otro beso. —Dijo poniendo sus manos en mis mejillas.
No le respondí nada, solo acerqué mis labios a los suyos y dejé que esta vez no me apresaran los miedos y nerviosismos.
Pude disfrutarlo esta vez, sus labios encajando con los míos, su pulgar acariciando mi mejilla.
—Idiota. —Dije cuando nos separamos.
—Vos sos una idiota. —Dijo Mateo sonriendo.
—Vamos abajo. —Rodé los ojos.
—Ahora sí. —Dijo y tomó mi mano antes de que bajáramos juntos.
Emilio se le veía muy feliz, lo cuál le gustaba mucho a Mateo, y bueno, a mí también me alegra que la esté pasando bien.
—¿Querés? —Me ofreció Emi un dulce.
Asentí con la cabeza aunque no me lo iba a comer porque yo no comía dulces.
—Me tengo que ir. —Le dije a Mateo en cuanto Emi volvió con sus amigos.
Él miró a Emilio y luego a mí.
—Está muy tarde. —Dijo.
—Tengo que volver, prefiero tener los problemas hoy a la noche, que mañana. —Dije y él hizo una mueca.
—Pero no te voy a dejar ir sola a esta hora. —Dijo serio.
—Pero tengo que irme. —Insistí.
—Dejá, cuando se acabe la fiesta te llevo. —Dijo y yo suspiré negando.
—No tenés..
—Ya, no lo discutamos, no es problema. —Dijo él.
Odio que se porte tan bien conmigo, aunque él no quisiera siempre me hacía sentir comprometida con él.
Y, solo les digo que se preparen, para algo bueno? para algo malo? xd
Me importaba un qlo ser mala en el pool hasta que mi ex me ganó ahre jajajajaja