En todo el resto de la jornada Mateo no me volvió a hablar, probablemente debido a que lo miré mal cada vez que me miraba si quiera.
Típicos gestos de cuando estoy a la defensiva.
Ahora no quería hablar con él la verdad, y me encontraba molesta con todo el universo, más que todo conmigo misma, porque soy el centro del mío.
Agarré mi mochila y salí del aula dispuesta a irme rápidamente a la agencia, estaba un poco ansiosa por lo que Alejo me iba a decir. Necesitaba que algo bueno ocurriera en este día o me iba a deprimir.
Agarré mi móvil cuando estuve en la acera y me dispuse a pedir el Uber.
—Tendríamos que hablar. —Escuché a mi lado.
Saqué mi mirada del aparato para mirarlo esta vez a él, Mateo miraba al frente pero puso su mirada en mí cuando notó que lo observaba.
—No decía en serio sobre demandar a tu novia, si eso te preocupa. —Le dije antes de mirar nuevamente el celular.
Ya habían confirmado mi viaje.
—Solo para aclarar, no es mi novia. —Dijo y yo reí.
—Como si me importara. —Dije negando con la cabeza.
Sinceramente no me importaba si era su novia, quiero decir, me importaba una mierda el título que tuvieran, él la había besado y eso era lo que me jodía.
—Y tampoco me refería a ese tema cuando dije que teníamos una charla pendiente. —Volvió a hablar.
No sé si el auto era muy lento o el tiempo simplemente se me estaba haciendo eterno al lado de Mateo.
—¿Ah no? —Volví a levantar la vista del celular.
—Sobre lo que hablamos sobre nosotros dos. —Dijo él.
Fruncí el ceño, ¿qué le picaba ahora?
—Eso ya lo habíamos hablado. —Dije yo.
—No me terminaste de contar tu historia. —Dijo él y alcé una ceja antes de sonreír con altivez.
—¿Para qué, para que siguieras haciéndome sentir mal? Vaya que sos hijo de puta. —Dije seria asintiendo.
—Tenemos una charla pendiente, solo te digo que tendríamos que tenerla. —Insistió.
Suspiré de mal humor antes de mirar de nuevo al celular y por suerte ya llegaba el auto.
—Pues si decido que sí, no va a ser hoy porque debo irme a la agencia. —Le dije sin mirarlo.
—¿Querés que te acompañe? —Preguntó.
Yo lo miré confundida. Me trataba para la mierda y de repente venía con esta actitud.
—¿Y qué vas hacer allá? —Lo miré sin entender.
—Ah.. ¿acompañarte? Capaz así te sentís más cómoda, no lo sé. —Alzó los hombros.
Ese era un buen punto, ya que siendo sincera, me intimidaba un poco la idea de ir a la agencia un día que no era de trabajo.
El auto se estacionó frente a nosotros.
—Y hablamos de paso. —Dijo él cuando abrió la puerta para que subiéramos.
—No arruines mi humor. —Dije con una sonrisa antes de entrar.
Lo admito, no es mi mejor capítulo, solo quería saber si están ahí activas para hacer el maratón<3